PERU:Oposición fortalecida tras elecciones regionales

["Nello Margiotta" <animarg@tin.it>]

Abraham Lama

LIMA, 18 nov (IPS) - El triunfo de la oposición socialdemócrata y de
izquierda en 24 de los 25 distritos en las primeras elecciones regionales de
Perú amenaza la precaria gobernanza del presidente Alejandro Toledo, que
afronta fuertes demandas sociales.

Los peruanos concurrieron a las urnas el domingo para renovar autoridades
municipales y elegir los gobiernos de las 25 regiones en que fue dividido el
país, dejando atrás la estructura centralista que se arrastra desde la
independencia.

El mapa político del país cambió de modo radical en estos comicios, donde el
socialdemócrata Partido Aprista Peruano, del ex presidente Alan García
(1985-1990), ganó en 11 regiones, otras seis quedaron en manos de grupos
afines a la disuelta Izquierda Unida, cuatro a cargo también de movimientos
izquierdistas y sólo una fue para el gobernante Perú Posible.



Entre los nuevos presidentes regionales izquierdistas figuran Edwin Ríos, un
dirigente sindical de la selvática región de Madre de Dios, situada en el
extremo sudoriental de Perú y limítrofe de Bolivia y Brasil.

Ríos fue uno de los líderes de las protestas violentas y huelgas registradas
en julio en esa zona, en su condición de dirigente del sindicato de la
industria maderera.

En tanto, la alianza centroderechista Unidad Nacional ganó la alcaldía de
Lima, que concentra un tercio de los más de 15 millones de habilitados para
votar en el país.

Mientras, en la alcaldía del puerto del Callao se impuso Alex Kouri,
simpatizante del ex presidente Alberto Fujimori (1990- 2000), destituido por
el Congreso y actualmente refugiado en Japón.

Analistas políticos y algunos funcionarios también advierten del peligro que
puede representar para las cuentas fiscales las nuevas administraciones
autónomas en manos de partidos de signo distinto al gobierno nacional.

Toledo ganó las elecciones presidenciales el año pasado con la promesa de
atacar el desempleo a través de un programa de obras públicas, que el
acatamiento a las pautas del Fondo Monetario Internacional (FMI) no le ha
permitido cumplir.

El centrista Perú Posible "pagó el costo político de poner en práctica una
política económica no populista, cuya necesidad no es comprendida aún por la
impaciencia popular", justificó este lunes el primer ministro, Luis Solari.

El divorcio entre los sectores populares y Toledo se hizo evidente en julio,
cuando cumplió un año de gobierno, al registrarse disturbios callejeros,
bloqueos de carreteras y huelgas en varias ciudades del interior del país
que frustraron sus proyectos de privatizar varios servicios públicos.

Si bien todos los candidatos ganadores han expresado voluntad de
concertación, los expertos suponen que sus electores los impulsarán a
mostrar diferencias y probablemente enfrentarse con el gobierno nacional de
Toledo.

"Pese a las diplomáticas declaraciones iniciales de los presidentes
regionales electos sobre su disposición concertadora, es probable que esos
gobiernos se enfrenten con Toledo por razones presupuestales y por la
privatización de las empresas públicas", explicó a IPS el economista Hugo
Aquino.

El presupuesto fiscal previsto para 2003 otorga a las regiones en conjunto
sólo 21,6 por ciento de esos recursos, que equivale a 2.700 millones de
dólares. La región de Lima participa con 31,5 por ciento de ese total.

El experto Alfredo Barrenechea apuntó que el triunfo de la socialdemocracia
y de la izquierda en casi todas las regiones peruanas refleja la tendencia
actual en América Latina, expresada en primer lugar por la victoria
presidencial de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil.

También se corresponde con los procesos políticos en Bolivia, Ecuador y
Argentina, donde los sectores "que cuestionan las políticas económica
dictadas por el FMI" obtienen fuertes adhesiones.

El ministro de Economía, Javier Silva Ruete, indicó este lunes que el
gobierno no cederá a las presiones regionales. "Lo digo desde ahora, no hay
plata y punto y, si la descentralización no se maneja con prudencia,
pondremos en riesgo la estabilidad económica y política del país".

"Me preocupa la experiencia de los procesos de autonomías regionales en
otros países latinoamericanos, que terminaron en una crítica frustración
social", añadió Silva Ruete, en implícita referencia a la crisis argentina.

En cuanto a los posibles enfrentamientos que podría suscitar el plan de
privatizaciones, el ministro expresó que "se tendrá que definir a quien
corresponde la propiedad de las empresas públicas, si al gobierno central o
a las regiones donde se encuentre cada una de ellas".

"Si los activos pertenecen al gobierno nacional, es obvio que le
corresponderá la forma de manejarlos", concluyó.

Los empresarios comparten la preocupación de Silva Ruete. "Los nuevos
gobiernos regionales no deben manejar empresas", declaró el analista
económico Carlos Janada, especialista en banca de inversión.

"El triunfo del partido aprista y de movimientos izquierdistas en las
regiones colocan en luz ámbar, es decir en actitud de alerta, a las
posibilidades de inversiones", advirtió, a su vez, el economista Elmer Cuba,
analista principal de la firma Macroconsult

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Nello

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