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El dólar reinará en Ecuador tras la desaparición del sucre
Quito, 8 jun (EFE).- El dólar comienza su reinado absoluto en Ecuador,
debido a que, desde mañana sábado, el sucre perderá todo valor económico
para pasar al mundo de los coleccionistas o al de los recuerdos de los
ecuatorianos.
El Banco Central concluye hoy el canje de sucres por dólares
estadounidenses, poniendo fin a una larga agonía de la antigua moneda
nacional, que ha estado en circulación durante más de un siglo.
El 9 de enero de 2000, el entonces gobernante ecuatoriano Jamil Mahuad
ordenó la dolarización de la economía nacional, decisión que adoptó para
sostenerse en el poder y que perdería unas semanas más tarde, ya que una
insurrección civil y militar le obligó a abandonar el cargo.
Gustavo Noboa, que era su vicepresidente, le sustituyó en el cargo y
ratificó la estrategia de Mahuad, pese a los comentarios agoreros de
opositores que presagiaban un desastre económico.
El 9 de septiembre del pasado año, el sucre perdió valor comercial, aunque
el Banco Central fijó un plazo para que la antigua moneda, en poder del
público, fuese canjeada.
En abril debió concluir ese proceso de canje, pero por el alto circulante de
sucres, el Banco Central lo amplió hasta hoy, como última oportunidad para
que los ecuatorianos puedan cambiar a dólares las antiguas especies.
Menos de diez millones de dólares en sucres continúan en poder del público,
el dos por ciento de la circulación total, que seguramente están en manos de
coleccionistas, corresponden a billetes extremadamente deteriorados o aún
circulan entre comunidades campesinas que se resisten al uso del dólar.
Para el economista Mauricio Pozo, esa cantidad de sucres es insignificante
ante el 98 por ciento de billetes ya destruidos y no supone un peligro para
las variables macroeconómicas calculadas en dólares.
Pero la dolarización, como esquema monetario y económico, ha surgido de
forma diferente en los países que han acogido el esquema.
En Ecuador fue un paso inevitable, pues antes de su vigencia, el 60 por
ciento de las operaciones financieras ya se efectuaban en dólares.
Según Pozo, la dolarización en Ecuador fue sólo un paso formal respecto a lo
que ocurría en la realidad, pero no es el caso de otras naciones.
En los procesos que se siguen en El Salvador, Honduras, Panamá y Guatemala,
la dolarización es una estrategia para la integración en los mercados
internacionales, sostuvo Pozo.
En Argentina ha sido un esquema para procurar la estabilización manteniendo
un sistema dual de conversión.
"Las razones son distintas en cada país que han adoptado por esquemas
dolarizados, pero el fin es el mismo": la estabilidad, aseguró Pozo.
Es por ello que los países latinoamericanos que mantienen una mejor
estabilidad financiera, como Chile, por ejemplo, no han pensado en cambiar
su régimen monetario, comentó el economista.
No obstante, explicó que la tendencia monetaria, que va de la mano de la
globalización, se encamina a que en el mundo se establezcan sólo tres o
cuatro monedas fuertes. "¿En qué tiempo?, no se sabe", añadió.
La dolarización, según Pozo, tampoco es una solución a los problemas de un
país, si éste no tiene un sistema económico sano y firme.
Los países que piensen dolarizarse "tienen que corregir los problemas
básicos de cualquier economía en el mundo", porque, de lo contrario, el
cambio "no le va a dar una agenda de crecimiento sostenido", sostuvo.
Para Ecuador, la adopción del dólar se mantiene junto a la inflación más
alta de América Latina (39,6 por ciento anual) con una taza de pobreza que
afecta al 69 por ciento de la población.
Las autoridades ecuatorianas prevén que la dolarización influya en la bajada
de la inflación que se prevé en el 25 por ciento al finalizar el 2001 para
que caiga a un dígito el próximo año. EFE fa/jm/jdl
Nello
www.peacelink.it/tematiche/latina/latina.htm