CAA
Consejo de
Acontecimientos Aborígenes de Argentina
Declarado de
Interés Cultural mediante Resolución 272/2001 por la Legislatura de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.
caa_argentina at yahoo.com.ar
Buenos Aires, junio 20 de
2005
REFLEXIONES EN TIEMPO DE INTI
RAYMI
Hermanos indígenas y no
indígenas:
En el comienzo
del Solsticio de Invierno, ese nuevo
período en la Vida de todos los seres vivos de la Tierra (animales y vegetales)
al que algunos llaman “año nuevo indígena” los integrantes de este Consejo de
Acontecimientos Aborígenes declaramos:
1: REENCUENTRO DE
ANCIANOS ABORÍGENES EN NEUQUÉN.
Expresamos
nuestra profunda satisfacción por lo logrado en Junín de los Andes, Provincia
del Neuquén, República Argentina entre el 24 y el 28 de marzo de
2005.
Con la presencia
de sabios de las culturas Mapuche, Maya, Aymara, Quichua, Guaraní, Qom, Huarpe,
Chirihuano y de una embajadora voluntaria de aborígenes del Oeste norteamericano
se realizó el Segundo Reencuentro Internacional de Sabios
Originarios de Abya Yala (América).
En torno al
Abuelo Fuego, tanto a orillas del río Chimehuin como en la Comunidad Painé Filú
(ruca de doña Dora Jofré en Pampa del Malleo, con permiso de doña Rosa Cañicul), se
recordó la Espiritualidad Indígena en el Hemisferio Sur, intercambiando ideas y
experiencias acerca de temas como Medicina: elementos curativos,
localización de la enfermedad y su sanación espiritual y los peligros inminentes que acechan al
Planeta Tierra.
Al concluir el
encuentro se emitió un documento que puso en funciones al Confederación de Consejos de Sabios
Originarios de Abya Yala para el Reordenamiento de la Espiritualidad Indígena en
el Hemisferio Sur.
2) DOCUMENTO SOBRE LA
GUERRA II
Cuando los
Estados Unidos de Norteamérica invadieron Irak nos pronunciamos desde la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires al Mundo en los siguientes términos (reproducción
parcial de aquél documento):
“La situación del
Mundo no puede ser más grave. El grupo de hombres norteamericanos que se arrogan
la representación del “bien” y presuntamente guerrean contra “el mal” ha hecho
entrar a la Humanidad en un tiempo de absoluta incertidumbre, porque lo que
sucede en Irak adolece del más mínimo rasgo de
espiritualidad.
La falta de
respeto por el ORDEN CÓSMICO que muestra el accionar de la llamada “primera
potencia mundial” la inducirá, ante resultados adversos (que ya está sufriendo)
a utilizar todo su arsenal explosivo y bacteriológico, tal como ya lo hizo
décadas atrás en Vietnam. Esto pondrá una vez más al mundo entero al borde de un
abismo de incalculable profundidad.
Los seres humanos
no somos dueños del mundo de arriba, del intermedio, del de abajo, ni del que
está por encima de todos, es decir de todo nuestro entorno, que en conjunto
constituyen el mencionado Cosmos.
EL COSMOS ES
DUEÑO DE NOSOTROS. Los human os somos solo parte de él. Nuestros ancianos nos
enseñan que cuando se desprende la hoja de un árbol, al tomar contacto con el suelo produce
una vibración que se percibe en todo nuestro Cosmos. Sobre esta base filosófica
los seres humanos debemos organizar nuestras sociedades, las que serán
“diversas” en materia cultural.
NO DEBEMOS
aspirar a que nuestra comunidad, la que organicemos en cada región del Mundo,
sea LA MEJOR, LA MÁS PODEROSA en materia de bienes materiales
acumulados.
Debemos sí
solucionar los problemas de la convivencia renunciando al individualismo,
fomentando el espíritu de pluralidad.
Esto nos abrirá
positivamente a las otras colectividades que funcionen en el resto del
Mundo.”
También en
aquella ocasión expresábamos nuestra preocupación por la ocupación ilegal de
territorios aborígenes en Argentina por parte de empresarios locales y, sobre
todo, ingleses y norteamericanos (directamente o a través de
testaferros):
“El gobierno
argentino debe realizar una urgente auditoría a los nuevos colonos millonarios
norteamericanos y británicos (Benetton 700.000 hectáreas, Joe Lewis 14.000
hect., Ted Turner 4.400 hect., Schwarzenegger, Willis, Stallone e incluso el
francés Christophe Lambert… Las fundaciones: Ecological World Land Trust 7.000
hect., Patagonia Land Trust de Douglas Tompkins 276.000 hect. en tierra mapuche
y 170 hect. en la Provincia de Corrientes, que aprovecharon de la complicidad de
algunas autoridades del gobierno, comprando nuestras tierras a bajos costos,
fundando asociaciones ecologistas para evadir impuestos y desplazando a las
familias originarias de estos lugares.
El gobierno de
los Estados Unidos de Norteamérica debe abstenerse de entrometerse en los
asuntos internos de los pueblos del Hemisferio Sur, con la excusa de la
“cooperación para la seguridad hemisférica”, que solo nos asocia a la infame
política belicista de Bush.”
Hoy advertimos y
denunciamos que la “nación más poderosa del Mundo”, invocando una presunta
presencia de “terroristas árabes” en la triple frontera (Argentina, Paraguay y
Brasil) realiza allí operaciones militares con la complicidad de los gobiernos
de estos tres países.
Mientras se
anunciaba con bombos y platillos que “en la Argentina terminó la impunidad (fin
de la “obediencia debida”) en absoluto secreto se reunía en la Casa Rosada el
foro denominado “Primera Conferencia de Defensa del Cono Sur en la que se
planificaron acciones militares conjuntas entre Argentina, Brasil, Chile y
Paraguay, ante la mirada complacida de uno de los “halcones” de Bush, el general
Ben Craddock.
Y, ante el
silencio brasileño, el país de Craddock se arroga la “protección” de la
Amazonia, argumentando (por ejemplo a los niños norteamericanos en edad escolar
y a su pueblo en general) que “Estados Unidos debe proteger esa área ya que sus
salvajes habitantes actuales terminarán convirtiéndola en un
desierto”.
Ya no solo la
apropiación del petróleo y gas venezolano y boliviano está en la mira de Bush y
sus secuaces, sino nada más y nada menos que la enorme reserva de agua potable
llamada “Acuífero Guaraní”.
El imperio
norteamericano está instrumentando lo necesario para que haya enfrentamientos de
todo tipo y nivel entre los países suramericanos que son poseedores soberanos de
reservas de agua, pues ya casi han agotado las suyas, lo mismo que los
europeos.
Por lo tanto
llamamos a todos nuestros hermanos indígenas y no indígenas a resistir este
nuevo (¿y definitivo?) atropello de la “potencia” que aplica al pie de la letra
una conocida máxima utilizada por los tiranos: “el fin justifica los
medios”.
Es que han
explotado descontroladamente los bienes que la Madre Tierra les dio a ellos en
el territorio que ocupan. Por ello y mediante el uso de armas provocan guerras
para apropiarse de lo que ya no tienen en su lugar. Para recuperar lo que
malgastaron deben comenzar por reconocer que por ese camino de violencia y
usurpación no van a llegar a nada.
Que con las
guerras se genera odio y comercio infame de armas, pero que los pueblos
aborígenes estamos comenzando a vivir el PACHA CUTI,
una verdadera revolución inspirada en el equilibrio cósmico, revolución que
habrá de cambiar absolutamente el estado del Mundo, haciendo que éste sea
manejado por los HOMBRES SABIOS.
Aquellos que solo
piensan en el poder del dinero (culturas “bancarias”) no advertirán nunca que
con la Madre Tierra enferma no hay futuro
posible.
Nosotros los
aborígenes integramos culturas que se basan en el Orden Cósmico y no en el orden
“bancario”.
Las culturas de
los invasores solo conducen hacia la destrucción total de la Naturaleza y, desde
luego, de todos sus seres vivos, incluídos los mismos invasores destructores y
quienes los apoyan.
Nosotros, de
ahora en más, solo obraremos de acuerdo a lo que nos indiquen nuestros Consejos
de Ancianos.
Vibiana Alancay – Ignacio Baez (Kañandary) – Fernanda Ortega Villa
Wenceslao Villanueva – Ricardo Luis Acebal.
----- Original Message -----
Sent: Monday, June 27, 2005 3:47 PM
Subject: El enigma del Estado
Comunitario
AMERICA | BOLIVIA | FECHA DE PUBLICACION: 27/06/2005
El enigma del
Estado Comunitario
La religión aymara fue decisiva para
la formación de una sociedad andina fuertemente autónoma ante el avance
civilizatorio de los quechuas, lo cual hizo posible una convivencia eterna entre
el dios Sol del Estado Inca y las fecundas deidades de ayllu. La conquista
española truncó tan singular confluencia entre politeísmo y monoteísmo en estas
viñas del Señor.
Por
Wilson García Mérida
La antropología contemporánea avala la tesis en torno a que entre las
naciones aymara y quechua, a parte de su diferencia idiomática, no existían
desigualdades sustanciales respecto a sus sistemas productivos y creencias
religiosas originarias.
Se puede afirmar que las entidades del ayllu, del ayni y de los kuracazgos
—en alguna etapa del desarrollo de las fuerzas productivas— eran comunes a los
pueblos quechuas y aymaras, pero es evidente que entre estos últimos (los
aymaras) dichas instituciones comunitarias se conservaban mucho más arraigadas
debido, se supone, a la influencia de las deidades matriarcales y lunares que se
eternizaron en el imaginario aymara. Es bien probable que los quechuas, en
cambio, profundizaron esos “peligros despóticos” (que Platt advierte ya entre
los propios señoríos aymaras) formando una burocracia de castas patriarcales y
militaristas para dar lugar al surgimiento del Estado Inca, proceso en el cual
la religión también debía reformarse bajo una modalidad monoteísta.
Aquella “forma embrionaria primitiva” de división clasista que Stern
observa incluso en las poblaciones politeístas del Collasuyo, evoluciona hacia
un “nivel superior” o “civilizatorio” con el Estado Inca y su único dios Sol
(Inti), por directa influencia quechua especialmente durante el reinado del inca
Tupac Yupanki.
De hecho, la figura del Inca descendía de algún antiguo linaje de kuracas
quechuas que habían acumulado poder y riquezas a costa de destruir las líneas de
reciprocidad en los ayllus circundantes al Cuzco. Y al romper esas líneas de
reciprocidad, se tendía también a abandonar la relación con los huacas (diosas y
dioses mayores) y willcas (diosas y dioses menores) para concentrarse en el
culto exclusivo al Sol, proyecto monoteísta que fue exitosamente frenado por los
aymaras.
La clave del kuracazgo
María Rostworowsky, analizando las diarquías incaicas y el dualismo en el
régimen de kurakazgos sostiene que, al hallar ciertos patrones y esquemas duales
en las estructuras sociopolíticas de los kuracazgos, se puede asegurar que los
señores del Cuzco —es decir los incas— no diferían en ese sentido de las demás
etnias (Rostworowsky: “Estructuras Andinas de Poder”, IEP, Lima, 1986: 115). Es
justamente aquella tradición de kuracazgos como sistema de elites locales y
autónomas lo que lleva a los conquistadores quechuas (especialmente durante el
reinado de Huayna Cápac) a postergar su proyecto “civilizatorio” consistente en
un Estado centralista y monoteísta, para reconstituir y conservar las formas de
reciprocidad politeísta que los kuracas rebeldes aymaras exigían en su
resistencia inicial contra el avance incaico de los quechuas, desde el Cuzco
hacia el sur del Lago Titicaca (que abarcó los territorios collas de Cochabamba,
Oruro, Potosí, Chuquisaca y los nortes de Argentina y Chile). Consecuentemente,
bajo el imperio incaico que se expande bajo una sistemática concertación con la
religión aymara, el Estado actúa como un Gran Kuraca.
Así pues, el Estado Inca utilizaba la “generosidad” para establecer y
reforzar obligaciones y lealtades, lo cual se traducirá más tarde en la
formación de los mitimaes: poblaciones íntegras asimiladas al imperio que se
desplazarán masivamente para colonizar las zonas rebeldes portando la ideología
estatal quechua (que lingüísticamente, empero, no alcanzan a penetrar sobre
reductos aymaras aún hoy intactos por ejemplo en la zona de Sabaya y otras
comunidades aledañas al Lago Poopó y al Sajama, en la frontera entre Oruro y el
norte de Chile, donde se habla una antiquísima lengua aymara —diferente a la
paceña— actualmente en vías de extinción).
Dialéctica quechua-aymara
No obstante, como pudimos ver en la leyenda
del exitoso encuentro entre el amenazante inca Tupac Yupanki y los tolerantes
huacas aymaras (ver ensayo nuestro anterior en:
http://www.redvoltaire.net/article3468.html),
esta relación entre Estado y Comunidad (digamos en un esquema cultural donde la
sociedad política es dominantemente quechua y la sociedad civil resulta
hegemónicamente aymara) se produce en un marco de permanente conflictualidad:
Stern:
“A fin de cuentas, el Estado trataba de presentar las nuevas relaciones
como meras extensiones de las antiguas. El Estado aplicó con diligencia las
normas de generosidad del trabajo recíproco local mediante las fiestas para sus
grupos de trabajo con comida, coca y chicha y el suministro de las materias
primas y de las herramientas necesarias. (…). Las relaciones tradicionales de
reciprocidad entre ´hermanos´ del ayllu seguían definiendo la dinámica de la
vida y la producción locales. Como Estado ´redistribuidor´, el Imperio Inca
absorbía la mano de obra excedentaria de un campesinado económicamente autónomo
y dispensaba los frutos de esa mano de obra a la población real y sus séquitos,
al ejército, a los campesinos obligados a la prestación comercial, a los
beneficiarios estratégicos, etcétera, sin transformar en general los modos
locales de producción. (…). Pero pese a esas continuidades, la conquista por los
incas representó para muchas sociedades una ruptura radical… La política estatal
agravó la fragmentación étnica y simultáneamente redujo la autonomía comunitaria
frente a una nueva competencia. El Estado se apoderó de funciones claves de
gestión…Las mejorías o los empeoramientos de la economía quedaron vinculados al
servicio del Estado…
Las obligaciones de trabajar para el Estado y sus
dioses redujeron el tiempo de trabajo disponible para los hogares y los ayllus,
lo cual privó de posibles energías y acumulación de excedentes. Además, el
Estado creó una clase servil de criados a tiempo completo. (…). En resumen, el
Estado dejó intactas las relaciones internas de producción de las comunidades,
pero las integró en una formación económica más amplia y explotadora”. (Steve
Stern: “Los pueblos indígenas del Perú y el desafío de la conquista española”,
Alianza Editorial, Madrid, 1989: 52).
Rostorowsky y Stern coinciden en afirmar que la intervención del Estado
—necesariamente vertical— en el funcionamiento del ayllu y del ayni implicaban
una gran contradicción que se operaba dentro del régimen incaico. A medida que
el intercambio de servicios mutuos entre las elites locales y los hogares
comunes iba pasando a nivel de reinos regionales en gran escala y finalmente al
Estado mismo, “la reciprocidad se iba haciendo menos íntima, se iba liberando de
los vínculos de parentesco, se hacía más directamente jerárquico y más
vulnerable al sabotaje o a la rebelión” (Stern, op cit: 36).
Aquella convivencia entre centralidad estatal y autonomía comunitaria
enlazados mediante un sistema de reciprocidad, nos ofrece un dato paradigmático
cuyo devenir colapsó con la invasión española. Quedó sin resolverse el enigma
acerca del tipo de Estado y Sociedad que aymaras y quechuas construían en aquel
momento de tan complejos encuentros y desencuentros.
----- Original Message -----
Sent: Monday, June 27, 2005 11:53 PM
Subject: OPOSICION RECHAZO
DEMANDA INDIGENA
DIARIO: LA ESTRELLA DE ARICA
Jueves 23 de Junio 2005
¨¨ OPOSICION RECHAZO DEMANDA INDIGENA ¨¨
En
el último tiempo el protagonismo que han asumido los movimientos indígenas dan
cuenta de una situación de crecientes demandas que tiene este sector para que la
sociedad y los gobiernos tomen conciencia y se preocupen de
ellas.
El
apoyo que tiene el cocalero y político boliviano, Evo Morales, potencial
candidato a la presidencia en el país altiplánico y que tiene además, sus
seguidores en nuestra ciudad, no debe ser visto como una cosa
menor.
Igualmente en Chile, han surgido movimientos y líderes como el mapuche
Aucán Huilcamán, que está propiciando una candidatura presidencial contestaría a
las actuales políticas gubernamentales y que tiene su respaldo en algunos
movimientos en esta zona norte.
DERECHOS
Al
respecto, el director nacional de la Conadi, Aroldo Cayún, quien visitó Arica y
Camarones para brindar ayuda a los damnificados del terremoto en la zona,
reflexiona sobre el tema expresando que “es bueno para la democracia que la
gente se exprese y ejerza sus derechos de elegir y ser elegido, pero acá lo
importantes es el grado de confianza que tiene la gente al votar y por algo el
voto es secreto, porque de lo contrario se votaría por imagen o alguna presión
de cualquier tipo. Pero, en definitiva las personas se inclinan por quién les da
más seguridad y confianza. Acerca del respaldo que puedan tener algunas posturas
indígenas como las ha existido en otras elecciones que han llegado sólo hasta el
momento de la inscripción y luego se han desistido, la gente es la que en
definitiva muestra en las elecciones el grado de adhesión que
tienen.
MOVIMIENTOS
-Don
Aroldo, en el último tiempo han surgido en Arica y en otras zonas, movimientos
indígenas como el Consejo Aymara Autónomo, que reclama el cumplimiento del
reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas ¿qué ha pasado con
esto?
-Hay
que distinguir dos cosas, como son las comunidades indígenas reconocidas y otra
situación es la sociedad civil en el que surgen organizaciones que tienen todo
el derecho de agruparse en democracia y nos parece saludable ello porque muestra
una madurez del proceso indígena que a la larga igual llegará a una
unidad.
DEMANDA
En cuanto a la demanda
del reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas, quiero decir que
desde el año 1991 que el gobierno está enviando al parlamento distintas
iniciativas al respecto que no se han materializado porque la oposición no lo ha
querido así y en este momento somos el único país de Latinoamérica que no cuenta
con este reconocimiento contenido en un decreto universal al igual que el de la
OIT.
CONSTRUIR
LIDERAZGO
El director nacional de la Conadi defiende la
aparición de nuevos liderazgos expresando que “creo que en todo es importante la
representatividad y para nosotros las últimas elecciones municipales son un buen
parámetro, y vemos que hay 17 alcaldes y 150 concejales de origen indígena,
representando un 6 por ciento del total de las autoridades edilicias elegidas en
el país”.
En este sentido, afirma que ellos recogen las
inquietudes de sus comunidades indígenas porque confiaron en sus
propuestas.
A su vez, sobre nuevos movimientos y posibles
candidaturas presidenciales, manifiesta que están en su derecho en una
democracia, pero “algunos que lo han intentado en el caso de las elecciones
presidenciales sólo llegan hasta el momento de la inscripción y luego
retroceden. Insisto que lo importante es la confianza que generen en la gente
que vota por
ellos”.