BRASIL:Crece oposición de izquierda a Lula



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Mario Osava

RIO DE JANEIRO, 13 jun (IPS) - Un manifiesto de más de 200 economistas de
Brasil clausuró este viernes una semana de duras críticas al gobierno desde
la izquierda, acentuando las divisiones y el desaliento entre quienes
apoyaron el año pasado la elección del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
"Brasil es llevado a un callejón sin salida de estancamiento y desempleo por
una política económica que capituló ante el totalitarismo de mercado",
afirmaron en el documento esos economistas, muchos de ellos viejos
militantes del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) fundado por
Lula en 1980.

Pero "hay alternativa" de prosperidad para Brasil, sostuvieron en el
manifiesto, titulado "La agenda prohibida" para señalar que el debate
económico fue suprimido por el "dogma del mercado sabio y virtuoso", que "no
discute, sólo amenaza".

Para superar el desempleo más elevado de la historia brasileña, "resultado
directo de las políticas monetaria y fiscal restrictivas", los firmantes
proponen siete medidas, empezando por el "control de capitales externos y el
control del cambio en un nivel real favorable a las exportaciones".

Las demás propuestas son aliviar restricciones fiscales, aumentar el gasto
público con prioridad para el área social, una "reducción significativa de
la tasa básica de intereses", más inversiones públicas y privadas en
saneamiento e infraestructura, estímulos a la exportación, y control de la
inflación mediante una política de ingresos pactada con actores sociales.

Son orientaciones que se oponen frontalmente a la política económica puesta
en marcha por el ministro de Hacienda, Antonio Palocci, del PT, y el
presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, ex dirigente de un banco
estadounidense.

Los autores del manifiesto afirmaron que promover el pleno empleo es clave,
porque abre paso a la solución de dramáticos problemas sociales y económicos
del país como la miseria, la desigualdad y la violencia, y desafiaron a
debatir en forma abierta a quienes "se ocultan en las sombras, por detrás de
la omnipotencia del dios mercado".

Esta toma de posición de centenares de economistas considerados de izquierda
se sumó a la manifestación de protesta de 20.000 empleados públicos, el
miércoles en Brasilia, para componer una semana de graves augurios para el
gobierno de Lula.

El acto de Brasilia, en el cual se abucheó a dirigentes del PT, fue contra
el proyecto de reforma de la previsión social, que rebaja muchos los
actuales beneficios jubila torios de los trabajadores estatales.

Ese proyecto impone aportes para el sistema previsional a los jubilados,
aumenta siete años la edad mínima para el retiro, a 55 años para las mujeres
y 60 para los hombres, y pone fin a la mayor ventaja que tenían esos
trabajadores: jubilarse con una prestación equivalente a su último sueldo.

La perspectiva de aprobación de tal propuesta en los próximos meses causa
una ola de pedidos de jubilación, especialmente en las universidades
estatales, por parte de profesores que cuentan con los años de edad y de
trabajo necesarios para retirarse, y quieren hacerlo mientras estén vigentes
los actuales beneficios.

Algunos rectores temen perder 30 por ciento de sus profesores, y que eso
lleve cerca del colapso a sus universidades, que ya afrontan muchas
dificultades después de siete años sin aumentos salariales para los
empleados públicos, a excepción de los de las Fuerzas Armadas y algunas
otras áreas.

La reforma previsional propuesta agrava una política aplicada por gobiernos
anteriores que "deteriora los servicios públicos y por eso va en contra de
los intereses de toda la población", dijo a IPS el profesor Anselmo Luis dos
Santos, de la Universidad Estadual de Campinas, ciudad cercana a Sao Paulo.

Varios parlamentarios del PT anunciaron que no votarán ese proyecto. La
senadora Heloisa Helena y los diputados Joao Batista de Araujo y Luciana
Genro se hicieron símbolos de esa rebeldía y están amenazados de expulsión.

Pero en la manifestación del miércoles participaron por lo menos 36
diputados del PT, o sea un tercio de la bancada, contra la orientación del
gobierno y ampliando la imagen de desconcierto y división en el partido.

Una semana antes, el 5 de junio, intelectuales históricos del PT confesaron
el fin de sus esperanzas en el gobierno de Lula durante una reunión en la
Universidad de Sao Paulo, un tradicional centro de luchas políticas, cuna de
muchos líderes de izquierda.

El gobierno "besó la cruz de la ortodoxia" y "se convirtió en 48 horas",
abandonando 20 años de principios del PT, afirmó el filósofo Paulo Arantes.

"La lucha acabó": fue ganada por la continuidad de las políticas del
gobierno anterior y perdida por el cambio, sentenció el sociólogo Francisco
de Oliveira, un partidario del PT desde la primera hora.

Entre los economistas e intelectuales hay quienes piensan que ya no habrá
cambios en la política económica, pero "sigo creyendo que ninguna
alternativa está cerrada", y las opciones quedarán mas claras en el próximo
semestre, sostuvo en cambio Dos Santos