BRASIL:Superávit comercial récord no aleja riesgos




Mario Osava

RIO DE JANEIRO, 1 oct (IPS) - La fuerte depreciación de la moneda de Brasil
ayudó a lograr en septiembre un superávit comercial récord de 2.480 millones
de dólares, pero no alcanzó para alejar los temores de insolvencia del país
y aumentó otros riesgos.

El saldo comercial favorable acumulado en lo que va del año llegó a 7.858
millones de dólares, seis veces el resultado obtenido en el mismo periodo de
2001, informó este martes en Brasilia el ministro de Desarrollo, Industria y
Comercio Exterior, Sergio Amaral.

El monto de 6.492 millones de dólares que sumaron las exportaciones de
septiembre, 36 por ciento más que en igual mes del año pasado, también
representa un éxito sin precedentes en la historia del país.



Esa balanza comercial favorable reduce el déficit en las cuentas corrientes
con el exterior, pero aun así no faltan proyecciones para advertir que
Brasil muy pronto no contará con recursos suficientes para pagar su deuda
externa y se verá obligado a reestructurarla.

Temores en ese sentido fueron expresados por el inversionista internacional
George Soros y por Morris Goldstein, ex economista del Fondo Monetario
Internacional (FMI), en un debate sobre perspectivas brasileñas realizado el
lunes en Washington.

Goldstein pronosticó que Brasil podría llegar a suspender los pagos de
obligaciones en los próximos seis meses.

Varios economistas brasileños, críticos del gobierno de Fernando Henrique
Cardoso, calcularon a comienzos de año que un superávit comercial de 10.000
millones de dólares anuales sería suficiente para liberar el país de las
restricciones externas y reanudar así el crecimiento económico acelerado.

Esa es una meta alcanzable este año, como señaló Amaral al proyectar un
superávit de 9.500 millones de dólares para fin de año, después de conocer
los números de septiembre.

Pero el problema es que las condiciones se modificaron de modo drástico,
pues las inversiones extranjeras mermarán mucho más de lo esperado, lo cual
anula el aumento de las divisas obtenidas en el comercio, dijo a IPS
Fernando Ribeiro, economista de la Sociedad Brasileña de Estudios de
Empresas Transnacionales y Globalización Económica.

El ingreso de capitales externos directos, que llegó a 22.500 millones de
dólares en 2001, no superará este años la cifra de 15.000 millones de
dólares este año, según proyecciones del gobierno.

Además, se registró una brutal reducción de los créditos comerciales, el
sector público y las empresas privadas no logran refinanciar sus préstamos
externos y se intensificó la salida de divisas del país.

Ribeiro entiende que la escasez de dólares en el mercado es una de las
principales causas de la fuerte devaluación del real, al moneda brasileña,
frente al dólar en los últimos días.

También incide de manera importante en esa depreciación del real la
incertidumbre por el resultado de los comicios del próximo domingo para
elegir presidente, vicepresidente, gobernadores y parlamentarios nacionales
y estaduales, que estimula a inversionistas a buscar protección en divisas
fuertes.

Brasil necesita más de 40.000 millones de dólares al año para amortizar,
refinanciar o pagar deudas, intereses y otros servicios. Por eso, sin
inversiones extranjeras, refinanciaciones y crédito comercial suficientes,
el desequilibrio es inevitable y explicaría la necesidad de moratoria o
renegociación de los adeudos.

Sin embargo, Ribeiro entiende que "no hay ningún riesgo de quiebra del país"
, pues casi la mitad de la deuda externa de unos 210.000 millones de dólares
es privada y Brasil dispondrá de 24.000 millones de dólares del préstamo en
espera acordado con el FMI en agosto y formalizado el mes pasado.

Por otra parte, Brasil adoptó el tipo de cambio flotante, que le permite
ajustarse a las necesidades de sus cuentas externas y "está respondiendo
bien" a las actuales dificultades, explicó el economista. "Son pocos los
países que obtienen superávit de 10.000 millones de dólares anuales en su
comercio", argumentó.

Pero todo eso tiene costos. Las sucesivas devaluaciones de la moneda
nacional, que sólo en septiembre perdió 22,4 por ciento de su valor respecto
del dólar, están presionando la inflación.

El Banco Central aumentó de 5,5 por ciento a 6,7 por ciento su previsión
inflacionaria para este año, una proyección que probablemente será superada.

La depreciación del real llevó, por ejemplo, a que el precio de los fideos
aumentara 25 por ciento en los últimos días y el del pan aún más, debido a
que Brasil importa 70 por ciento del trigo que consume.

También el petróleo y sus derivados, así como el gas natural, son productos
cotizados en función de la fluctuación del dólar, y el aumento de sus
precios provoca alzas en cadena.

Por otro lado, se estima que faltará aceite de soja en el mercado, en razón
de que la industria prefiere exportar ante las ventajas de traer dólares al
país. Lo mismo ocurre con el afrecho de soja, amenazando el abastecimiento
de carnes, ya que se trata de un importante alimento ganadero

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Nello

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