Decisivo debate televisado entre aspirantes a la presidencia de Brasil



Leonel Nodal

Río de Janeiro, 3 oct (PL) La elección presidencial en Brasil semeja una
crónica de la victoria anunciada de Luis Inacio Lula da Silva, pero su
favoritismo puede cambiar hoy, tras el último debate televisado con sus
adversarios.
Al igual que la semana pasada, Lula mantuvo el 49 por ciento de los votos
válidos (excluidos los blancos y nulos) en un nuevo sondeo de opinión con
ocho mil electores en 388 municipios, el más amplio realizado hasta ahora,
difundido este jueves por Datafolha.
Todos los analistas políticos subrayan que el tornero mecánico y ex
dirigente metalúrgico, fundador y candidato del Partido de los Trabajadores
(PT), se encuentra a un paso de la victoria en la primera vuelta de los
comicios presidenciales del próximo domingo.
Los rivales de Lula en la carrera presidencial lo siguen a bastante
distancia, pero si hay un segundo y definitivo turno de las
elecciones -previsto para el 27 de octubre- todo indica que su rival será el
candidato gobiernista José Serra, quien suma 22 por ciento de los votos
válidos.
Entre el sondeo de la semana pasada y el presente, Lula mantuvo el 49 por
ciento en esa categoría y Serra subió dos puntos, con lo cual se separó del
tercer colocado, el aspirante del Partido Socialista Brasileño (PSB) Anthony
Garotinho, que tiene 17 por ciento.
En cuarto puesto, sometido a fuertes presiones de sus seguidores situados
más a la izquierda para que renuncie a favor de Lula, el candidato del
Frente Laborista, Ciro Gomes, cayó un punto, y aparece con 11 por ciento.
El debate en cadena nacional de televisión esta noche sellará la campaña de
proseltismo, es la última oportunidad de convencer al cinco por ciento del
electorado que permanece indeciso.
La posición ventajosa de Lula frente a sus adversarios lo convierte en el
blanco de todos, que intentarán arañar su imagen y arrebatarle votos a
cualquier precio.
Sin embargo, como el tercer colocado y experimentado locutor radial Anthony
Garotinho pretende llegar al segundo turno, sus disparos irán con igual
vehemencia contra el líder petista y el candidato de la continuidad
gobiernista.
El debate en la televisión, ante los 115 millones de electores puede ser tan
peligroso como un campo minado, bajo el fuego cerrado del enemigo, en el que
un paso en falso puede resultar fatal.
Un gesto inadecuado, una mueca, un giro expresivo desagradable, un exceso de
maquillaje o la sudoración incontrolable, una palabra mal empleada, un fallo
de memoria, una respuesta chocante, el más mínimo detalle puede manchar de
manera irreparable la imagen del candidato y costarle millones de votos.
No hay más oportunidades de rectificación, después de ese combate con las
armas del carisma y la seducción, se abrirán 48 horas de silencio,
reservadas para que los electores reflexionen y decidan quién será el
presidente de Brasil durante los próximos cuatro años.


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Nello

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