Argentina: la crisi divora qualsiasi soluzione



ECONOMIA-ARGENTINA:
La crisis va devorando cualquier solución

Marcela Valente

BUENOS AIRES, 10 dic (IPS) - La crisis de la economía argentina parece un
monstruo que todo lo devora. Las medidas anunciadas cada semana no consiguen
sino profundizar la recesión, las vías para evitar la suspensión de pagos se
agotan antes de concluidas y quedan descartadas de antemano soluciones de
última instancia.

Por segunda semana consecutiva, el domingo finalizó con un mensaje del
ministro de Economía, Domingo Cavallo, y, al igual que en la instancia
anterior, las medidas anunciadas acentúan el escepticismo y el malhumor de
la sociedad, de las empresas y de los inversores.

Pocos creen en las medidas y muchos esperan la renuncia del ministro.

"Esta es una muy mala señal", opinó este lunes el presidente de la Unión
Industrial Argentina, Ignacio de Mendiguren, al referirse a la eliminación
de planes que Cavallo había adoptado este mismo año para estimular el
crecimiento.

El presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, Manuel Cabanellas,
también rechazó las nuevas medidas, que lo llevan, dijo, a "creer cada vez
menos en las autoridades que gobiernan el país".

Para el ex ministro de Economía Aldo Ferrer, experto en globalización, el
modelo neoliberal aplicado en Argentina desde el golpe de Estado de 1976 ya
no es capaz ni siquiera de respetar sus propias reglas y avanza "hacia el
colapso", sin que se vislumbre una salida política al descalabro.

Nunca antes se habían planteado tantas coincidencias en los análisis a la
hora de ubicar a la crisis argentina en una etapa terminal. Pero la
característica que torna aun más compleja esta crisis es que no se observan,
ni en el oficialismo ni en la oposición, alternativas que carezcan de un
alto costo social.

El malhumor crece y desde este miércoles habrá protestas callejeras de
comerciantes y una marcha de trabajadores al Congreso legislativo, así como
una huega general este jueves.

También se realizará una consulta popular convocada por un frente de
sindicatos y organizaciones sociales para crear un seguro de desempleo que
permita reactivar el mercado interno.

Acosado por 38 meses de recesión y por una crisis financiera, Cavallo dio
marcha atrás este domingo a su propuesta de beneficiar a una treintena de
sectores con rebajas impositivas dispuestas hace nueve meses para aumentar
la competitividad y reactivar la economía.

Los planes incluyeron en poco tiempo a 30.000 empresas y tenían un costo de
1.900 millones de dólares anuales en concepto de impuestos no recaudados. El
ministro consideró que el beneficio fue importante pero los empresarios no
supieron aprovecharlo. En verdad, la demana está paralizada.

Las nuevas medidas siguieron a una semana crítica por la medida oficial de
limitar la extracción de efectivo de los bancos para evitar la quiebra del
sistema. La restricción secó la plaza, retrajo las ventas entre 25 y 70 por
ciento según los rubros, y generó un peligroso incremento de la demanda de
dólares.

La eliminación de los planes de competitividad fue anunciada al regreso de
Cavallo de Washington, donde se reunió con directivos del Fondo Monetario
Internacional (FMI) para destrabar un desembolso de casi 1.300 millones de
dólares que permitiría hacer frente a vencimientos de la deuda que deben
cancelarse esta semana.

El FMI urgió avanzar en un programa sustentable como condición para acelerar
el desembolso, y para los directivos del organismo la sustentabilidad se
alcanza mediante un recorte de gastos cuyas posibilidades de implementación
son difíciles tanto en el plano económico como en el político.

En verdad, en el FMI hay quienes recomendaron una devaluación de la moneda,
pero ante la negativa de Cavallo sugirieron seguir a rajatabla la política
de equilibrio fiscal para el año próximo restringiendo al máximo los gastos
y haciendo más eficiente la recaudación de impuestos.

Las posibilidades de que la eliminación de los planes de competitividad
lleven mayores ingresos al tesoro son inciertas, en la medida en que la acti
vidad económica sigue con una tendencia declinante. Además, no es esa sola
la medida a estudio.

El Ministerio de Economía analiza, además, la posibilidad de aumentar
impuestos y de bajar nuevamente salarios de empleados públicos y las
jubilaciones, remuneraciones todas que ya fueron recortadas dos veces en los
dos años de la presidencia de Fernando de la Rúa, sin que la economía haya
mostrado signos vitales.

El propio De la Rúa admitió este lunes que desde que asumió el 10 de
diciembre de 1999 vive "apagando incendios y afrontando una crisis que es
estructural y viene de antes". No obstante, esta vez su optimismo fue
relativo, y reconoció que si bien la crisis no es la primera, tampoco será
la última.

El gobierno debe enfrentarse con una crisis compleja.

La deuda externa de más de 130.000 millones de dólares equivale a la mitad
del producto de un año, la depresión económica es profunda, el desempleo
asciende a 18 por ciento, el déficit fiscal crece a medida que cae la
recaudación, así como la desconfianza de los inversores por la falta de
perspectivas.

En medio de esta incertidumbre, Cavallo insiste en mantener el régimen de
convertibilidad monetaria que él mismo ideó en 1991 para controlar la
inflación. El sistema sostiene por ley que debe haber un dólar en reserva
para respaldar cada peso, la moneda argentina, cotizada así a la par con la
divisa estadounidense.

En los últimos días, la desconfianza llevó a numerosos ahorristas a
convertir su dinero y comenzó a advertirse entonces que los dólares no
serían suficientes para abastecer la demanda en aumento.

Así, tanto en un incipiente mercado informal como en países vecinos del
Mercado Común del Sur (Mercosur, integrado también por Brasil, Paraguay y
Uruguay, y al que Chile está asociado), la devaluación parece un hecho.

Este nuevo fenómeno, controlado apenas por la retención obligada de efectivo
en los bancos, hizo que quedara virtualmente descartada la vía de la
dolarización como recurso de última instancia de la convertibilidad.

El ex presidente Carlos Menem (1989-1999), que había propuesto adoptar la
moneda estadounidense, consideró este sábado que "ya es tarde" para hacerlo
sin devaluar antes pues el valor real del dólar debería ser de entre 1,20 y
1,30 pesos.

Las reservas de 34.000 millones de dólares existentes cuando asumió De la
Rúa se redujeron a 14.000 millones en los últimos días. Por eso, si bien
para Cavallo la dolarización de la economía sería una posibilidad
contemplada dentro del régimen de convertibilidad, ya parece de difícil
aplicación.

Finalmente, el canje de títulos de la deuda pública, que prevé reducir el
costo de los intereses para 2002, fue exitoso en la medida en que se
presentó la mayoría de los tenedores, pero ya dejó de tener un impacto
positivo en la percepción de los economistas e incluso entre los organismos
multilaterales de crédito.

Después de intentar otros programas de refinanciación, Cavallo adoptó un
canje forzoso de títulos para recuperar papeles que pagaban altas tasas de
interés por otros que no superaran siete por ciento.

Se presentaron tenedores con más de 50.000 millones de dólares, pero resta
la renegociación con los inversores del exterior.

En este sentido, tanto el FMI como diversos analistas observan ahora que la
tasa de interés que se ofrezca a los tenedores del exterior debería ser más
baja aun de siete por ciento para que la rebaja del costo de la deuda tenga
un impacto positivo en las cuentas públicas y permita restablecer la
confianza.

El economista Jorge Remes Lenicov, también diputado del opositor Partido
Justicialista, sostuvo que la tasa de interés del tramo externo del canje de
la deuda pública no debería superar dos por ciento. Pero esa tasa impediría
asegurar una renegociación exitosa.

Por último, en el ámbito político la tensión crece tanto en el oficialismo
como en la oposición. Angel Rozas, presidente de la Unión Cívica Radical al
que pertenece De la Rúa, sostuvo este lunes que "políticamente no hay mucho
margen para seguir por el camino del ajuste, y socialmente menos".

Más críticos aún, legisladores del Partido Justicialista, que a partir de
este lunes son la primera minoría en ambas cámaras, ya anticiparon que
resistirán nuevas medidas de ajuste.

Algunos gobernadores de ese partido advirtieron, además, que "ya están
rotos" los lazos para dialogar con el ministro Cavallo por un ajuste de
gastos en las provincias que administran.

En definitiva, el país atraviesa una crisis terminal, y las alternativas que
van emergiendo para una solución aunque sea parcial son inmediatamente
deglutidas por el ritmo vertiginoso de la caída.



Nello

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