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Operazione Condor / Giustizia: interrogato Pinochet
- Subject: Operazione Condor / Giustizia: interrogato Pinochet
- From: Cristina Mihura <c.mihura at imailbox.com>
- Date: Sun, 26 Sep 2004 10:29:35 +0200
La Repubblica
26 Settembre 2004
Pagina 18 - Esteri
http://www.repubblica.it
IL CASO
Piano Condor: interrogato Pinochet
SANTIAGO DEL CILE - Il giudice Juan Guzman si è recato nella casa di
Augusto Pinochet, per compiere il primo interrogatorio dell´ex dittatore a
proposito della sua partecipazione all´Operazione Condor. Concepita alla
fine del ´75, l´Operazione Condor permise alle polizie delle dittature
sudamericane di agire impunemente per eliminare gli oppositori politici.
Alla luce delle risposte di Pinochet, il giudice stabilirà se esistano
responsabilità dell´ex dittatore nella morte violenta di 19 oppositori
cileni del regime. Pinochet e Guzman si erano già trovati faccia a faccia
nel 2001 durante il processo sulla "Carovana della morte", ossia la
scomparsa di prigionieri politici dopo il golpe del ´73. In
quell´occasione, Guzman aveva disposto gli arresti domiciliari per l´ex
dittatore. L´anno dopo, però, a Pinochet fu riscontrata una «demenza
vascolare» che indusse la Corte Suprema a stabilire il non luogo a
procedere. Anche nel caso attuale, i legali di Pinochet tentano la
strategia della dilazione. Chiedendo la ricusazione del giudice Guzman,
erano riusciti a far sospendere gli interrogatori previsti il 6 e il 9
settembre, finché la Corte d´appello non ha confermato Guzman.
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La Nación, Chile
26 de septiembre de 2004
http://www.lanacion.cl
MINISTRO DE FUERO JUAN GUZMÁN LO INTERROGÓ POR OPERACIÓN CÓNDOR
Pinochet negó todo
Todos los indicios apuntan a que el magistrado no resolverá su
procesamiento sin antes practicarle tests neurosicológicos probablemente el
jueves 30 de septiembre.
Jorge Escalante
Siete minutos antes de las 11 horas llegó a Los Flamencos el ministro de
fuero Juan Guzmán. Se retiró del lugar al mediodía.
Tal como se preveía que ocurriera, el ex dictador Augusto Pinochet se
declaró inocente de los crímenes de la Operación Cóndor y dijo al juez Juan
Guzmán que él sólo se preocupó de “las cosas del Estado y cosas
importantes”, pero no de las “cuestiones menores”. De éstas se encargaron
“los mandos medios” y el director de la DINA, Manuel Contreras.
El ex jefe del Ejército negó haber tenido conocimiento de que detenidos
políticos desaparecieron en el marco de esa operación y rechazó que los
servicios de inteligencia de países vecinos del cono sur de América
detuvieran a chilenos en esas naciones y luego los entregaran a agentes de
la DINA que viajaron desde Santiago a buscarlos.
Si bien Pinochet no negó ante Guzmán que desayunaba casi a diario con
Contreras, como éste último lo ha sostenido desde siempre, precisó que esas
conversaciones se limitaban a asuntos “de la conducción del Estado” y no al
trabajo específico de la DINA.
Tampoco quiso reconocer a alguna de las 19 víctimas que se le nombraron y
de las que trata el proceso, si bien no desconoció que en noviembre de
1975, en Santiago, hubo una reunión de representantes de servicios de
inteligencia de varios países sudamericanos y en la que fue anfitrión el
‘Mamo’. No obstante, descartó que en esa ‘cumbre’, en la que participaron
delegados militares de Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil, Ecuador,
Bolivia y Perú, se decidiera y planificara el secuestro y desaparición de
opositores.
CORDIALIDAD Y RESPETO
Fuentes militares dijeron a La Nación Domingo que el trato que se
escenificó entre Pinochet -quien estuvo vestido formalmente de terno y
corbata- con Guzmán fue “cordial y de respeto mutuo” y que toda la
diligencia en Los Flamencos ocurrió “dentro del marco de caballerosidad que
corresponde”. El ministro de fuero afirmó a la salida de su despacho en el
palacio de tribunales, luego de cumplida la diligencia, que ésta se efectuó
“con la mayor dignidad y respeto y con respeto de los derechos humanos”.
Guzmán informó que debió “resumir” el cuestionario que llevaba preparado,
de unas 15 preguntas, dado que Pinochet se veía cansado. Las preguntas del
magistrado estuvieron dirigidas a los aspectos fundamentales de la
Operación Cóndor, pero evitó entrar en detalles.
Ahora el juez espera que los abogados querellantes le presenten una
solicitud para que someta a proceso a Pinochet, ordene su arresto
domiciliario y embargue sus bienes, “como corresponde en derecho”, según
afirmaron los abogados Eduardo Contreras y Hugo Gutiérrez.
Sin embargo, todo apunta a que el magistrado no resolverá el enjuiciamiento
de Pinochet sin antes ordenar que se le practiquen tests neurosicológicos
abreviados respecto de los prolongados que se le hicieron en enero de 2001,
cuando lo procesó por los crímenes de la Caravana de la Muerte. Según
fuentes de la defensa, los exámenes se realizarían el jueves 30 en la casa
del ex jefe militar y serían practicados por un solo perito que designe el
juez, más dos peritos adjuntos por cada una de las partes.
EXÁMENES MÉDICOS
Sólo después de conocer los resultados, el magistrado resolvería si encausa
o no a Pinochet. El nudo central es que el juez se informe sobre cuál es el
real estado de salud mental del ex dictador, para saber si está en
condiciones de enfrentar un juicio. Si evalúa que lo está, lo más probable
es que lo procese. Pero si los resultados muestran que no lo está,
probablemente no lo declare reo y lo absuelva.
De todas formas, si Guzmán lo procesa o no, el caso seguirá hasta las
cortes y pasarán algunos meses hasta que exista una resolución definitiva
respecto si Pinochet sigue o no siendo sujeto procesal activo en la causa
Operación Cóndor.
El ministro de fuero llegó siete minutos antes de las 11 de la mañana a la
casona de Pinochet, ubicada en calle Los Flamencos, en Lo Barnechea, y se
retiró del lugar justo una hora después junto con sus escoltas, su actuaria
y la secretaria de la Corte de Apelaciones en dos vehículos de
Investigaciones. Al lugar también arribó uno de los abogados de su defensa,
el coronel (R) Gustavo Collao, y un médico que asiste a Pinochet en su
domicilio.
Collao declaró brevemente al salir que “mi general Pinochet contestó con la
dignidad de soldado, de hombre y ex Presidente de la República”, y agregó
que dio las respuestas al magistrado, “a pesar de su estado de salud y de
sus problemas físicos”.
Durante los 60 minutos que duró la diligencia, incluyendo el tiempo de
preparativos técnicos y lectura final de Pinochet del acta -que firmó sin
problemas- sólo llegaron a apoyarlo a las inmediaciones de la residencia
cuatro adultos y dos niños que levantaron banderas chilenas, lanzaron dos o
tres gritos y se fueron. También salió desde el interior de la residencia
su hija Jacqueline, la que no hizo declaraciones.
Fuentes del Ejército habían informado, el viernes por la tarde, que
Pinochet se encontraba en cama, pero que se levantaría al día siguiente
especialmente para recibir al juez, lo que así ocurrió. Por unos instantes
se pensó en que el ex gobernante de facto sería de nuevo internado en el
Hospital Militar para hacer fracasar el interrogatorio, el cual se realizó
finalmente luego de dos intentos frustrados por recursos que interpuso su
defensa.