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Messico: gli Usa gia' delineano il loro dopo cancun



México D.F. Miércoles 17 de septiembre de 2003
 A pesar del fracaso de la OMC, insistirá EU en impulsar el libre comercio,
afirma
El capitalismo en México era ''de compinches'': Roger Noriega
 El nuevo encargado para asuntos de AL, veterano anticomunista, respalda la
idea del presidente Fox sobre reformas económicas  Afirma que su gestión se
medirá por el éxito en ayudar a pobres de la región  Se puede recuperar el
ímpetu en discusiones sobre migración
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
http://www.jornada.unam.mx/017n1eco.php?origen=index.html&fly=1
Washington, 16 de septiembre. Roger Noriega, ex asesor del senador Jesse
Helms y ahora nuevo subsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos, se
describe como un ideólogo comprometido con la ampliación del libre comercio
y el libre mercado, pero como nieto de inmigrantes mexicanos también
entiende que los fracasos del modelo económico en México es lo que ha
obligado a tantos a emigrar a Estados Unidos.
En entrevista con La Jornada y corresponsales de otros medios mexicanos, un
día después del fracaso de la reunión ministerial de la Organización Mundial
de Comercio en Cancún, Noriega reconoció que existe la percepción de que los
pobres han sido excluidos del proceso de liberalización de los mercados en
algunas partes de América Latina y ese es un tema que se necesita abordar.
Pero, dijo, los problemas en Cancún no disuadirán a Estados Unidos de
promover acuerdos de libre comercio en el continente. ''Trabajaremos con
quien esté dispuesto a sumarse a una agenda de libre comercio y protección
de la inversión'', subrayó.
El problema en algunas partes de América Latina, y ciertamente en México,
indicó Noriega, es que el modelo económico fue diseñado para proteger las
ventajas y oportunidades de las clases privilegiadas, y no para beneficiar
al pueblo en general. ''Había más un capitalismo de compinches que
capitalismo'', dijo. ''En México había un solo partido político que
esencialmente controlaba la oportunidad económica y política en función de
su interés''.
En esta perspectiva el problema no eran las reformas económicas de libre
mercado, sino que no se aplicaban plenamente, explicó. ''Es como cuando uno
toma un antibiótico, si sólo toma la mitad de la dosis se arriesga a
reforzar la enfermedad... Si uno sólo aplica la mitad de las medidas de
reforma económica y apertura, puede acabar con alguna forma distorsionada de
capitalismo y éste no es sustentable''.
El nuevo encargado de la política exterior estadunidense para América Latina
cree que la elección del presidente Vicente Fox en 2000 ofreció una
oportunidad para cambiar estas políticas económicas en México y construir
una nueva sociedad basada en la plena vigencia de las reformas de libre
mercado. En ese entonces redactó un memorando para su jefe Jesse Helms con
el argumento señalado.
Pero en la entrevista esta semana señaló que Fox está en lo correcto al
reconocer que existe una ''agenda incompleta'' que necesita avanzar para que
estas reformas tengan éxito en beneficiar a toda la sociedad.
Sentado en su amplia oficina en el octavo piso del Departamento de Estado en
esta capital y rodeado de fotografías del ex presidente Ronald Reagan,
Noriega insistió en que su agenda hacia México y América Latina sería medida
por el éxito que obtenga para ayudar a los pobres de la región. De hecho, el
hombre cuyo nombramiento fue registrado por The New York Times con la
cabeza: ''Bush nombra a veterano anticomunista en puesto clave para
(América) Latina'', a veces parece hablar con un tono populista.
Cuando fue investido del cargo en el Departamento de Estado, Noriega expresó
la esperanza de que su éxito ''sería no medido sobre si hicimos la vida un
poco mejor para los muy ricos, sino si la hicimos mucho mejor para los muy
pobres, más libre para los que están oprimidos y más esperanzadora para
aquellos que están desesperados''.
En la amplia entrevista, el nuevo subsecretario describió su visión de una
relación amplia y mutuamente benéfica con México. Existen, señaló,
oportunidades para ''recuperar algo del ímpetu'' en las discusiones en torno
a la migración, y añadió que hay gran satisfacción por el nivel de
cooperación otorgado por México en asuntos de seguridad después de los
atentados del 11 de septiembre.
Pero Noriega rechazó que México haya hecho mucho para Estados Unidos desde
el 11 de septiembre a cambio de poco, particularmente en asuntos de alta
prioridad para el liderazgo político mexicano. ''No lo veo como un libro de
contabilidad, donde tenemos que equilibrar cuentas'', afirmó.
Insistió en que la relación de Estados Unidos con México es benéfica para
ambos lados, y destacó los esfuerzos del gobierno de George W. Bush por
facilitar el envío de remesas a territorio mexicano y las pláticas que
evolucionan sobre una ''asociación para la prosperidad'' que promovería
inversiones estadunidenses en su vecino del sur.
El nuevo subsecretario no cree que la relación bilateral se haya dañado por
las diferencias de opinión en torno al asunto de Irak. ''Desde el punto de
vista del trabajo en asuntos claves para ambos gobiernos, realmente no
perdimos el paso'', sostuvo. Pero este nieto de inmigrantes mexicanos que
llegaron a este país para trabajar en los ferrocarriles, nacido en Kansas,
está sorprendido por la ''virtual ausencia'' de debate público entre los
mexicanos sobre las discusiones en la Organización de Naciones Unidas en
torno a Irak y el papel de México en el ámbito internacional.
''La histórica victoria del presidente Fox fue una oportunidad de desechar
algunas de las nociones preconcebidas sobre el lugar de México en el mundo.
Yo creo que eso es importante'', estimó Noriega. ''Con todo respeto, creo
que ese tipo de debate provechoso llevaría a la mayoría de la gente en
México a valorar la relación con Estados Unidos, a reconocer que su
proximidad y relación con Estados Unidos es un beneficio magnífico y
extraordinario para México''.
Desde su puesto como el más alto funcionario del Departamento de Estado
responsable para las relaciones interamericanas, no hay duda de que Noriega
es un actor político y partidario de las causas promovidas, primero por
Reagan, y ahora por el presidente Bush. En un foro en el Centro de Estudios
Estratégicos e Internacionales, Noriega declaró la semana pasada que ''el
gran debate entre los autoritarios, teóricos de la dependencia y marxistas
no reconstruidos por un lado, y los promotores de la democracia y los
mercados por el otro, ya concluyó. La democracia y los mercados ganaron''.
Advirtió que ''hay aquellos radicales que buscan sembrar el descontento, la
inquietud y hasta la violencia. Pero los enfrentamos juntos, y sólo pueden
florecer si fracasamos en cumplir con la promesa de democracia genuina y
libertad económica''