[Latina] I: [ATTAC] INFORMATIVO XVI.855 - El paradigma securitario




Da: Grano de Arena
Inviato: ‎19/‎04/‎2016 10:09
A: attac-informativo at attac.org
Oggetto: [ATTAC] INFORMATIVO XVI.855 - El paradigma securitario

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INFO XVI.855
18 de abril de 2016
informativo at attac.org <mailto:informativo at attac.org>
http://attac-info.blogspot.com

El paradigma securitario

Mundo

*“LAS EMPRESAS NOS VIGILAN MEJOR QUE LOS ESTADOS” <#EMPRESAS>.* El
experto en geopolítica analiza en su último libro el ‘Imperio de la
vigilancia’ que impone la última tecnología.

*LOS ALIMENTOS NO SON MERCANCÍA <#ALIMENTOS>* Si bien desde hace
décadas, en instancias internacionales, los gobiernos han asumido
compromisos para lograr un planeta que garantice una alimentación digna
para todos y todas, el hambre perdura como un asunto crítico irresuelto.

*POLÉMICA EN ITALIA POR PLATAFORMAS PETROLERAS CERCA DE LAS PLAYAS
<#ITALIA>* Los italianos se pronunciarán en las urnas si hay que revocar
o no las concesiones para la extracción de gas y petróleo de los
yacimientos marítimos situados a menos de 12 millas náuticas (22 km) de
la costa, y en un caso incluso a 2 kilómetros de una playa cerca de
Rávena, en el Adriático.

Latinoamérica

*LOS CONTINUADORES DE LA CASA GRANDE ESTAN <#CONTINUADORES>* De vueLta
Toda crisis entresaca las gangas y trae a la luz lo que ellas escondían,
pues estaban siempre actuando en las bases de nuestra sociedad. Ahí
están las raíces últimas de nuestra crisis política, nunca superada
históricamente; por eso, de tiempo en tiempo surgen con virulencia: el
desprecio y la humillación de los pobres

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Mundo

*“LAS EMPRESASNOS VIGILAN MEJOR QUE LOS ESTADOS”*

Izaskun Sánchez Aroca

1De la mano de Barack Obama, Google planea su aterrizaje en Cuba. Mark
Zuckerberg pide en el Mobile World Congress de Barcelona internet “para
los más pobres” y Apple se niega a dar los datos del teléfono de un
presunto terrorista al Gobierno estadounidense. Las GAFAM (Google,
Amazon, Facebook, Apple y Microsoft), reinas de Silicon Valley, mueven
ficha. Buscan mercado y fidelizar a sus clientes. En el mundo hay 4.100
millones de personas sin acceso a internet que viven desconectadas de
ese Imperio de la vigilancia (Clave Intelectual, 2016) del que Ignacio
Ramonet habla en su último libro.

Conversamos con este experto en geopolítica, cofundador de ATTAC y
director de la edición española de Le Monde Diplomatique sobre la crisis
sistémica global, sus vínculos con las tensiones entre seguridad y
libertad y el panóptico tecnológico en el que vivimos.

¿Qué es esto del imperio de la vigilancia?

El imperio de la vigilancia es esta especie de articulación que se ha
creado entre los Estados, las grandes empresas que dominan internet y
los sistemas de inteligencia. Es el resultado de la facilidad técnica
que existe hoy para vigilarnos a partir del momento en que cada uno de
nosotros y nosotras, en los países desarrollados, decidimos
voluntariamente equiparnos con aparatos como los teléfonos móviles, los
Ipad o los ordenadores. Nos hemos dotado de sistemas que le permiten a
organizaciones del Estado o grandes empresas vigilarnos. Esto es lo
nuevo con respecto a la vigilancia histórica. Consideramos que la
existencia de estos instrumentos amplía el perímetro de nuestra
libertad, pero al mismo tiempo ampliamos la superficie de nuestra
vigilancia.

La vigilancia es un accidente. Paul Virilio dice que cada vez que se
hace un avance tecnológico surge un accidente no previsto. Cuando se
inventa la electricidad se inventa la electrocución, cuando se inventa
internet se inventa la vigilancia de masas. Antes la vigilancia era un
fantasma, un temor paranoico porque era imposible vigilar a todo el
mundo. Hoy la vigilancia es posible.

Parece que esta vigilancia, que implica la pérdida de libertades, se
ampara y legitima en un discurso sobre la seguridad. ¿Qué rol juegan los
medios de comunicación avalando este paradigma securitario?

Los medios juegan un rol muy conservador con la idea de que si los
Estados establecen un sistema de vigilancia es para protegernos. Es una
especie de trueque. Yo te doy seguridad y tú me das tu libertad, o una
parte de ella. Los medios se adhieren a eso. El problema es que si para
combatir el terrorismo liquidamos el conjunto de las libertades
democráticas, pagamos un precio demasiado alto y uno de los objetivos
del terrorismo se consigue. Cuidado con este negocio falseado porque la
seguridad total no existe, los propios gobernantes hablan constantemente
de que están tomando todas las precauciones pero no pueden garantizar
que no haya un atentado. En cambio, la libertad sí que se puede
disminuir mediante leyes.

¿Qué riesgos tiene ese discurso?

Tiene el riesgo de que de esa manera estemos liquidando libertades
fundamentales. ¿Qué diferencia hay entre una dictadura y una democracia?
Que la dictadura te controla, te condiciona, te vigila sin que estés
informado de ello. Pero si actualmente nos vigilan, ¿dónde está la
verdadera democracia?

¿Existe un techo de cristal en este espionaje, en este control de la
población? ¿Hasta dónde se pretende llegar?

El objetivo es crear lo que llamo la justicia predictiva. Existen dos
obras que imaginaron sociedades distópicas, totalmente vigiladas. Una es
1984 (1949) de George Orwell y otra Minority Report (1956) de Philip K.
Dick. 1984 es una sociedad completamente vigilada a través de la
tecnología. Minority Report habla de un aparato que esencialmente sirve
para prevenir el crimen. Se vigila a toda la población con un objetivo
preciso de evitar el crimen. Se detiene a la persona por un crimen que
aún no ha cometido. En Francia hay un artículo de la ley que lo permite.
La intención del crimen ya es un crimen.

Hablas mucho de que el objetivo de este control es la supuesta seguridad
pero también existe una parte comercial, de venta de datos a gobiernos y
multinacionales.

La novedad es que ahora nos vigilan las empresas y lo hacen mejor que
los propios Estados. Cuando el Estado quiere vigilarte le pide a tu
proveedor telefónico la lista de tus llamadas. Es tu proveedor
telefónico el que te vigila. El Estado, los gobiernos también le van a
pedir a Google la lista de lo que has consultado, porque lo tiene todo.
Esto es lo que explica que empresas como Google, que no venden nada,
sean las más ricas del mundo, porque venden nuestros datos.
La otra cara de la moneda sería la potencialidad que tienen todas estas
redes como Facebook o Twitter para promover movilizaciones.

No se trata de condenar internet, es un avance fundamental, se trata de
estudiar el accidente, qué es la vigilancia y cómo reducirlo y protegerse.

Esa vigilancia se incrementó mucho a partir del 11S. Ahora, la situación
en Europa ha cambiado mucho. La crisis de los refugiados o la guerra en
Siria necesitan nuevos marcos de interpretación.

¿Qué análisis geopolítico hace?

Estamos en un momento de transición. El periodo de estos últimos 20 años
ha estado marcado a escala geopolítica por la crisis de Oriente Medio,
que ahora estalla con las cuestión de Siria, y también por la hegemonía
de China. En este momento, China está cambiando de modelo económico y de
desarrollo, lo que tiene una repercusión muy grande. La caída del precio
de las materias primas es algo nuevo en estos 20 años, que se han
caracterizado por una subida incesante de las commodities y por el hecho
de que muchos países del sur aprovecharon esta situación para
transformarse, hasta el punto de que se pudo hablar de países
emergentes, los BRICS, se creó el G20... De los emergentes ya no se
habla, muchos están en crisis. En América Latina el ciclo está cambiando
y en Europa los partidos consolidados han visto reducir su solidez.

¿Cómo influye este cambio en las crisis de los distintos gobiernos de
izquierdas de América Latina?

Mucha gente lee el cambio de ciclo en América Latina como si de repente
la oposición tuviera argumentos, pero no los tiene. El cambio de ciclo
político es consecuencia de un cambio de ciclo económico que se basaba
en tres pilares. Por un lado, China tenía un crecimiento muy elevado,
acompañado de una política de ser la fábrica del mundo para la
exportación de productos, para lo cual tenía que importar muchísimas
materias primas de América Latina, entre otros sitios.

En segundo lugar, el precio del petróleo ha caído por distintas razones
muy complejas, como rivalidades entre Arabia Saudí y Estados Unidos o el
fracking. En último lugar, el dólar ha subido mucho, lo cual encarece
las inversiones, que ya no vienen a América Latina. Son tres parámetros
que han cambiado la economía latinoamericana. Los países que antes
tenían muchos recursos por el precio de las materias primas, por los
inversores o por el precio del petróleo ya no pueden distribuir como lo
hacían antes. Ecuador, por ejemplo, ha tenido que reducir su presupuesto
en 2.000 millones de dólares a pesar de ser un país muy bien
administrado. Otro ejemplo es Bolivia, que va a tener dificultades
porque el gas es muy importante en la exportación.

En 15 años muchas sociedades en Latinoamérica han cambiado. Decenas de
miles de personas han salido de la pobreza y se han integrado en las
clases medias por lo que el discurso del poder no puede ser el mismo.
Las ambiciones de estas clases medias no son las mismas que las de las
clases populares anteriores. La gente ya no se contenta con tener
escuela. En Bolivia, Ecuador y Venezuela se eliminó el analfabetismo. En
Venezuela se construyeron once universidades que no existían. Pero la
respuesta mediante la cantidad ya no es suficiente para millones de
personas que ya están acostumbradas a tener escuela. Lo que quieren es
que haya una buena escuela, hospitales de calidad y transportes públicos
eficaces. Muchos de estos gobiernos no han sabido contestar a estas
demandas. En Venezuela se perdieron las elecciones legislativas, pero la
oposición sólo ganó 300.000 votos. Quien perdió fue el chavismo, que
perdió dos millones de votos. En Bolivia se ha perdido el referéndum.
¿Era necesario hacer este referéndum para alguien que está 10 años en el
poder? La respuesta la ha dado la ciudadanía. No era indispensable. Has
cambiado la sociedad. Ahora es más culta, está mejor cuidada, no la
puedes tratar como si fuera lo contrario.

/Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/global/29838-empresas-nos-vigilan-mejor-estados.html/


*LOS ALIMENTOSNO SON MERCANCÍA *

2Si bien desde hace décadas, en instancias internacionales, los
gobiernos han asumido compromisos para lograr un planeta que garantice
una alimentación digna para todos y todas, el hambre perdura como un
asunto crítico irresuelto.  En 1974, la Conferencia Mundial de las
Naciones Unidas sobre la Alimentación, precisamente, estableció como
objetivo: “dentro de una década ningún niño se irá a dormir con hambre…
ningún ser humano se verá afectado por la desnutrición”.

Hoy, alrededor de 795 millones de personas padecen hambre en el mundo. 
Más de 34 millones son de América Latina y el Caribe, región que produce
y exporta más alimentos en el planeta, pero también donde hay mayor
desigualdad e injusta distribución de la riqueza.  Según declaraciones
de José Graziano da Silva, Director General de la FAO, en la XXXIV
Conferencia Regional de este organismo, realizada en México del 29
febrero al 3 marzo de 2016, se acordó “acabar con el hambre y la
malnutrición en menos de diez años”.

Buenos propósitos, magros resultados.  ¿Por qué?  Por insistir en
soluciones erradas, pero que benefician con creces a los grandes
intereses que se mueven en este campo sobre la base, entre otros, de dos
mitos: la escasez y el incremento de la producción y la eficiencia.  La
realidad es que no hay falta de alimentos, pues el sector campesino está
en capacidad de producir alimentos para todo el mundo, pero sí
abundantes intereses mercantiles en la alimentación que se traduce en
una distribución inequitativa.

En los años ’60, como “solución” se impulsa la llamada revolución
verde de la agricultura que con el tiempo terminó por establecer un
reparto cada vez más injusto, la pérdida de diversidad biológica y de
suelos fértiles, y una creciente dependencia alimentaria supeditada al
agronegocio.  Y, hoy, como relevo, se pretende dar continuidad a lo
mismo a partir de una nueva revolución tecnológica: la biotecnología
asociada a la ingeniería genética, impulsada por un puñado de
corporaciones que busca el control monopólico del sistema alimentario
global.

De hecho, desde la década de los ’90 asistimos a una nueva fase del
capitalismo hegemonizada por el capital financiero y las corporaciones
transnacionales[1], que pasan a controlar la producción y el comercio
mundial de las principales mercancías.  Situación que repercute en
cambios estructurales en la producción agrícola, debido al despliegue de
un nuevo modo de producir basado en el monocultivo, con el uso extensivo
de la tierra y la búsqueda de la mayor escala posible, el empleo
intensivo de agrotóxicos y de la mecanización, y la imposición de
semillas propietarias y transgénicas.

En esta nueva fase, se va diluyendo la distinción entre banca y empresas
comerciales de materias primas, al tiempo que los bienes comunes –como
la tierra, el agua, la energía, los minerales, etc.- se tornan en meras
mercancías.  Y es así que la presencia de actores financieros en el
sistema alimentario global ha dado pábulo para que se monte la
manipulación especulativa del mercado de alimentos, porque ahora éstos
se transan en las bolsas de valores internacionales.  ¿Se acuerdan de la
crisis alimentaria que explotó en 2008?

Una alternativa político-estratégica

Reivindicando el principio que la alimentación es un derecho humano y no
una mercancía más, el movimiento internacional Vía Campesina propone la
noción de la soberanía alimentariacomo alternativa político-estratégica
al agronegocio y su matriz socialmente injusta; económicamente inviable;
subordinada a grandes corporaciones (cuyo propósito es el incremento de
sus ganancias), insustentable para el medio ambiente; y con una

[il messaggio originale non è incluso]