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[Latina] Juan Almonte Herrera, un caso emblemático de desaparición forzada en República Dominicana
- Subject: [Latina] Juan Almonte Herrera, un caso emblemático de desaparición forzada en República Dominicana
- From: annalisa melandri <annalisamelandri at yahoo.it>
- Date: Sun, 10 Nov 2013 02:25:55 +0000 (GMT)
- Reply-to: annalisa melandri <annalisamelandri at yahoo.it>
Juan Almonte
Herrera, un caso emblemático de desaparición forzada en República Dominicana
El 28 de septiembre de 2009, Juan
Almonte Herrera, de 50 años, de profesión contable, miembro del Comité
Dominicano para la Defensa de los Derechos Humanos, vicepresidente del partido izquierdista del Movimiento de
Unidad Dominicana (MUNDO), según testigos oculares fue
detenido por la Unidad Anti-Secuestro de
la Policía Nacional dominicana, mientras regresaba a su trabajo en Santo Domingo.
Desde entonces, para la familia del reconocido político y activista empezó una pesadilla que sigue hasta la fecha.
Su esposa, sus siete hijos, su mamá y su hermana no se han cansado de buscarlo,
tocando todas las puertas, dentro y fuera del país. Sin embargo la única respuesta
que han recibido por las autoridades dominicanas ha sido silencio y solo
silencio.
Esa pesadilla la conocen y la condenan internacionalmente todos los
organismos de defensa de derechos humanos y lleva el nombre de desaparición
forzada, o sea el «arresto, la
detención, el secuestro o cualquier otra forma de privación de la libertad que
sean obra de agentes del Estado o por personas o grupos de personas que actúan
con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la
negativa a reconocer dicha privación de libertad o del ocultamiento de la
suerte o el paradero de la persona desaparecida, sustrayéndola a la protección
de la ley» (artículo 2 de la Convención Internacional para la Protección de
Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas). Desde 1983 además es
considerada como un crimen contra la
humanidad por la Organización de los Estados Americanos (OEA). Es, por lo
tanto un crimen imprescriptible y
continuado, sin posibilidad de indulto o de amnistía.
Dos horas después de la detención del señor Juan Almonte, el mismo jefe de la Policía
Nacional en ese entonces, el general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, declaró en rueda de prensa que el activista era buscado por la policía en relación al
secuestro de Eduardo Baldera Gómez, un joven de 19 años de edad que después de
haber sido secuestrado por 22 días había logrado fugarse de sus raptores en
circunstancias tan extrañas que dejaron dudas respecto a
toda la historia del secuestro. Dudas nunca aclaradas.
Días después la Policía Nacional declaró Juan Almonte prófugo, y hasta
la fecha ha mantenido esta postura, negada rotundamente por la familia.
Cabe señalar que además de Almonte, relativamente al secuestro Baldera
Gómez, habían sido apresadas otras dos personas, ambas militantes de izquierda,
vinculadas políticamente a Juan Almonte, o sea William de Jesús Checo y Cecilio Díaz, quienes fueron ejecutados por
miembros de la Policía Nacional después de haber sido apresados y esposados. En aquellos días
decenas fueron las detenciones, entre las cuales la de la joven hija de Cecilio
Díaz quien fue torturada y maltratada por la policía y los allanamientos sin
ninguna orden judicial del Ministerio Publico. El mismo presidente del Comité
Dominicano para la Defensa de los Derechos Humanos fue involucrado en el
secuestro.
Justo este año han empezado los
juicios contra los cinco policías y un miembro de la Marina de Guerra acusados
de ejecución extrajudicial en la
muerte de William de Jesús Checo y Cecilio Díaz. La prensa había captado
imágenes de los detenidos, vivos y esposados, en una camioneta de la policía.
Horas después el jefe de la Policía Nacional declarò que había muerto en un “intercambio
de disparos”.
Al mismo tiempo, algunos días
después de la desaparición de Juan Almonte, en sede judicial se trató de
vincular al abogado Manuel María Mercedes, presidente de la Comisión Nacional
de los Derechos Humanos (CNDH), en el mismo caso del secuestro.
Una primera denuncia de Habeas Corpus fue presentada por la familia el 30 de septiembre
de 2009, algunos días después de la
desaparición, logrando que la Segunda Sala Penal del Distrito Nacional
de Santo Domingo el 2 de octubre de ese mismo mes ordenara a las autoridades su
inmediata liberación. Esa instancia además concluyo que Almonte había sido detenido sin orden de
juez competente. Fue entonces, dos días más tarde que la Policía Nacional lo
declaró prófugo.
La familia y los amigos denunciaron también hostigamientos de varias
formas, llamadas telefónicas amenazando
que dejaran de dar publicidad al caso, y
vigilancia en las cercanías de sus habitaciones. La esposa de Juan Almonte, Ana
Josefina Montilla y sus hijos pidieron
protección a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos y tuvieron que mudarse en Estados Unidos por
seguridad personal.
A finales de octubre de 2009,
fueron encontrados dos cadáveres calcinados en un auto y la hermana de Juan
Almonte pudo identificar en uno de ellos el cuerpo de su familiar. Sin embargo
las pruebas del ADN realizadas, sobre las cuales hubo denuncia de
irregularidades, dieron resultado
negativo.
¿Por qué
desaparecer y ejecutar miembros de la izquierda dominicana y defensores de
derechos humanos?
Para poder entender el contexto político en que ocurren todos estos
acontecimientos, el secuestro de Eduardo Baldera Gómez, la desaparición de Juan
Almonte y la ejecución extrajudicial de los dos demás miembros del Movimiento de Unidad Dominicana (MUNDO) William de Jesús
Checo y Cecilio Díaz, podemos hacer referencia en las declaraciones entregadas por Genaro
Rincón, abogado de Juan Almonte, en la
audiencia pública convocada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en
San José de Costa Rica el 23 de febrero de 2012.
Los hechos ocurren, declara el abogado Genaro Rincón, «en
momentos en que el presidente de la República Dominicana (Leonel Fernández
Reina, nda) es electo por tercera vez al mando del país en mayo de 2008».
Explica Genaro Rincón que El Movimiento de Unidad Dominicana era un partido de izquierda «que en aquellos días se había dedicado a trabajar en las comunidades en
procura de organizar a grupos de personas para que exigieran reivindicaciones
no cumplidas por el Estado dominicano».
Respecto a la figura de Juan Almonte aclara que el militante y político «desde enero del año 2009 hasta septiembre
del año 2009, como responsable político de la región noroeste, hacía las
acciones sociales en ese lugar y es ahí donde presuntamente secuestran al joven
Eduardo Baldera Gómez que es la imputación que el estado le realizó a él y otros miembros del
Movimiento de Unidad Dominicana, el Comité Dominicano de Derechos Humanos y el
movimiento Gregorio Luperón y otras organizaciones sociales».
Las manifestaciones habían tenido ya la acogencia de sectores sociales
importantes como los pequeños y medianos
productores y medianos empresarios y comerciantes. «Es ahí que ya en septiembre de 2009 ocurre la situación del secuestro
donde involucran varias personas y vinculan a todos con el movimiento social
político alternativo de la Republica Dominicana» explica Genaro Rincón a
los miembros de la Corte Interamericana
de los Derechos Humanos.
El abogado Genaro Rincón en esta ocasión, pero también en reiteradas ocasiones en los medios
dominicanos, ha denunciado públicamente las «responsabilidades» del entonces
presidente de la Republica Dominicana Leonel Fernández Reina, en «haber dado la orden en este asunto». La
orden era precisamente la de «descabezar
a todos los dirigentes del Movimiento de Unidad Dominicana».
Amnesty International y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH)
han lanzado desde unos meses una fuerte
campaña de sensibilización a nivel nacional e internacional respecto al caso de
Juan Almonte. El año pasado más de 40mil cartas de todo el mundo han sido enviadas a las autoridades
dominicanas pidiéndole: «¿Donde está
Juan Almonte?».
En septiembre de este año una delegación de Amnesty International, encabezada por el
investigador Robin Guittard, ha regresado
al país para encontrarse con la esposa de Juan Almonte, Ana Montilla y las autoridades dominicanas para hacer el punto
respecto a las investigaciones del caso. Lamentablemente «a pesar de los repetidos llamamientos realizados por organizaciones nacionales
e internacionales de derechos humanos e incluso por al Comisión y la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, las autoridades dominicanas siguen negando su responsabilidad por la
desaparición de Almonte».
El caso de Juan Almonte y la impunidad que lo rodea, es emblemático de la gravísima situación que
vive la Republica Dominicana respecto a las violaciones cometidas por la
Policía Nacional - institución que necesita una importante y urgente
reforma - y que han sido recopiladas en
el informe
de Amnesty International del año 2011 «Cállate si no quieres que te matemos».
Santo Domingo, octubre de 2013
Comisión Nacional de
los Derechos Humanos (CNDH)
.
Annalisa Melandri ![]()
L'uomo è nato libero ed è ovunque in catene.
J.J. Rousseau
Derecho que no se defiende, derecho que se pierde
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