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Sent: Monday, September 06, 2010 4:12 PM
Subject: [ATTAC] INFORMATIVO 567 - LA CONTAMINACION INFORMATIVA
Latinoamérica
MÉXICO: INDIGNACIÓN Y VERGÜENZA.
El Presidente de la República sí es responsable de la imagen de desprecio a
la vida que México proyecta; la masacre de San Fernando, una
muestra.
BRASIL: GRITO DE LOS EXCLUIDOS Y LUCHA
POR EL DERECHO A LA TIERRA Este 7 de setiembre se llevará a cabo el 16
Grito de los Excluidos/as en Brasil, bajo el lema: ¿Donde están nuestros
derechos? Vamos a las calles para construir el poder popular!! En cientos de
municipios del país, los movimientos sociales, pastorales sociales, partidos e
diversos tipos de organizaciones populares, articulan sus iniciativas durante
este día deponiendo sus diferencias y uniendo sus Gritos en un solo
clamor
HA ITI SOLDADOS DE LA MINUSTAH SON
ACUSADOS DE TORTURAR Y MATAR A JOVEN HAITIANO Cada día, crece el descontento
con el accionar y la presencia de los militares de la Misión de las Naciones
Unidas para la estabilización de Haití -
Minustah.
MÉXICO:INDIGNACIÓN Y
VERGÜENZA
Salvador
del Río El Presidente de la República sí es responsable de la
imagen de desprecio a la vida que México proyecta; la masacre de San Fernando,
una muestra. En el mes de febrero de 1995 recibí una llamada
telefónica de José Ángel Gurría, el secretario de Relaciones Exteriores de los
primeros meses del gobierno de Ernesto Zedillo. Airado, me reclamaba una nota
publicada en la revista Siempre! en la que se predecía el maltrato, las
vejaciones y los abusos de autoridad de los que serían víctimas los migrantes
centroamericanos en sus intentos por llegar a Estados Unidos cruzando primero la
frontera del río Suchiate. México había firmado con Estados Unidos
un convenio mediante el cual nuestro país se comprometía a ejercer un rígido
control para reducir el paso de indocumentados y recorrer de sur a norte el
territorio nacional hasta alcanzar el llamado sueño americano, en realidad una
pesadilla de consecuencias con frecuencia letales. El país accedía a hacer a
Estados Unidos parte del trabajo y lo haría con la mayor crueldad. La
reclamación de Gurría venía acompañada de una amenaza: se quejaría con la
Presidencia de la República y exigiría una aclaración a la directora de la
revista. Beatriz Pagés respondió a la instancia con el ofrecimiento de publicar
una entrevista con el secretario en la que éste respondiera a los señalamientos
de la nota editorial. Gurría no aceptó. Quince años después el
asesinato en un rancho de San Fernando, Tamaulipas, de setenta y dos
indocumentados procedentes de Centro y Sudamérica causa espanto, indignación y
rechazo en el mundo entero. Aunado a la inaudita violencia en la
guerra contra el crimen organizado –más de 28 mil muertos en menos de cuatro
años--, este crimen agrava la imagen de México como uno de los países donde se
registra el más espantoso desprecio a la vida. Como en aquella
reclamación de José Ángel Gurría –el gobierno de México no tiene intención de
matar ni vejar a ningún indocumentado, sostenía el secretario—, hoy puede
decirse que no, que el Presidente Felipe Calderón no ordenó la muerte de esos
hombres y mujeres masacrados, hasta donde lo explican las procuradurías de la
República y de Tamaulipas por una de las bandas del narcotráfico. Sin embargo,
aquella previsión de 1995 sigue vigente como una indignante realidad: el
maltrato que México reclama al norte para sus connacionales es el mismo, o peor,
que el que reciben los migrantes del sur. Dieciocho mil centro y sudamericanos
han sido secuestrados en territorio mexicano, otros en número indeterminado han
sido asesinados o víctimas de extorsión, del más inclemente irrespeto a su
dignidad humana, y no sólo por parte de las bandas delincuenciales y de trata de
personas, sino por la propia autoridad. México censura a las
autoridades de los estados norteamericanos cuyas leyes consideran un delito la
permanencia de indocumentados en su territorio, pero para la ley mexicana de
migración ese hecho constituye una falta que amerita cárcel o expulsión. Se
criminaliza a los migrantes. Con razón los representantes
diplomáticos y los funcionarios consulares de los países de los que procedían
los migrantes asesinados –Brasil, Ecuador, Honduras, El Salvador,
Guatemala—exigen a México no sólo una investigación a fondo de la masacre de San
Fernando, sino también un cambio en la forma en que se trata a los
indocumentados, a quienes se veja, se maltrata o se asesina en las formas más
brutales, peores incluso que las sufridas por los mexicanos en estados
Unidos. Un mal chiste sería considerar los hechos de San Fernando
como el remedio ideal, en la óptica del gobierno, para evitar la migración del
sur: los aspirantes a llegar a Estados Unidos dejarán de pensar en el riesgoso
tránsito hacia el norte, por el temor a encontrar la muerte. Si así
ocurriera, como también sucedería de suspenderse el éxodo de mexicanos a los
Estados Unidos, se produciría en nuestros países un estallido social debido a la
contención de un flujo cuya explicación ineludible es la falta de oportunidades
para el desarrollo, la carencia de empleo dignamente remunerado y la
desesperación de millones de seres víctimas de la peor de las injusticias: la
miseria y el hambre. Y de esas muertes, aunque no las haya ordenado el
Presidente de México, Felipe Calderón sí es responsable; lo es de esos hechos
vergonzosos y de la triste, lamentable imagen que se proyecta de un país sumido
en la desigualdad y la injusticia, y por añadidura con la fama de sanguinario
que el mundo no puede dejar de advertir. - Salvador del Río es
Periodista y escritor
mexicano
Más información: http://alainet.org BRASIL: GRITO
DE LOS EXCLUIDOS Y LUCHA POR EL DERECHO A LA
TIERRA
Gerardo
Cerdas Vega * Este 7 de setiembre se llevará a cabo el 16
Grito de los Excluidos/as en Brasil, bajo el lema: Donde están nuestros
derechos? Vamos a las calles para construir el poder popular!! En cientos de
municipios del país, los movimientos sociales, pastorales sociales, partidos e
diversos tipos de organizaciones populares, articulan sus iniciativas durante
este día deponiendo sus diferencias y uniendo sus Gritos en un solo clamor, en
un período de la historia del país en que "todo parece que va bien", pero que en
realidad esta supuesta bonanza esconde las profundas inequidades e injusticias
estructurales de la sociedad. De forma simultánea, entre los días 1
y 7 de setiembre se realizarà un Plebiscito Popular por un Limite a la Propiedad
de la Tierra, evento que es resultado de más de diez años de debates y luchas en
todo el país por un reconocimiento de que la tierra debe distribuirse de forma
que incluya a los millones de campesinos/as sin tierra que se debaten entre el
hambre y la miseria de las 'favelas' en un país donde el 1% de los
terratenientes controlan casi el 50% de las tierras disponibles y donde los
campesinos/as que luchan por acceso a la misma, son asesinados, perseguidos y
criminalizados cotidianamente. En Brasil, se registran al menos 765
conflictos anuales por el derecho a la tierra, e más de 92500 familias
involucradas en estos conflictos; en las ?últimas dos décadas, se registran más
de 63 asesinatos anuales contra dirigentes, activistas y defensores de los
derechos humanos en el campo y, de hecho, como lo denunció Carlos Walter durante
el lanzamiento del Plebiscito en Rio de Janeiro, del 2003 a la fecha el
incremento de la violencia en el campo ha llegado a niveles nunca antes vistos
en la historia del país (solo en el 2003, según dicho académico y luchador
social, fueron asesinados 73 líderes y activistas de la reforma agraria en el
país). Si en 1997 el gran agronegocio (soja, caña de azúcar, maíz) ya controlaba
27 millones de hectáreas, en la actualidad controla unas 41 millones de
hectáreas, con el desplazamiento de millones de personas y la destrucción
irreparable de los biomas del país. De esta forma, el Grito de los
Excluidos/as y el Plebiscito configuran un importante paso al frente por parte
de los movimientos populares que, en una época de campaña política vacía de
contenidos, "tele-marketizada" (recordemos que a inicios de octubre serán las
elecciones presidenciales en Brasil), tienen el coraje de desafiar a los
poderosos y proponer a la sociedad los debates de fondo que los dueños de los
medios de comunicación ocultan y los políticos no quieren
dar. Ambos, Grito y Plebiscito, serán formas de acción y educación
popular, formas de debatir con las personas en la calle, en las comunidades, en
las plazas y paradas de autobús, en cualquier lugar, consultándolas si
consideran que la propiedad de la tierra debe tener un límite y si debe darse
tierra a quien la demanda para trabajar en ella. Este es un ejercicio de
verdadera democracia participativa y un paso necesario para discutir sobre la
necesidad de una Reforma Agraria Integral, que es la verdadera demanda histórica
de los movimientos campesinos y de muchos otros movimientos sociales brasileños,
tanto del campo como de la ciudad (ahora con la demanda de Reforma
Urbana). Una vez más, el Grito de los Excluidos/as resuena a todo
lo largo y ancho del país, acogiendo como una de sus prioridades de este año la
construcción colectiva del Plebiscito por el Limite a la Propiedad de la Tierra
y demandando derechos sociales para toda la población, cansada de la miseria en
un país que crece económicamente hasta ser considerada una "potencia emergente"
en este capitalismo de inicios del siglo XXI. Pero en ese "sueño brasileño",
millones de personas tienen una vida de pesadilla, sin perspectivas, sin
derechos a educación, salud, saneamiento básico y alimentación adecuada, siendo
especialmente cruda la realidad para las mujeres y los niños y niñas. Mientras
tanto, en la danza de los millones, los ricos y poderosos se embriagan de
opulencia y cinismo, proclamando que la economía va de maravilla y que "el país"
no para de crecer. Por eso, este año también, nuestra consigna de
fondo será?: LA VIDA EN PRIMER LUGAR!!! Adital - * Periodista de Encuentro
Popular y Grito de los Excluidos/as Continental. Minga Informativa de los
Movimientos Sociales
HA ITI SOLDADOS DE LA MINUSTAH SON ACUSADOS
DE TORTURAR Y MATAR A JOVEN HAITIANO
Cada día, crece el descontento
con el accionar y la presencia de los militares de la Misión de las Naciones
Unidas para la estabilización de Haití - Minustah. El más reciente
acontecimiento que provocó indignación en la población haitiana fue la muerte de
Gérald Jean Gilles, de apenas 16 años. Las fuerzas de seguridad afirmaron que el
caso fue de suicidio, sin embargo, los indicios más fuertes indican asfixia o
ahogamiento. El cuerpo de Gérald fue encontrado el 17 de agosto,
ahorcado, dentro de la base Formed Police Units (FPU) de la Minustah, ubicada en
el centro de Cabo Haitiano. Según informaciones enviadas por algunos jóvenes al
medio de comunicación haitiano Réseau Citadelle, Gérald fue torturado hasta la
muerte porque los militares sospecharon que había robado 200
dólares. El Réseau Citadelle informó además que personas que viven
cerca de la base afirmaron haber visto a un soldado nepalés deteniendo a un
joven en la plaza pública. Las escenas siguientes fueron de tortura: el soldado
"metió las manos en la boca del joven e intentando con todas sus fuerzas separar
la mandíbula inferior de la superior, llegó hasta el punto de lacerar la piel de
la boca". Las sospechas más fuertes son que Gérald habría sido muerto durante
una sesión de tortura, habiendo sufrido asfixia o ahogamiento. Algunos
funcionarios del hotel Roi Henri Christophe, que queda cerca de la base nepalesa
de Cabo Haitiano, reforzaron estas sospechas al informar que se habían escuchado
gritos que decían "están asfixiándome". Sobre el caso, la Minustah se limitó a
informar que el joven se suicidó y envió informaciones sobre la
autopsia. Gérald trabajaba ayudando a los soldados extranjeros a
cambio de comida o de algún dinero, realidad que hace que sea aún más difícil de
creer la versión del suicidio. Además, otros hechos sin explicación rondan el
caso. El abogado y un pariente de Gérald acusaron a las Naciones Unidas de haber
retenido el cuerpo del joven en Puerto Príncipe por varias horas, hecho que
impidió al médico forense realizar la autopsia antes de pasadas las 72 horas
después de su muerte. La demora puede alterar los
resultados. Jóvenes que viven en los barrios cercanos realizaron
varias acciones de repudio contra la Minustah. Organizaciones que apoyan la
causa haitiana, entre ellas Jubileo Sur, también se manifestaron solidariamente
y convocaron a los movimientos sociales de todo el mundo, comprometidos con la
lucha por la justicia, a redoblar los esfuerzos en el marco de la Campaña de
Solidaridad con Haití. Con el propósito de llamar la atención sobre
el hecho de que los militares violan los derechos humanos de haitianas y
haitianos, la Comisión Arquidiocesana Justicia y Paz de Cabo Haitiano publicó un
mensaje denunciando la perversidad de prácticas tales como ahorcamientos y
amputaciones de miembros, que son realizadas por los soldados de la Minustah
provenientes de Asia. Reincidencia
No es la primera
vez que los soldados de la Minustah son acusados de atentar contra la vida de la
población haitiana. En 2008, una unidad nepalesa de Cabo Haitiano fue acusada de
intento de estupro contra una joven que volvía a su casa por la noche. Después
de la repercusión del hecho, representantes de la Misión de las Naciones Unidas
garantizaron que realizarían una investigación, castigarían a los culpables, en
caso que lo hubiere, y tratarían de prevenir este tipo de
comportamiento. Manifestaciones
Dos grandes momentos
están siendo organizados para demostrar solidaridad con Haití, exigir una nación
libre y soberana y reivindicar la anulación incondicional de la deuda financiera
cobrada al país. El primero se realizará el 15 de octubre, cuando la ONU vote la
renovación de la permanencia de la Minustah en Haití. El segundo será el 12 de
enero, fecha en que se cumple un año del terremoto y también el momento que
marca la remilitarización haitiana. Traducción: Daniel Barrantes -
barrantes.daniel at gmail.com
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