----- Original Message -----
Sent: Friday, June 01, 2007 8:55 PM
Subject: RCTV - The truth behind the media campaign against
Venezuela
The International Action
Center stands with the people of Venezuela and their
democratically-elected President Hugo Chavez and we condemn Washington's
propaganda campaign against the Venezuelan government, carried out with
the complicity of the U.S. corporate media.
We have included
below a letter from Venezuelan Ambassador Bernardo Alvarez Herrera to
Nancy Pelosi (in English and Spanish) responding to her attack on
President Hugo Chavez.
Over the next few days, the International
Action Center will be launching an campaign to challenge and expose
Washington's campaign of lies and disinformation against the people of
Venezuela.
Also see: Myths and Facts About the Radio
Caracas Television Case at http://www.embavenez-us.org/RCTVFactSheetFinal_2007.pdf
May 30,
2007
The Honorable Nancy Pelosi Speaker of the House U.S.
House of Representatives Washington, D.C.
Madam Speaker
Pelosi,
I am writing in the opportunity to respond to your May 30
statement on Venezuela’s decision not to renew the broadcast license of
Radio Caracas Television (RCTV). In it, you accused President Hugo Chávez
of engaging in efforts to “suppress the media.” I would like to assure you
that the decision was made in full accordance with Venezuela’s laws and
does not represent a threat to the country’s vibrant media or the ability
of the Venezuelan people to receive information and opinion that is
critical of the government. Equally, and as many observers have
pointed out, since President Chavez came to power the government has tried
to democratize the media to foster a diversity of voices to combat the
historical monopoly on the broadcasting of information that causes so much
harm to any democracy.
The decision not to renew RCTV’s broadcast
license was a simple regulatory matter that was made according to the
country’s constitution, laws and public interest standards. It was not
made based on RCTV’s critical editorial stance against the government, nor
was it directed at silencing criticism of the government. The Venezuelan
media has enjoyed, and will continue to enjoy the right to report and
offer opinions, whether or not they agree with President Chávez. This has
also been recognized by numerous observers. As Bart Jones, a longtime
correspondent for the Associated Press wrote in an op-ed published in the
Los Angeles Times on May 30, “Radio, TV and newspapers remain uncensored,
unfettered and unthreatened by the government. Most Venezuelan media are
still controlled by the old oligarchy and are staunchly
anti-Chávez.”
It is also important to note that while RCTV enjoyed
access to the public spectrum, it far exceeded its prescribed role as a
media outlet in a democracy. In April 2002, RCTV promoted a coup against
the democratically elected government of President Chávez. After
that, it participated and encouraged the sabotage of the oil industry of
Venezuela, causing tremendous suffering on the Venezuelan people.
In both instances, RCTV went beyond taking a critical editorial
stance against the government. It used its privileged position as a
media outlet to help subvert Venezuela’s constitutional order. In no other
country would a media outlet be allowed to play such an overtly
undemocratic role, much less using a public broadcast spectrum. Again, in
so doing, RCTV single-handedly subverted Venezuela’s democracy. I wonder
how the FCC would have responded had such events taken place in the United
States.
The decision to not renew RCTV’s license will not affect
Venezuela’s longstanding commitment to freedom of _expression_, freedom of
the press and freedom of information as your statement suggests. In fact,
the majority of Venezuela’s media outlets remain in private hands – of the
81 television stations, 709 radio broadcasters and 118 newspapers
throughout Venezuela, 79, 706 and 118, respectively, are privately owned
and operated. More importantly, they all exercise their rights freely,
often criticizing the government in strident terms reflecting the vitality
of Venezuela’s democracy. Since the non renewal took effect, the great
majority of media outlets in Venezuela have openly reported on and offered
their opinions on the decision.
If you have any questions or
concerns about Venezuela or the Venezuelan media, please do not hesitate
to contact me. I would welcome the opportunity to meet with you at your
earliest convenience to discuss this matter. Most importantly, I invite
you to visit Venezuela and judge for yourself the vibrant state of the
media and freedom of thought and _expression_ enjoyed by all Venezuelans.
Respectfully,
Bernardo Alvarez
Herrera Ambassador
30 de mayo de
2007
Honorable Nancy Pelosi Presidenta Cámara de
Representantes de Estados Unidos Washington, D.C.
Sra.
Presidenta Pelosi,
Le escribo en la oportunidad de responder a su
comunicado del 30 de mayo sobre la decisión de Venezuela de no renovar la
licencia de transmisión de Radio Caracas Televisión (RCTV). En ella, usted
acusa al Presidente Hugo Chávez de participar en esfuerzos por “suprimir a
los medios de comunicación”. Quiero asegurarle que la decisión fue tomada
en plena concordancia con las leyes venezolanas y no representa una
amenaza a los medios de comunicación vibrantes del país o la habilidad del
pueblo venezolano de recibir información y opiniones que son críticas del
gobierno. De la misma forma, y como muchos observadores han indicado,
desde que el presidente Chávez llegó al poder ha tratado de democratizar
los medios de comunicación para promover la diversidad de las voces para
combatir el monopolio histórico sobre la transmisión de la información que
causa tanto daño a cualquier democracia.
La decisión de no renovar
la licencia de transmisión de RCTV, fue una simple medida regulatoria que
fue hecha de acuerdo a la constitución del país, las leyes y los
estándares del interés público. No fue tomada basándose en la línea
editorial crítica de RCTV en contra del gobierno, y no fue dirigida a
silenciar el criticismo del gobierno. Los medios de comunicación
venezolanos han gozado, y continuarán gozando del derecho de reportar y
ofrecer opiniones, así estén de acuerdo o no con el Presidente Chávez.
Esto también ha sido reconocido por numerosos observadores. Como Bart
Jones, un corresponsal de larga trayectoria en Associated Press, quien
escribió en un editorial, publicado en “Los Angeles Times” el 30 de mayo,
que “la radio, la televisión y los periódicos continúan trabajando sin
censura, constricciones o amenazas por parte del gobierno. La mayoría de
los medios de comunicación venezolanos todavía son controlados por una
vieja oligarquía y siguen siendo incondicionalmente opositores a
Chávez.”
Es también importante señalar, que mientras RCTV ha gozado
del acceso al espectro público, excedió sobremanera su rol preescrito como
un medio de comunicación dentro de una democracia. En abril de 2002, RCTV
promovió un golpe de estado en contra del gobierno democráticamente
elegido del Presidente Chávez. Luego de eso, participó y promovió el
sabotaje de la industria petrolera en Venezuela, causando un tremendo
sufrimiento al pueblo venezolano.
En ambas instancias, RCTV
fue más allá de tomar una línea editorial crítica en contra del gobierno.
Utilizó su posición privilegiada como un medio de comunicación, para
ayudar a subvertir el orden constitucional venezolano. En ningún otro país
se hubiera permitido que un medio de comunicación juegue un rol tan
antidemocrático, ni mucho menos que utilice el espectro de transmisión
público. Una vez más, al hacerlo, RCTV trastornó unilateralmente la
democracia venezolana. Me pregunto cómo el FCC hubiese respondido si tales
eventos se hubieran llevado a cabo en Estados Unidos.
La decisión
de no renovar la licencia de RCTV, no afectará el largo compromiso de
Venezuela con la libertad de expresión, la libertad de prensa y la
libertad de información como su comunicado sugiere. De hecho la mayoría de
los medios de comunicación venezolanos permanecen en manos privadas—de las
81 estaciones de televisión, 709 estaciones de radio y 118 diarios a lo
largo de Venezuela, 79, 706 y 118, respectivamente, son controlados y
operados por el sector privado. Lo que es más importante es que todos
ejercen sus derechos libremente, a menudo criticando al gobierno en
términos estridentes reflejando la vitalidad de la democracia de
Venezuela. Desde que la no renovación entró en efecto, la gran mayoría de
los medios de comunicación en Venezuela han ofrecido abiertamente sus
opiniones sobre la decisión.
Si tuviera preguntas o preocupaciones
sobre Venezuela, o los medios de comunicación venezolanos, por favor no
dude en contactarme. Le daría la bienvenida a la oportunidad de reunirme
con usted cuanto antes para discutir este asunto. Mejor aun, la invito a
que visite Venezuela y juzgue por usted el vibrante estado de los medios
de comunicación y la libertad de expresión disfrutada por todos los
venezolanos.
Respetuosamente,
Bernardo Álvarez
Herrera Embajador
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