da ATTAC



MILTON FRIEDMAN Y EL SUR GLOBALIZADO Mientras los economistas alaban al
recientemente fallecido Milton Friedman por ser ³un paladín de la libertad
cuyo trabajo transformó la ciencia económica y cambió el mundo², como
anunciaba a toda página el New York Times, la gente del Sur recordará al
profesor de la Universidad de Chicago como al ojo de un huracán humano que
se abrió camino arrasando sus economías
ALGO HUELE A PODRIDO EN FRAY BENTOS.(Uruguay) Si Hamlet, en su monólogo, se
queja de las dilaciones de la Justicia, ¿cómo no ver que en esta cuestión de
las pasteras la Justicia no sólo se dilata sino que amenaza con no asomar su
rostro?
LLAMAMIENTO PARA UNA MOVILIZACIÓN MUNDIAL POR OAXACA EL 22 DE DICIEMBRE DE
2006 Comunicado del Comité Clandestino Revolucionario Indígena - Comandancia
General del Ejercito Zapatista de Liberacion Nacional. México
COSTA RICA: FRENTE NACIONAL CONTRA EL TLC Se constituyó el Frente Nacional
de Apoyo a la lucha contra el TLC, en el auditorio de FUNDATEC. En este acto
se reunieron importantes personalidades de la vida política, académica,
intelectual, organizativa y activista del país.
LAS HORAS AMARGAS DE LA INTEGRACIÓN La reciente Cumbre de la Comunidad
Suramericana de Naciones (CSN) realizada en Cochabamba, dejó un sabor
amargo. La mayor parte de los presidentes de la región optaron por un tipo
de integración basado en grandes obras de infraestructura, mientras los
movimientos sociales enfatizan los derechos de los pueblos
DESDE PANAMÁ: LAS TRANSNACIONALES MINERAS Y LOS DERECHOS HUMANOS En el marco
del desarrollo del Tribunal Permanente de los Pueblos, sesión sobre
'Empresas Transnacionales y Derechos de los Pueblos en Colombia, 2006-2008',
se realizó en la ciudad de Medellín el pasado 10 y 11 de noviembre, la
Segunda Audiencia de este Tribunal, en la cual se deliberó sobre la
participación de las empresas transnacionales dedicadas a la extracción de
minerales, en la violación de los Derechos Humanos (DDHH)

MILTON FRIEDMAN Y EL SUR GLOBALIZADO
                                      Walden Bello*

Mientras los economistas alaban al recientemente fallecido Milton Friedman
por ser ³un paladín de la libertad cuyo trabajo transformó la ciencia
económica y cambió el mundo², como anunciaba a toda página el New York
Times, la gente del Sur recordará al profesor de la Universidad de Chicago
como al ojo de un huracán humano que se abrió camino arrasando sus
economías. Para ellos, Friedman se asociará durante mucho tiempo con dos
cosas: reformas de libre mercado en Chile y ³ajuste estructural² en los
países en vías de desarrollo.
Poco después del golpe de estado contra el gobierno de Salvador Allende el
11 de Septiembre de 1973, licenciados chilenos del departamento de economía
de Friedman, que pronto fueron apodados los ³Chicago Boys², tomaron las
riendas de la economía y lanzaron un programa de transformación económica
con aires de venganza doctrinal. A la luz de su muy citada afirmación sobre
cómo la libertad política va de la mano con el libre mercado, la ironía de
que en Chile un paraíso del libre mercado estuviese siendo impuesto gracias
a las bayonetas de una de las dictaduras latinoamericanas más sanguinarias
no se le pudo haber escapado al gurú.

Y aún así Friedman visitó Chile durante la dictadura, abogando por el libre
mercado más radical, pilar del régimen orientado a las exportaciones,
elogiando al dictador General Augusto Pinochet por su compromiso con un
³mercado totalmente libre como una cuestión de principios², y dando charlas
con títulos como ³La Fragilidad de la Libertad² que sólo podían ser irónicos
en un contexto como el de Chile. Incluso tras acusar a sus críticos de
empeñarse en ³crucificarle² por los abusos del régimen sobre los derechos
humanos, Friedman se enorgulleció de su inspiración doctrinal por lo que
describió como el ³Milagro Chileno².

El experimento chileno

Cuando sus discípulos hubieron acabado con él, efectivamente Chile había
sido radicalmente transformadoS a peor.

Las políticas de libre mercado sometieron al país a dos grandes depresiones
en una misma década, primero en 1974-75 cuando el producto interior bruto
(PIB) cayó un 12%, y otra vez en 1982-83 cuando se hundió otro 15%.

Contrariamente a las expectativas ideológicas sobre el libre mercado y el
crecimiento sostenido, el PIB medio en el período comprendido entre 1974 y
1989 ­ la fase jacobina radical de la revolución de Friedman y Pinochet ­
fue sólo del 2,6%, comparado con casi un 4% anual durante el período de
1951-71 en el cual hubo un rol del estado en la economía mucho mayor.

Al final del periodo de libre mercado radical, tanto la pobreza como las
desigualdades habían aumentado significativamente. La proporción de familias
viviendo por debajo de la ³línea de la indigencia² había subido del 12 al 15
por ciento entre 1980 y 1990, mientras el porcentaje viviendo por debajo de
la ³línea de la pobreza², pero por encima de la de la indigencia, se había
incrementado del 24 al 26 por ciento. Esto significó que al final del
régimen de Pinochet, alrededor del 40% de la población de Chile, unos 5,2
millones de personas sobre 13 millones, eran pobres.

En términos de la distribución de la renta, la fracción de la renta nacional
obtenida por el 50% más pobre de la población cayó del 20,4% al 16,8%,
mientras la obtenida por el diez por ciento más rico creció dramáticamente
del 36,5% al 46,8%.
En términos de la estructura de la economía, la combinación del crecimiento
errático con una liberalización del comercio radical resultó en la
³des-industrialización en nombre de la eficiencia y para prevenir la
inflación², como lo describió un economista, con la fracción de producción
manufacturera en el PIB cayendo de una media del 26% al final de los años
sesenta a sólo un 20% al final de los ochenta. Muchas industrias del metal y
otras empresas de manufacturas relacionadas con ellas se vieron en una
economía orientada a la exportación que favorecía la producción agrícola y
la extracción de recursos naturales.
Mitigar el friedmanismo

La fase radical Friedman-Pinochet de la contra-revolución económica en Chile
tocó a su fin al principio de los años noventa, una vez la Concertación
llegó al poder. En flagrante violación del Friedmanismo clásico, esta
coalición de centro-izquierda aumentó el gasto social para mejorar la
distribución de la renta en Chile, reduciendo la proporción de gente
viviendo en la pobreza del 40% al 20% de la población. Este cambio, que
aumentó el poder de compra interno, contribuyó a sostener la media anual de
crecimiento económico del 6% de la época post-Pinochet.

Sin embargo, al no querer el nuevo régimen social-demócrata desafiar a las
clases altas, se conservaron los rasgos básicos de una política económica
neoliberal, incluyendo el énfasis en las exportaciones agrícolas y de
recursos naturales. Esta focalización en exportaciones de productos
primarios ha creado enormes tensiones medioambientales. La sobreexplotación
pesquera en las costas de Chile ha ido de la mano de la desestabilización
ecológica a causa de la expansión hacia el interior de viveros de salmón
fresco y mejillones. Una industria maderera exportadora claramente en
expansión ha fomentado el crecimiento de plantaciones de árboles a costa de
los bosques autóctonos, con el resultado de que Chile se ha convertido en la
segunda mayor área desforestada en América Latina, después de Brasil. La
regulación medioambiental se ha reconocido abiertamente que no resulta
efectiva, al ser sistemáticamente socavada por los imperativos de un
crecimiento orientado a la exportación.
Exportar la ³revolución²

Chile fue el conejillo de indias de un paradigma del libre mercado que le
fue endosado a otros países del tercer mundo durante los primeros años
ochenta a través de los organismos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y
del Banco Mundial (BM). Unas noventa economías en vías de desarrollo o
post-socialistas fueron finalmente sujetas a ³ajustes estructurales² de
libre mercado. Desde Ghana hasta Argentina, la participación del estado en
la economía fue recortada drásticamente, empresas estatales pasaron a manos
privadas en nombre de la eficiencia, las barreras proteccionistas a las
importaciones del Norte fueron eliminadas de golpe, se levantaron las
restricciones a la inversión exterior y, mediante políticas para priorizar
las exportaciones, sus economías domésticas fueron más estrechamente
integradas en el mercado capitalista mundializado.


Las políticas de ajuste estructural (SAPs, en sus siglas en inglés), las
cuales prepararon el terreno para la aceleradísima globalización de los
noventa de las economías de los países en vías de desarrollo, generaron en
muchos países la misma pobreza, desigualdad y crisis medio-ambiental que las
políticas de libre mercado en Chile, exceptuando el crecimiento moderado
posterior a la fase Friedman-Pinochet. Como admitió el economista jefe para
África del Banco Mundial, ³no pensamos que los costes humanos de estos
programas podrían ser tan grandes, ni que los beneficios económicos
tardarían tanto en llegar². Las SAPs llegaron a estar tan desacreditadas que
el BM y el FMI pronto cambiaron su nombre a ³Poverty Reduction Strategy
Papers² (Trabajos Estratégicos para la Reducción de la Pobreza) a finales de
los noventa.

Y aún así las políticas de ajuste y de libre mercado han sido tan
concienzudamente institucionalizadas que, a pesar de que en todo el mundo se
consideran disfuncionales, hoy siguen reinando. El legado de Milton Friedman
seguirá en los países en vías de desarrollo durante mucho tiempo. De hecho,
posiblemente no haya una inscripción más apropiada para la lápida de
Friedman que lo que William Shakespeare escribió en Julio César: ³The evil
that men do lives after them, the good is oft interred with their bones² (El
mal hecho por los hombres les sobrevive, el bien es a menudo enterrado con
sus huesos).

*Walden Bello es profesor de sociología en la Universidad de las Filipinas y
director ejecutivo del instituto Focus on the Global South de Bangkok.
                               Sin permiso (10.12.06)


ALGO HUELE A PODRIDO EN FRAY BENTOS

                           José Pablo Feinmann

Si Hamlet, en su monólogo, se queja de las dilaciones de la Justicia, ¿cómo
no ver que en esta cuestión de las pasteras la Justicia no sólo se dilata
sino que amenaza con no asomar su rostro? Hamlet, envuelto en las telarañas
de crímenes que azotan el reino de Dinamarca, agobiado por las culpas
evidentes de culpables impunes, dice su (célebre) frase: ³Algo huele a
podrido en Dinamarca². Todos saben que algo huele a podrido en Fray Bentos.
Lo saben los intelectuales argentinos que hacen circular una solicitada que
pronto publicarán. Suponemos que algo ayudará. Lo suponemos porque algunos
de sus puntos de vista son irrefutables. Por ejemplo: ³El Uruguay y la
Argentina forman parte del Mercosur, el más avanzado proceso de integración
alcanzado por nuestra región, destinado a afrontar los desafíos de la
globalización y a fortalecer un horizonte de reformas progresistas necesario
para cambiar el duro paisaje social que aflige a nuestros países².



El Mercosur está en peligro de extinción con la papelera de Fray Bentos.
Pero ­no podemos no saber esto­ son muchos los enemigos del Mercosur y son
muchos los que festejarían su fracaso. Entre ellos, la papelera de Fray
Bentos, que es una empresa multinacional. Que, además, recibió apoyo del
Banco Mundial, cuyo presidente, Paul Wolfowitz, es un hombre del esquema
internacional y bélico de los Estados Unidos (pues el esquema que Estados
Unidos tiene, hoy, del ³mundo² es un esquema de guerra, de guerra de
prevención, es decir, de guerra en estado de latencia permanente). Paul
Wolfowitz no tiene ningún interés en que el Mercosur se consolide. Debe
estar más que satisfecho presenciando el deterioro de esa entidad que
globalizaría a los países de América latina en una política de
independencia. Wolfowitz apoya a Botnia porque Botnia, si triunfa,
significaría la derrota del Mercosur y el consiguente triunfo del ALCA. Esto
también se juega en Fray Bentos. Desde este punto de vista, la ³inocencia²
de la pastera finlandesa, su defensa de su mero interés ³técnico², se revela
en lo que tiene de oculto. Todo huele mal aquí. No sólo las putriciones con
que la pastera castigará las narices y los pulmones y la vida en general de
la gente que tenga la desdicha de habitar en sus adyacencias. Botnia es la
avanzada en la destrucción del Mercosur. No digo que lo haya sido siempre.
Pero, en política, los hechos van tomando formas diferenciadas y cada vez
más complejas a medida que se desarrollan.



Lo que era una simple empresa que se instalaba en un pequeño país
sudamericano, hoy (por medio del apoyo del Banco Mundial y, por
consiguiente, de los Estados Unidos) se ha transformado en la herramienta
más eficaz para demostrar que el Mercosur es imposible. ³No es viable²,
según se suele decir. Este espectáculo de dos países agarrándose a patadas
por una pastera finlandesa, esta imagen de enfrentamiento irresuelto entre
Argentina y Uruguay revela que el Mercosur, en manos de ³bárbaros
latinoamericanos², es imposible. Estas cosas las tienen que manejar los
países líderes de la comunidad internacional.



Los pequeños feudos de América latina no tienen aún madurez política para
llevar a cabo algo que Europa ya hizo. Así piensan, así razonan, así no lo
dirán pero en base a estas convicciones actúan. Como dice el texto
(solicitada de intelectuales) a que hago mención: ³Hoy está puesta a prueba
la voluntad política de ambos gobiernos para evitar que una involución hacia
la xenofobia malogre la amistad histórica entre nuestros pueblos y esta
perspectiva común². Una solicitada es una expresión de deseos: algo debiera
ser hecho de una manera y no de otra. Es cierto lo que dice el texto en
relación con ³la voluntad política de ambos gobiernos². Se trata de que
adviertan que aquí está en juego un proyecto de integración y hasta de
unidad política de América latina, frustrado una y otra vez desde los
orígenes de nuestra historia independiente, contra un proyecto de ³libre
comercio² que pondrá una vez más la tan meneada ³libertad de comercio² a los
pies del capital transnacional. Uno ya está hastiado de decir estas cosas y
le dicen ³marxista² cuando las dice o ³populista² y pronto le dirán
³terrorista², pero la cuestión puede explicarse así: con el ALCA los
negocios los hará Estados Unidos, aniquilando con el poder de sus capitales
³trans² los balbuceos de un mercado latinoamericano que privilegie los
negocios entre nuestros países. Con el Mercosur los mejores negocios los
haremos nosotros y Estados Unidos no quedará ³fuera² de ellos pero no los
manejará a su antojo.



Cada país que comercie con Estados Unidos (es un simple y, creo, contundente
ejemplo que ofrezco) deberá consultar con la comunidad americana: si ese
negocio lo puede hacer ­en iguales o mejores condiciones­ con un país del
Mercosur tendrá que hacerlo con éste. Con el ALCA (bajo la mentira que nadie
ignora de la ³libertad de comercio²) esos negocios se harán siempre con el
amo del Norte. El tiburón y los pequeños peces. Si los pequeños peces no se
unen el tiburón los devora. Quienes abogan por el ALCA abogan por la
hegemonía de Estados Unidos en América latina: hegemonía comercial,
económico-financiera y política. ¿Quiénes abogan hoy por el ALCA? La pastera
Botnia y el Banco Mundial. Y cualquiera que apoye el triunfo de Botnia en
Fray Bentos. Si Botnia triunfa en Fray Bentos el Mercosur se muere y se
impone el ALCA. Aquí está el centro del problema. El resto es hojarasca.
Esto es lo que huele a podrido en Fray Bentos. Lo que menos se dice. No se
trata de una lucha entre Argentina y Uruguay: se trata de una lucha entre el
futuro del Mercosur o su derrota a manos del ALCA.



Cada país deberá elegir qué hace. Los aspectos secundarios no lo son: somos
países de la periferia, del Tercer Mundo (porque aunque el segundo mundo, la
Unión Soviética, se haya evaporado, el tercero, nosotros, todavía existe),
esa condición nos convierte en el basurero. Nadie duda de que Botnia tiene
otros lugares donde instalarse. Nadie duda de que algún lugar tendrá,
incluso, en la mismísima Finlandia. Nadie duda, tampoco, de que si viene a
Fray Bentos es porque, aquí, en el basurero del mundo, es donde quiere
arrojar su pestilencia. Para ello trae mucho dinero y sabe que un país
latinoamericano siempre necesita dinero y trabajo para los hambrientos que
le crecen como la mala suerte.


Entre tanto, otro peligro (paralelo al que encarna Botnia) nos acecha:
Estados Unidos dice que ³estaría actuando² una célula de Hezbolá en la
Triple Frontera. Es el costo de debilitarse, señores gobernantes de América
latina. Sigan sin unirse, sigan arriesgando la consolidación del Mercosur y
pronto Estados Unidos encontrará guerrilleros debajo de nuestras azoradas
camas, o en el baño de nuestras casas o donde se le antoje. (Ejercicio de
política-ficción: ¿por qué no decimos que hemos detectado células de Hezbolá
en un pueblito de Arizona y habremos de intervenir porque, sabemos, planean
un atentado en nuestro país, como ya hubo otros?)

La mirada crítica es totalizadora. Nada se entiende si no se totaliza. La
mirada crítica, la que relaciona los elementos de un conflicto y los une en
una síntesis que los totaliza y nos permite entenderlos, diría aquí algo
definitivo: entre la pastera de Fray Bentos, que aniquila el Mercosur, y la
³súbita² aparición (aún, sólo aún, no confirmada) de militantes de Hezbolá
en la Triple Frontera hay una clara unidad. Los dos hechos forman parte de
una misma totalización: si América latina se debilita, Estados Unidos puede
apretar con su actual política de agresión, la lucha contra el terrorismo.



El Banco Mundial del señor Wolfowitz y los poderes multinacionales que lo
apoyan saben lo que hacen. Esos poderes confluyen en Estados Unidos, líder
en la lucha por el ALCA. Esos poderes apoyarán a Botnia hasta el fin. La
lucha sólo podrían emprenderla, unidos, Argentina y Uruguay, con, además, el
respaldo de toda América latina. Debiera ser el primer acto político del
Mercosur. Su acta de nacimiento: no, por el momento, a Botnia, férreas
condiciones para su instalación, una Junta Latinoamericana de Control y, si
se dictamina su poder contaminante, que se la lleven a otra parte. Uruguay
debiera entender que, a largo plazo, le conviene más consolidar el Mercosur
que recibir los dólares de Botnia. Y Argentina, urgentemente, debe hacer
partícipe de este debate a todos los países de América latina. O esto lo
resuelve una junta de países latinoamericanos o gana Botnia, gana el Banco
Mundial, gana el ALCA y, muy pronto, habrá, aunque no las haya, células de
Hezbolá en la Triple Frontera. Es el próximo paso.



N. de R. : decía hace poco en una entrevista Abel Alexis Latendorf*: ³Si un
gobierno llama a un ejército que todavía no rindió cuentas de sus asesinatos
a defender a una empresa multinacional, ¿qué puedo discutir?

...........................................................

Lo que creo es que acá, en este momento, hay un intento de poner una cuña,
una terrible cuña imperial acá en el Río de la Plata y que en eso participen
los compañeros del Frente Amplio me produce estupor.

...........................................................

El Partido Socialista Uruguayo ha sido un gran impulsor del Mercosur
-durante los gobiernos de Sanguinetti, Lacalle, de Batlle; de Menem, de
Color de Mello, de Wasmosi- y ahora es, de alguna manera, un saboteador del
Mercosur de Kirchner, de Lula, de Evo Morales²



*Ex Diputado socialista de la ciudad de Buenos Aires




LLAMAMIENTO PARA UNA MOVILIZACIÓN MUNDIAL POR OAXACA EL 22 DE DICIEMBRE DE
2006

Comunicado del comité clandestino revolucionario indígena-comandancia
general del ejercito zapatista de liberación nacional. México

                         2 de diciembre de 2006

Al pueblo de México; A los pueblos del mundo:



Hermanos y hermanas:

El ataque que sufrió y sufre nuestro hermano pueblo de Oaxaca no puede ser
ignorado por quienes luchamos por libertad, justicia y democracia en todos
los rincones del planeta.

Por eso, el EZLN llama a toda persona honesta, en México y en el mundo, para
que se inicien, desde ya, acciones continuas de solidaridad y apoyo al
pueblo oaxaqueño, con las siguientes demandas:

Por la representación con vida de los desaparecidos, por la liberación de
las detenidas y detenidos, por la salida de Ulises Ruiz y las fuerzas
federales de Oaxaca, por el castigo a los culpables de las torturas,
violaciones y asesinatos. En suma: por la libertad, democracia y justicia
para el pueblo de Oaxaca.

Llamamos a que en esta campaña internacional se diga, de todas las formas y
en todos los lugares posibles, lo que ocurrió y ocurre en Oaxaca, cada quien
en su modo, tiempo y lugar.

Llamamos a que estas acciones confluyan en una movilización mundial por
Oaxaca el día 22 de diciembre de 2006.

El pueblo oaxaqueño no está solo. Hay que decirlo y demostrarlo, a él y a
todos.

¡Democracia! ¡Libertad! ¡Justicia!

Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del
Ejército Zapatista de Libertación Nacional,
Subcomandante Insurgente Marcos, México, diciembre de 2006.

        www.sinpermiso.info, 3 diciembre 2006





COSTA RICA: FRENTE NACIONAL CONTRA EL TLC

El día de ayer se constituyó el Frente Nacional de Apoyo a la lucha contra
el TLC, alrededor de la una de la tarde en el auditorio de FUNDATEC. En este
acto se reunieron importantes personalidades de la vida política, académica,
intelectual, organizativa y activista de nuestro país. Con el auditorio
abarrotado tomaron la palabra Eugenio Trejos y Henry Mora quienes motivaron
y explicaron como este Frente defenderá el modelo de desarrollo
costarricense y se opondrá de manera contundente a este TLC. Instaron al
pueblo de Costa Rica a sumarse a esta lucha por la Patria, la Soberanía y el
Bien Común.

Pronunciamiento público del frente nacional de apoyo a la lucha contra el
tlc

Costa Rica atraviesa por una de las coyunturas más difíciles y decisivas de
su historia. Podemos decir que se encuentra frente a una verdadera
encrucijada. Los destacados avances logrados durante la segunda mitad del
siglo pasado en la institucionalidad democrática y los rasgos solidarios que
han sido parte de nuestro modelo de desarrollo económico y social se
encuentran hoy bajo acecho y en franco deterioro. La desigualdad social se
extiende y la polarización política se profundiza, en el marco de un estilo
de crecimiento económico que ³derrama² pobreza, y que está siendo abandonado
en muchos países de América Latina.

El Tratado de Libre Comercio negociado con los Estados Unidos sería la
culminación de este modelo excluyente y generador de desigualdades sociales
que progresivamente se ha venido imponiendo a lo largo de los últimos veinte
años. Se lo vende como un simple tratado de comercio, pero su impacto sería
tan profundo como si se aprobara y pusiera en ejecución una ³constitución
económica neoliberal².

Pero la lucha contra este Tratado no es una lucha contra la libertad de
comercio, ni a favor del ³proteccionismo². Ni es una lucha por la defensa de
un ³Estado paternalista² o a favor del aislacionismo. Tampoco es una lucha
solo de los sindicatos y de las organizaciones estudiantiles, sociales y
productivas, que con entereza han participado activamente en contra de su
ratificación.

La lucha contra el TLC es una lucha patriótica por la soberanía, entendida
como el derecho del pueblo de Costa Rica a discernir con dignidad y
autonomía el rumbo de la Nación; derecho soberano a definir democráticamente
el tipo de desarrollo económico y social y las formas de integración en la
economía mundial que mejor propicien el bien común y la convivencia
pacífica. Una Costa Rica abierta al mundo, sí, pero sin someterse a la
estrategia de globalización neoliberal que impulsa el capital transnacional
y comparten sumisamente sus socios internos.

Dependiendo de su resultado, la lucha contra el TLC determinará, en gran
medida, el tipo de Estado y sociedad que las y los costarricenses tendremos
en las próximas décadas. Quienes suscribimos este pronunciamiento anhelamos
una Costa Rica próspera, pero también una
Costa Rica más democrática, inclusiva y solidaria; finalidad contra la cual,
creemos, atenta el proyecto político conservador que se esconde tras el TLC.

Por lo anterior, un amplio y diverso grupo de ciudadanos y ciudadanas, y
desde distintas posiciones políticas e ideológicas, hemos decidido
constituir, a pocos meses o semanas de que se defina el futuro del Tratado,
un FRENTE NACIONAL DE APOYO A LA LUCHA CONTRA EL TLC, con el compromiso de
impulsar los siguientes objetivos inclaudicables:

1- Oponernos, por todos los medios legítimos posibles y acordes a nuestra
idiosincrasia, a la ratificación del Tratado de Libre Comercio con los
Estados Unidos, a las propuestas privatizadoras contempladas en la así
llamada ³Agenda de Implementación², y a la forma antidemocrática en que el
mismo se ha venido ³discutiendo² en la Asamblea Legislativa.

2- Apoyar decididamente la lucha contra el TLC que hoy libran compatriotas
de todos los sectores de la vida nacional.

3- Defender el Estado Social de Derecho que surgió a partir de la reforma
social de los años cuarenta del siglo pasado, sus logros y sus
instituciones.

4- Alertar a todo el país, que esta es una lucha patriótica en defensa de la
soberanía y el bien común; y es, por tanto, una lucha de todo el pueblo de
Costa Rica que tiene que desplegarse a lo largo y ancho del territorio.
5- Promover espacios de reflexión y de acción que permitan articular y
unificar, en la medida de lo posible y conveniente, la lucha nacional contra
este tratado.

6- Contribuir a trascender la lucha del No al TLC, propiciando una amplia y
profunda discusión sobre las propuestas para un proyecto de país alternativo
que han expuesto distintos sectores de la sociedad opuestos al proyecto
neoliberal.

A este Frente podrán integrarse todas aquellas personas, a título individual
o en representación de organizaciones sociales, civiles o políticas, que
comulguen con los objetivos enunciados.

Por último, instamos a todo el pueblo de Costa Rica a sumarse a esta lucha
por la Patria, la Soberanía y el Bien Común.

Por el derecho a ser Nación, de pie Costa Rica No al TLC.

San José, once de diciembre de 2006.

M.Sc. Eugenio Trejos Benavides Presidente, Dr. Henry Mora Jiménez Secretario

LAS HORAS AMARGAS DE LA INTEGRACIÓN
                                           Raúl Zibechi

La reciente Cumbre de la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN) realizada
en Cochabamba, dejó un sabor amargo. La mayor parte de los presidentes de la
región optaron por un tipo de integración basado en grandes obras de
infraestructura, mientras los movimientos sociales enfatizan los derechos de
los pueblos.

El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva fue el más claro. Apuesta
a una integración sobre la base de la Iniciativa de Integración de la
Infraestructura de la Región de América del Sur (IIRSA), que consiste en 300
megaproyectos para la conexión física del continente. Financiado por el
Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Corporación Andina de Fomento
(CAF) y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de
Brasil, cuenta con suficientes recursos (más de 30 mil millones de dólares)
como para impulsar grandes obras (represas, gasoductos, carreteras, puertos,
etc.) con la finalidad de impulsar el comercio Atlántico-Pacífico, colocando
los recursos naturales sudamericanos a disposición del mercado global.

Los movimientos, indígenas, ambientalistas y algunas ONGs, criticaron la
iniciativa por sus profundos impactos sociales y ambientales. Más aún,
sostienen que ese tipo de integración sobre la base del libre comercio, que
supone la exportación de productos básicos y recursos naturales, tiende a
profundizar la desigualdad y la dependencia en el continente. Algunos
presidentes, como Hugo Chávez (Venezuela) y Evo Morales (Bolivia), además
del presidente electo de Ecuador, Rafael Correa, mostraron recelos respecto
a la IIRSA. El primero señaló, en sintonía con los movimientos, que se trata
de una iniciativa que favorece a las grandes multinacionales que buscan
exportar los recursos del continente hacia el Norte. Correa, por su parte,
dijo que la mayoría de los proyectos deben ser revisados. En realidad, en
Cochabamba se enfrentaron dos formas de ver la integración regional, pero
quedó claro que la mayoría de los presidentes, y el país que cuenta con
mayores recursos (Brasil), ya hicieron su opción por una integración a la
medida de los mercados.

¿Trabas al desarrollo?

A fines de noviembre Lula dijo en la Amazonia brasileña que los indios, los
quilombolas (descendientes de negros escapados de la esclavitud), los
ambientalistas y el Ministerio Público, debían dejar de ser ³trabas para el
desarrollo². Sus dichos fueron contestados por los movimientos sociales y
por la Comisión Pastoral de la Tierra(1). De todos modos, ese es el
pensamiento de las elites del continente. Escuchan a los movimientos, pero
no estiman que sus análisis y posiciones deben ser tenidas en cuenta.
Algunos de los grandes proyectos de la IIRSA vienen siendo criticados por
movimientos y ONGs, como la construcción de dos grandes usinas
hidroeléctricas en el río Madera (Brasil), entre muchos otros.

El viceministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Samuel Pinheiro
Guimaraes, fue tan claro como su presidente: ³El progreso tecnológico que
vemos en el mundo entero impulsa todas las áreas, desde la economía hasta la
guerra. Necesitamos construirnos en un bloque para hacer frente a esa
realidad, y la conexión física del continente es imprescindible²(2). Con
raras excepciones, no existe entre los estadistas progresistas y de
izquierda la convicción de que el denominado ³progreso² y el ³desarrollo² no
son la opción de los pueblos y que éstos tienen otras prioridades que
suponen rechazar ambos conceptos. Parecen haber optado por un pragmatismo
simple, que los lleva a plegarse a las iniciativas de quienes tienen los
fondos como para financiar las grandes obras.

Estudios serios como los realizados por el Foro Boliviano de Medio Ambiente
y Desarrollo (Fobomade) acerca de las obras del IIRSA, o posiciones como las
del Movimiento de los Afectados por la Represas de Brasil, no son siquiera
tenidos en cuenta. Menos aún las cosmovisiones indias que rechazan de plano
los conceptos de progreso y desarrollo y, por lo tanto, las obras que dicen
impulsarlos. Son dos formas de ver el mundo y los problemas de nuestra
región. Los de arriba (habrá que seguir empleado este lenguaje pese a las
excepciones) siguen transitando el mismo camino que vienen recorriendo las
elites desde hace cinco siglos, aunque debe reconocerse que ahora lo hacen
con mejores modales, haciendo como que escuchan y, sobre todo, sin reprimir.
Es algo, pero no es
suficiente.

Dificultades que se apilan

La integración regional, aún la que defienden los gobiernos que promueven la
CSN y la IIRSA, atraviesa enormes dificultades. Chávez dijo en su visita
previa a la cumbre en Brasilia y Buenos Aires, que su objetivo es ³relanzar²
el Gasoducto del Sur, que deberá unir Venezuela con Argentina, promoviendo
una necesaria integración energética. Si más de un año después de haber
lanzado el proyecto, cree que es necesario ³relanzarlo², es porque las cosas
no marchan según lo previsto. El Gasoducto del Sur es una pieza clave de la
integración ya que es una obra que interconecta países sudamericanos y no
con el mercado global. Pero los estudios van muy lentos y no parece existir
entusiasmo en ponerlo en marcha.

Incluso en el área energética los países sudamericanos siguen siendo
dependientes de las multinacionales. Argentina privatizó sus recursos
durante los 90; la brasileña Petrobras no es ya una empresa estatal, ya que
la mayor parte de sus acciones están en manos privadas; la nacionalización
sin expropiación en Bolivia dejó en manos de las multinacionales la mayor
parte de la cadena del gas, aunque el Estado recibe más dinero que antes;
incluso en Venezuela, PDVSA no controla la totalidad de la rica faja
petrolera del Orinoco, en manos mayoritariamente de las multinacionales. Es
cierto que algunos gobiernos hacen importantes esfuerzos para romper con los
poderosos de la energía, pero las dificultades siguen siendo enormes.

Como lo demostró la reciente Cumbre de Cochabamba, los ritmos y rumbos de la
integración dependen de aquellos países que tienen las condiciones para
erigirse en referentes y líderes de la región. Desde este punto de vista, y
pese a la intensa actividad de los movimientos, no hay muchos motivos para
el optimismo. La justicia electoral de Brasil comenzó a divulgar las cuentas
de campaña de los diferentes candidatos. El mayor donante de la campaña de
Lula fue el sector bancario, con casi cinco millones de dólares. El segundo
donador fueron las constructoras, con otros cinco millones de dólares,
destacando Camargo Correa con 1,6 millones(3). No es casualidad: la banca
obtuvo bajo los cuatro años de Lula las mayores ganancias de su historia;
las constructoras brasileñas son las grandes beneficiarias de los
megaproyectos contemplados en la IIRSA. Ciertamente, la integración a la
medida del mercado va ganando puntos.

Notas:

(1) Comisión Pastoral de la Tierra, ³Os Oentraves¹ para o desenvolvimento,
segundo o presidente Lula², 1 de diciembre de 2006, en www.resistir.info
(2) Carlos Tautz, ³Represas y gasoductos imparables², IPS, 8 de diciembre de
2006, en www.ipsnoticias.net
(3) Folha de Sao Paulo, 29 de noviembre de 2006.
              Servicio Informativo "Alai-amlatina"

DESDE PANAMÁ: LAS TRANSNACIONALES MINERAS Y LOS DERECHOS HUMANOS
                                   Pastor E. Durán

En el marco del desarrollo del Tribunal Permanente de los Pueblos, sesión
sobre 'Empresas Transnacionales y Derechos de los Pueblos en Colombia,
2006-2008', se realizó en la ciudad de Medellín el pasado 10 y 11 de
noviembre, la Segunda Audiencia de este Tribunal, en la cual se deliberó
sobre la participación de las empresas transnacionales dedicadas a la
extracción de minerales, en la violación de los Derechos Humanos (DDHH) en
el vecino país del sur.

Es importante señalar como antecedente, que la Primera Audiencia de este
Tribunal se llevó a cabo los días 1 y 2 de abril de 2006, en la Ciudad de
Bogotá, en donde se enjuició a empresas transnacionales vinculadas al
sistema agroalimentario, acusadas de cometer violaciones a los DDHH. Tal fue
el caso de la Nestlé, la Coca-Cola y Chiquita Brands, quedando demostrado en
aquella ocasión la vinculación de estas empresas a un sinnúmero de
violaciones de estos derechos que van desde la persecución a la organización
sindical, hasta el asesinato de de militantes y dirigentes sindicales.

Esta Segunda Audiencia que estuvo basada en el tema de la minería, contó con
los destacados juristas Franco Ippolito (actual magistrado de la Corte
Suprema de Justicia de Italia) y Miren Etxezarreta (catedrática de la
Universidad de Barcelona) como jueces. Actuaron además, como cojueces:
Abadio Green (ex presidente de la Organización Nacional Indígena de
Colombia, ONIC) y Francisco Lafont (Profesor de las Universidades Libres y
de Externado de Colombia).

Las empresas denunciadas fueron: CEMEX, Ladrillera Santa Fe, Holcim, Muriel,
Glencore-Xtrata, Aglo American, BHP Billington, Anglo Gol, Frontino Gold
Mines. Las denuncias contra estas transnacionales estuvieron fundamentadas
entre otros hechos, por el sometimiento en que mantienen al Estado, quien
les garantiza sus intereses privados, el asesinato de dirigentes sindicales,
la política de exterminio contra todo vestigio de organización sindical, la
promoción del paramilitarismo, el financiamiento de la Fuerza Pública y
paramilitares convirtiéndolos en su cuerpo privado de protección, el
desplazamiento forzado y acaparamiento de tierras, afectando a miles de
pobladores campesinos e indígenas, forzados estos últimos a abandonar sus
territorios ancestrales; los efectos devastadores en el medio ambiente y la
salud, la complicidad y connivencia con las IFIs, (BM-FMI), la explotación
irracional de los recursos naturales contando para esto con la complicidad
del Estado, el incremento de las desigualdades, pobreza y marginación de la
población.

Todas estas acusaciones fueron sustentadas con hechos irrefutables y
desgarradores que no hicieron más que corroborar la acción genocida de las
empresas transnacionales y la actitud complaciente y cómplice del Estado
colombiano, quien so pretexto de una política de apertura económica y un
concepto fundamentalista de la seguridad, no ha hecho otra cosa que permitir
el atropello a sus connacionales y el saqueo de sus riquezas naturales.

Una vez finalizada la fase plenaria de la sesión, el jurado de esta
audiencia consideró necesario: a) recomendar al Tribunal que es plenamente
justificado verificar la responsabilidad de las transnacionales acusadas y
del Estado colombiano como responsables de crímenes de lesa humanidad; y, b)
examinar la complicidad en esos mismos crímenes, de los Estados a los cuales
pertenecen las casas matrices de dichas empresas.

Concluimos estas líneas haciendo un llamado de reflexión a nuestros
coterráneos en el sentido de que nos veamos reflejados en la difícil
realidad que padecen nuestros hermanos colombianos, dada la acción
irracional y genocida tanto de las empresas transnacionales, llámense
mineras, agroalimentarias o de servicios, como del Estado y sus
instituciones en esta situación, al permitir que estas industrias de muerte
prosperen en nuestros países. Panamá no es la excepción, la actividad minera
ya ha comenzado. (especial para ARGENPRESS.info)
(Fechapublicación:12/12/2006)

UNA ÉTICA PARA NUESTRA AMÉRICA

Dos pueblos de América merecen ser quemados por el fuego de Dios si vienen a
guerra! y por dineros! y por minas! y por cuestión de pan y bolsa!
Oh! que fuera la ira látigo que flagelase, o barrera que cercase, o palabra
que ennobleciese y conmoviese al hermano traidor! Traidor a su dogma de
hombre, y a su dogma de pueblo americano!
José Martí

Juramos no dar descanso a nuestro brazo ni reposo a nuestras almas hasta que
hayamos liberado plenamente al pueblo de las amenazas que sobre nosotros
pesan por voluntad del poder español.
"Para nosotros la patria es la América"
Simón Bolívar