IBEROAMERICA DE RODILLAS...los políticos ya forman parte...EL PUEBLO NO SE VENDE!!
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- Date: Mon, 12 Sep 2005 20:45:10 -0300
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LOS
CINCO GOBERNADORES PATAGONICOS ARGENTINOS DEBERAN RESPONDER
SOBRE "FUNDACION
PATAGONIA-USA"...ó acaso quieran
tener á bien averiguarlo los PODERES LEGISLATIVOS??...
EL PUEBLO QUIERE SABER DE QUE SE
TRATA!!
DIARIO EL CHUBUT -Viernes 09/09/2005 LA GUERRA DE
MALVINAS FUE PLANEADA EN SELECTO CLUB DE ESTADOS
UNIDOS
BARCELONA, España (AFP).-
Debido al constante bombardeo de propaganda negativa, "pocos estadounidenses se
da cuenta que Latinoamérica es un mercado potencial muy importante para Estados
Unidos", explicó Daniel Estulín al referirse a la participación del Club
Bilderberg en la guerra de las Malvinas.
Estulin, periodista
canadiense de origen ruso, estuvo ayer en Barcelona coincidiendo con el
lanzamiento al mercado de su libro "La
verdadera historia del Club Bilderberg", una investigación sobre el "verdadero
gobierno mundial en la sombra" para
crear un Nuevo Orden
planetario.
La guerra de las Malvinas,
"un conflicto totalmente manufacturado entre una "nación agresora", la
dictadura de Argentina, y un país "amante de la libertad", Gran Bretaña, "dió al
Nuevo Orden Mundial la oportunidad de mostrar su impresionante arsenal y así
advertir a cualquier nación de las consecuencias de no someterse totalmente",
escribió Estulin.
"El sometimiento del gobierno
argentino, seguido del caos económico y político de la nación, estuvo planeado
por KISSINGER ASSOCIATES, en asociación con
lord CARRINGTON", según confirmaron las
fuentes de investigación del autor del libro, "en este caso uno de los
principales agentes del M16 convertido ahora
en un cruzado anti Nuevo Orden Mundial, explicó Estulin.
La operación argentina "fue diseñada por el INSTITUTO ASPEN de
Colorado que, a su vez, está controlado por los ROCKEFELLER. Si la
caída del shah de Irán tuvo que ver con el comercio de drogas, en la guerra de
las Malvinas el asunto tenía que ver con la energía nuclear y el necesario
objetivo de los bilderbergs de conseguir el crecimiento cero",
escribe en su libro Estulin.-
Los "bildergbergs" vieron
que sus planes de crecimiento cero posindustrial "se iban a pique
y decidieron dar una lección ejemplar a Argentina y los demás países
latinoamericanos. Debían olvidarse de cualquier idea de Nacionalismo,
Independencia e Integridad Soberana",añadió.
La elección de Argentina "no fue
casual": "se trata del país más rico de Sudamérica y "proporcionaba
tecnología nuclear a México, lo cual disgustaba a los miembros del Club. La
Guerra de Malvinas acabó con esa colaboración", afirmó porque sin duda,
"es mucho mejor tener a México como fuente de mano de obra barata que como
interlocutor comercial al mismo nivel", concluyó.
Según Estulin, entre otras
intervenciones del Club sobre política internacional Bilderberg
propuso y decidió establecer relaciones formales con China, "antes que
Nixon lo hiciera"; en 1983, el Club logró el compromiso secreto por parte del
ultraconservador presidente Reagan de transferir 50 mil millones de dólares de
contribuyentes norteamericanos "a países comunistas y del tercer mundo a través
de sus conductos preferidos, el FMI y el BM" o
decidió "echar a Margaret Tatcher porque se opuso a entregar la soberanía de
Inglaterra al supraestado europeo diseñado por el Club"...
LOS AMOS DEL
MUNDO
El Club de Bilderberg Entrevista con Arcadi Oliveras, doctor en Ciencias Económicas de la UAB y vicepresidente de Justícia i Pau Otros lobbys Los grandes de Bilderberg Publicado en: Playboy, febrero de 2004 Magda Bandera | febrero de 2004 Cada mes de mayo una caravana de limusinas negras se dirige hasta el hotel escogido por la organización. En su interior, un centenar de banqueros, jefes de gobierno, economistas, presidentes de multinacionales, académicos y responsables de los medios de comunicación. Todos ellos se encierran durante un intenso fin de semana pocos días antes de la reunión del G8. El sistema de seguridad para proteger a este grupo es tan elitista como sus miembros. Entre ellos, varios agentes de la CIA. La prensa está prohibida. Nadie informa sobre lo que allí se debate, no hay fotos oficiales. Las reuniones anuales de esta selecta asociación, conocida como Club Bilderberg, se celebran desde 1954 en “una atmósfera de estricto secretismo”. Así las define la mismísima Enciclopedia Británica. Ellos se defienden de las acusaciones de “oscurantismo” alegando que no son “un club secreto, sino privado”. La última edición de la cumbre de Bilderberg se celebró entre el 15 y el 18 de 2003 en el Hotel Trianon Park de Versalles. La prensa convencional apenas si ha publicado unas líneas sobre el encuentro, a pesar de que la combinación de invitados es más que llamativa y “noticiable”. Para empezar, ¿qué hacen bajo el mismo techo los directivos de France Telecom, la Coca-Cola, The Wall Street Journal, el consejero de Relaciones Públicas de Tony Blair, la Banca Morgan, el gobernador del Banco de Francia y el primer ministro de Dinamarca? La cosa no queda ahí. Entre los políticos desplazados hasta Versalles también se hallaban relevantes miembros de la Administración Bush como Richard Perle y Paul Wolfowitz; el ex presidente francés Valery Giscard D’Estaing (artífice del proyecto de Constitución Europea), Anna Lindh (la ministra de Asuntos Exteriores sueca asesinada el pasado septiembre), Klaus Schwab (presidente del Foro de Davos) y José M. Durao (primer ministro portugués). Otras multinacionales y empresas congregadas en Bilderberg 2003 fueron la Danone, la Danish Oil and Gas Corporation y la Heineken N.V.. Entre los representantes de los medios de comunicación, estaban Juan Luis Cebrián (Prisa) y periodistas de Die Zeit, La Republica, Le Figaro y The New York Times. Poco se sabe de las conclusiones a las que llegaron los citados en Versalles. Sólo algunas filtraciones publicadas por la prensa independiente dejan entrever cierto malestar a causa de la invasión de Irak. Donald Rumsfeld, un ilustre bilderberger, había asegurado el año anterior que no habría guerra. Durante esta edición se hizo sentir la división entre ambos lados del Atlántico a causa del conflicto iraquí. Ello es motivo de disgusto para los padres de Bilderberg, quienes, precisamente, crearon el grupo con el fin de fortalecer el vínculo transatlántico. 'Sumos sacerdotes del capitalismo' El príncipe Bernardo de Holanda fue el primero en imaginar “una entidad destinada a fortalecer la unidad atlántica, a frenar el expansionismo soviético y a fomentar la cooperación y el desarrollo económico de los países del área occidental”. Para constituirla, el padre de la actual reina de Holanda contó con el apoyo de la Banca Rothschild, de Rockefeller y de Henry Kissinger, quienes desde el principio forman parte del núcleo fuerte del grupo, al que algunos han bautizado como “los sumos sacerdotes del capitalismo”. Según los expertos en Bilderberg, el Club funciona según el sistema de círculos concéntricos. Concretamente, esta asociación cuenta con un comité directivo –el Steering Comitte- compuesto por unas cuarenta personas. Éstas escogen a los invitados de la edición del año en curso según la agenda temática prevista. La norma más o menos establecida es que cada uno de los miembros del comité directivo invite a otras dos personas. En total, unas ciento cincuenta personas como máximo. Los miembros del Steering Comitte debaten sobre los asuntos más discretos. Después, el centenar largo de asistentes celebra otras reuniones de carácter más general. En ninguno de los casos, las conclusiones se harán públicas, aunque en los últimos años se emiten unas notas de prensa finales en las que se enuncian los temas tratados durante el intenso fin de semana. Uno de los más repetidos es el de la energía nuclear. Recientemente, la biotecnología es otro de los asuntos estrella. También en las última ediciones, la secretaría del Grupo Bilderberg hace pública una lista con casi todos los participantes. Estos no figuran agrupados por delegaciones, sino por orden alfabético, algo que muchos consideran una prueba más de que a la hora de decidir sobre los asuntos internacionales los países cuentan menos que las multinacionales. En cualquier caso, en la lista oficial no están todos los asistentes, sino que siempre hay algún espontáneo, como Colin Powell, secretario de Estado de EE.UU., quien el pasado mes de mayo recaló en Versalles para informar sobre los progresos en el Irak ocupado. Asimismo, algunos bilderbergers solicitan que sus nombres permanezcan en el anonimato. En los últimos años algunos medios de comunicación independientes trabajan durante los meses previos a la cumbre para descubrir el lugar del encuentro. Después montan guardia y fotografían cualquier movimiento en los entornos del hotel escogido. Esas imágenes pueden verse en la internet. Otra fuente importante para saber qué se decide en Bilderberg son las filtraciones de los invitados, realmente escasas gracias a la cuidada selección del Steering Committee. En internet también se encuentran documentos con los nombres de los bilderbergers de las diferentes ediciones. Entre estos aparecen los diferentes secretarios de la OTAN, Giovanni Agnelli (presidente de la Fiat, uno de los principales bilderbergers hasta que falleció hace ahora un año), el norteamericano Steve Case (AOL Time Warner), Karl Otto Pöhl (ex presidente del Bundesbank) y James Wolfensohn (presidente del Banco Mundial. La nómina de bilderbergers es sorprendente. Por ello, la revista The Economist escribió hace unos años que “cuando alguien hace escala en Bilderberg, ya llegó”. La frase tiene sentido si se tiene en cuenta que Bill Clinton y Tony Blair asistieron a las cumbres poco antes de convertirse en los gobernantes de sus respectivos países. También son sonadas las gestiones de Kissinger y Agnelli para convencer a Berlusconi de la importancia de que el bilderberger Renato Ruggiero fuese nombrado ministro de Exteriores. El último secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, también ha asistido a las reuniones del Club. Otras supuestas maniobras de los bilderbergers han sido denunciadas tanto por publicaciones de izquierdas como por otras de derechas. Los izquierdistas de Big Issue aseguraban que en la reunión celebrada en Sintra (Portugal) en 1999 se decidió dar carta blanca a Rusia para bombardear Chechenia. Los partidarios de Margaret Thatcher también acusan al Club de haber presionado para conseguir apartarla de la política por oponerse al euro. Curiosamente, el Club de Bilderberg es acusado tanto de nazi como de antisemita, de conservador como de “socialista”. En España España ha sido una vez sede de un encuentro del Club. En 1989, Felipe González dio la bienvenida al grupo en el balneario pontevedrés de La Toja. En aquella ocasión estuvieron presentes el ex secretario general de la OTAN Lord Carrington, el ministro de asuntos exteriores austriaco, Franz Vranitzky, Jesús de Polanco y Miguel Boyer. Entre los españoles que han pasado por Bilderberg en alguna de sus ediciones se encuentran Manuel Fraga, el financiero Jaime de Carvajal y Urquijo (director de Ford España), Rodrigo Rato (vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía), Pedro Solbes (comisario europeo para asuntos monetarios), Matías Rodríguez de Iriarte (vicepresidente del BSCH), Joaquín Almunia (ex secretario general del PSOE), Ramón de Miguel (secretario de Estado para Asuntos Exteriores) y Francisco González (presidente del BBVA), La elección de las sedes de los encuentros no son aleatorias. Del mismo modo en que no es casual que el Club se reúna poco antes que el G8, es significativo que la edición del 2001 tuviese lugar en la ciudad sueca de Goteborg, donde pocos días después se celebró la cumbre semestral de la Unión Europea. Entre los países que más veces han acogido a los bilderbergers destaca Suecia, Estados Unidos y Canadá. El próximo mes de mayo Bilderberg celebrará su 50 aniversario. Ir al inicio del reportaje ENTREVISTA Arcadi Oliveres, doctor en Ciencias Económicas de la UAB. Vicepresidente de Justícia i Pau “Kofi Annan está casado con una hija del principal mecenas de Bilderberg” ¿Cómo fue el primer encuentro de Bilderberg? Se celebró en su clásico ambiente secretista en el Hotel Bilderberg, en la ciudad holandesa de Oosterbeek. Este lugar es propiedad del príncipe Bernardo de Holanda, el padre de la actual reina Beatriz. A pesar de su posición, el príncipe estuvo a punto de ir a la cárcel por el caso Lockheed. Fue acusado de tráfico clandestino de armamento. Cobraba comisiones por vender armas de una multinacional norteamericana. ¿Además de las cuotas de sus miembros, cómo se financian los encuentros? Bilderberg tiene mecenas y entre ellos destaca la familia Wallenberg, la principal fortuna de Suecia, gracias a ser accionista mayoritaria de las empresas Electrolux, Ericsson y ABB. Uno de los datos más llamativos de todo este entramado es que una de las hijas de Wallenberg está casada con Kofi Annan. El actual secretario general de Naciones Unidas lo fue antes de Bilderberg. ¿Eso convierte a Annan en sospechoso? Significa, como mínimo, que cuenta con la aprobación de una importante parte del stablishment norteamericano. Kofi Annan fue nombrado directamente por Bill Clinton, quien también ha participado en las reuniones de Bilderberg y la Comisión Trilateral. Los medios de comunicación de masas no suelen informar sobre estos asuntos Hay demasiados intereses económicos en los grandes grupos de comunicación. Como ejemplo, basta analizar qué pasa en Le Figaro, el diario más vendido de Francia. Cuando murió el último propietario, sus ocho hijos decidieron vender el 80% de las acciones. Un 40% fue adquirido por Serge d’Assault, el primer fabricante de aviones de combate de Francia, quien tiene prohibida la entrada a Bélgica por negocios ilegales. El otro 40% ha sido adquirido por el grupo Carlyle, cuyo principal accionista es George Bush padre. ¿Qué estará dispuesto a escribir Le Figaro con estos dos señores detrás? No obstante, usted consigue informarse bien. Una conferencia suya sobre el Prestige ha sido la base de uno de los documentos mas leídos en internet Casi todos los datos sobre el Prestige los encontré en Le Monde. Durante semanas estuve preguntándome quién sería el propietario del barco, porque tenía claro que el capitán era sólo una cabeza de turco. Finalmente, Le Monde publicó que era propiedad de una pequeña compañía suiza, que a su vez pertenecía a otra rusa, Alpha Group. Vladimir Putin tiene intereses personales en esta empresa. Un día después El País reprodujo el artículo de Le Monde, pero cortó la línea en que salía Putin. Casualmente sólo se saltó esta referencia. ¿Tan poderoso es Putin? Cuando Putin aspiraba a ser presidente de Rusia las encuestas le daban sólo un 5% de posibilidades. Entonces se produjeron tres atentados de Moscú en los que murieron 280 personas. Putin apareció por televisión pidiendo ser elegido para garantizar la paz y seguridad. Finalmente, ganó las elecciones. Recientemente se ha descubierto que aquellas bombas no fueron chechenas, sino que las instaló el KGB, la organización que hasta poco antes había dirigido Vladimir Putin. La mayoría opina que más vale no saber tantas cosas porque no se puede hacer nada para evitarlas. ¿Está de acuerdo? En absoluto. La gente está cambiando de actitud. Cuando sabe lo que ocurre, cambia. Por eso lo más importante es difundir este tipo de informaciones, que la gente sepa quién está decidiendo, quién es Kofi Annan y por qué decide unas cosas y no otras. También es importante que se generen pautas de comportamiento, como por ejemplo boicotear a determinadas empresas. ¿Los boicots funcionan? No se puede abusar de esta práctica, pero si se aplica durante un tiempo concreto y a unas empresas específicas sí puede dar resultados. Los ecologistas alemanes saben hacerlo muy bien. Durante un tiempo se concentraron en la Shell y finamente esta petrolera cambió de actitud respecto a las plataforma del Mar del Norte. Los boicots también han funcionado con Nestlé y su política de venta de productos a África. Las empresas reaccionan rápidamente cuando advierten que hay un pequeño movimiento de la gente. Ir al inicio del reportaje Otros lobbys La Mesa Redonda de Industriales (ERT) Miembros: Una cincuentena de industriales europeos que facturan más de 950.000 millones de euros (60% de la producción industrial europea). Destacan los presidentes de Siemens, Bayer, Deutsche Lufthansa, Carlsberg, Renault, Nokia, Fiat, Pirelli, Vodafone, BP, Ericsson y Nestlé, entre otros. Españoles: César Alierta Izuel, de Telefónica; Alfonso Cortina, de Repsol YPF; José Antonio Garrido, de Iberdrola. Desconocida por la mayoría de los mortales, este lobby fue creado en 1983 con el objetivo de “representar a los industriales europeos”. Veinte años después, la ERT representa a todos los ciudadanos europeos, ya que sus “sugerencias” y “documentos” son adoptados por los órganos de gobierno comunitarios sin apenas variar una coma. Su poder en materia legislativa es enorme. Tal como denunciaba hace unos meses la revista Opcions –editada por el Centre de Recerca i Informació sobre Consum, CRIC-, algunas decisiones de la Unión Europea han sido tomadas justo después de una reunión de la Mesa Redonda. Entre ellas, destaca un escrito de la ERT de 1985 en el que proponía un plan para eliminar las barreras comerciales en Europa. Un año después, el Acta Única Europea copió el documento de la ERT. Sólo cambió la fecha en que el Mercado Único debía ser una realidad, 1992 en lugar de 1990. La moneda única también fue sugerida por la ERT un año antes del Tratado de Maastricht. El Foro Económico Mundial de Davos (WEF) Miembros: Jefes de estado, Kofi Annan, Bill Gates, ABB, Audi, The Coca-Cola Company, Manpower, HP, Microsoft, IBM. Españoles: José María Aznar, Jordi Pujol, Ana Patricia Botín (presidenta de Banesto), Guillermo de la Dehesa (presidente del Centre for Economic Policy Research, antiguo representante del Banco Pastor). Klaus Schwab, un profesor de Economía suizo, propuso en 1970 la creación de un grupo que reuniera a jefes de estado y dirigentes de grandes empresas para debatir de modo informal sobre cuestiones económicas de carácter mundial. Un año después se celebró en Davos (Suiza) la primera de estas reuniones. Los miembros del Foro pagan 30.000 francos suizos anuales para asistir a los encuentros, que se celebran en enero. En la actualidad, sus protagonismo rivaliza con el del Foro Social Mundial de Porto Alegre. El movimiento antiglobalización ha hecho que Davos se abra a personalidades y personajes con perfiles muy distintos al de sus fundadores. Entre éstos, destaca la visita de Lula en la pasada edición. También han pasado por Davos la secretaria general de Amnistía Internacional, Irene Khan, y la actriz Julia Ormond. Por todo ello, muchos opinan que Davos se está “banalizando” y temen que acabe convirtiéndose en una especie de Aspen, la reunión a la que acuden desde el jefe de la CIA hasta el presidente de la Time-Warner, y donde los mandamases juegan al tenis y esquían entre charla y charla. Sin embargo, los miembros estables de Davos pueden seguir confiando en su operatividad. Aunque ya se habían reunido en enero 2003, quince días después de que Bush anunciase el fin de las grandes operaciones militares en Irak, se congregaron en Amman para hablar sobre la reconstrucción y, en opinión de muchos, “repartirse el bacalao”. La trilateral Miembros: Madeleine K. Albright, Henry A. Kissinger, Tyssen, Mobil, Peugeot-Citroën, FIAT, Mitsubishi, Bill Emmot (The Economist), Barclays Bank, Exxon, General Electric, Richard B. Cheney. Españoles: Trinidad Jiménez (PSOE), Miguel Herrero de Miñón (ponente constitucional, abogado y consultor internacional), Nemesio Fernández-Cuesta (Repsol-YPF), Jaime Carvajal Urquijo (director de la Ford España), Ana Patricia Botín (directora de Banesto, Consejera del BSCH), Abel Matutes, (ex ministro de Asuntos Exteriores, director de Empresas Matutes), Emilio Ybarra (Presidente del BBVA), Pedro Ballvé (Director de Campofrío), Antonio Garrigues Walker (abogado), Mario Vargas Llosa, entre otros. David Rockefeller, uno de los más destacados miembros del club Bilderberg fundó en 1973 la Comisión Trilateral, porque se sentía “preocupado” por el deterioro de las relaciones entre América, Europa y Japón. Para la fundación de este grupo contó con la inspiración y ayuda del polaco Zbigniew Brzezinski, antiguo asesor de Seguridad Nacional de Jimmy Carter. Brzezinski se ha vanagloriado de ser el creador de la trampa afgana. Fue él quien instó al gobierno norteamericano a apoyar a los muyaidines talibanes para que combatieran contra los soviéticos. Según él, era una oportunidad única para “que la URSS tuviera su propio Vietnam”. La trampa sigue teniendo consecuencias hoy día, entre ellas la guerra contra el terrorismo inaugurada tras el 11 de Septiembre. En la actualidad, la Comisión Trilateral congrega a 350 personas del stablishment una vez al año. Los participantes pertenecen al mundo de los negocios, los medios de comunicación, la política internacional y las ONGS. Ir al inicio del reportaje Los grandes de Bilderberg La composición del Club de Bilderberg es muy variada. Se calcula que un tercio de sus miembros pertenece al mundo de la política y el resto al de las finazas, los medios de comunicación y la industria. Donald Rumsfeld Secretario de Defensa de Estados Unidos con importantes conexiones empresariales. Quien en otro tiempo negociara con Sadam Hussein coincide con otros importantes miembros de la administración Bush en los encuentros de Bilderberg. Richard Perle y Paul Wolfowitz son algunos de ellos. Reina Sofía Reina de España. La esposa del rey Juan Carlos I cuenta con una fundación que lleva su nombre. Esta institución colabora con el proyecto de Muhammad Yunus y sus microcréditos, por el cual se conceden préstamos a muy bajo interés a personas de zonas desfavorecidas. En Bilderberg también se dan cita otros miembros de las casas reales europeas. Alan Greenspan Gobernador del Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos y ex director de la banca Morgan. La influencia de este organismo en la economía mundial es obvia. También lo es la suya personal, ya que Greenspan ha estado siempre vinculado a los últimos dirigentes conservadores de EE.UU. Entre ellos, Nixon y Reagan. Juan Luis Cebrián Consejero delegado del Grupo PRISA y presidente de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE). Quien fuese director de El País es uno de los Bilderbergers más constantes. También son habituales del encuentro los directores de The Washington Post, The Wall Street Journal, La Republica, The Financial Times. Henry Kissinger Ex secretario de Estado de los EE.UU. El Premio Nobel de la Paz en 1973 es acusado de ser responsable de la muerte de cientos de civiles en Laos y Camboya. Asimismo, apoyó el golpe de estado de Pinochet en Chile contra el gobierno socialista de Allende. Este norteamericano, nacido en Alemania, es el fundador de Kissinger Associates, donde hasta hace poco trabajaba Paul Bremer, administrador civil de Estados Unidos en Irak. David Rockefeller Multimillonario. Durante 35 años, este miembro de la dinastía Rockefeller fue el responsable de la Chase Manhattan Bank, además de otros muchos negocios. El fundador de la Comisión Trilateral también desea ser conocido por su labor como mecenas y obras benéficas. George Soros Multimillonario. Este húngaro que se convirtió en una de las principales fortunas del mundo mediante una operación especulativa, se distingue ahora por financiar diferentes proyectos humanitarios a través de la fundación que lleva su nombre. También se ha metamorfoseado en un curioso crítico de la globalización que defiende la “inmoralidad” del mercado. Esperanza Aguirre Gil de Biedma Presidenta de la Comunidad de Madrid. Sorprendentemente, quien fuera presidenta del Senado y ministra de Cultura del Partido Popular es una de las españolas que más a menudo ha participado en los encuentros de Bilderberg. Casada con el conde de Murillo, su patrimonio inmobiliario es muy importante. Félix Hereña Heras "El mundo está gobernado por personajes que no pueden ni imaginar aquellos cuyos ojos no penetran entre los bastidores". Benjamín Disraeli, ministro de Finanzas de la reina Victoria de Inglaterra. ¿E S posible reunir en un mismo hotel a más de un centenar de personalidades del mundo de las finanzas, la política y los medios de comunicación, sin que se publique una sola línea? La respuesta, por increíble que parezca, es rotunda: sí, es posible y de hecho así viene sucediendo desde 1954. Todos ellos tienen en común su pertenencia al exclusivo Club Bilderberg. Desde ayer hasta el 8 de mayo, los integrantes de este cónclave del capitalismo estarán reunidos en Baviera, Alemania, para repasar el actual orden mundial y definir una estrategia a futuro. El secretismo que rodea a tan ilustre club impide exponer los datos con el rigor necesario, pero se calcula que algo más de un tercio de sus miembros está relacionado con la política y el resto pertenece al mundo de las finanzas, los medios de comunicación y la industria. La Enciclopedia Británica señala que estas reuniones se llevan a cabo en "una atmósfera de estricto secretismo". Llama poderosamente la atención que siendo el silencio la regla de oro, entre los integrantes del club se encuentran altos directivos de periódicos como El País , The Wall Street Journal , Die Zeit ,Le Figaro , The New Yor Times o La República . Evidencia de esta particular atmósfera fue lo ocurrido en 1976 con el periodista de Financial Times , Gordon Theter. De acuerdo con el relato que sobre este asunto escribió el sociólogo británico Mikes Piter, Theter perdió su puesto de trabajo en el prestigioso rotativo londinense cuando intentó publicar, sin éxito, un artículo demasiado explícito sobre la reunión mantenida ese mismo año por el poderoso club. Año 2000, el Corporate European Observatory asegura que en las reuniones del club "no se decide nada de manera formal", más bien habría que decir que se trata de "plasmar un consenso" sobre los asuntos que preocupan. El sociólogo belga de la Universidad de Louvain Geoffrey Gueuns juzga que las sesiones buscan alcanzar un "pacto estructural entre las élites de los tres poderes" (político, económico y mediático). Goran Greider, periodista del diario sueco Dala Demokraten, señala que "hay un lazo entre el orden actual del mundo y las influencias ejercidas en el seno de los bilderberg desde su creación". La revista The Economist abunda en este extremo cuando asegura que "cuando alguien hace escala en Bilderberg, ya llegó". El ex presidente norteamericano Bill Clinton y el actual premier inglés Tony Blair asistieron a varias reuniones del Club Bilderberg antes de convertirse en gobernantes de sus respectivos países. Otro tanto cabe decir del actual secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan. Pero el club no sólo es eficaz a la hora de apostar por determinados personajes con innegable proyección política. Según publicó la revista izquierdista Big Issue durante la reunión celebrada en Sintra en 1999, los bilderberg permitieron a Rusia bombardear Chechenia. Mateo Balín, periodista experto en los entresijos de Bilderberg, asegura que sus miembros han dado forma y contenido a una "estrategia que consiste en crear tensiones en naciones cerradas cultural y religiosamente, que conducen a estados de guerra y hostilidades perpetuas que utilizan para justificar medidas de emergencia nacional en los tiempos de paz". Se trata en definitiva de fomentar crisis y contribuir a su resolución siempre y cuando el episodio final de esos conflictos esté, previamente, perfectamente controlado. No hay que dejar nada a la improvisación y tampoco fomentar aventuras de incierto resultado. Es como facilitar la salida de gases de un volcán y paliar así los posibles efectos devastadores de una erupción. La estrategia reúne en sí misma otro ingrediente mucho más atractivo: los beneficios económicos que se originan a la hora de acometer la necesaria reconstrucción de los países arrasados. En anteriores reuniones, los selectos integrantes del Club Bilderberg abordaron asuntos como la guerra de Irak, el conflicto de los Balcanes, la convulsa región de Oriente Medio o las crisis de África. Pero tampoco descuidaron su influencia en asuntos más económicos: apostaron fuerte por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, influyeron de forma decisiva en la creación de la Organización Mundial del Comercio, decidieron la existencia de sólo dos monedas mundiales: el dólar y el euro. La simple enumeración de los asuntos presentes en las agendas de trabajo da idea de que en el club se funciona como si de un gobierno mundial se tratase. Historia de un club selecto Corría el año 1954 y Europa se recuperaba lentamente de la tragedia vivida a causa de la Segunda Guerra Mundial. El dinero procedente de Estados Unidos y su poderosa industria hicieron posible que países como Francia, Holanda, Bélgica, Alemania o Italia dispusieran de una clase media resurgida de las cenizas y con dinero para gastar en productos fabricados en esos países. Se hacía necesario fortalecer este clima y estrechar lazos entre Europa y Norteamérica en una época en la que el término "Guerra fría" lo decía todo. El mundo estaba dividido en dos partes y cada una de ellas obedecía, fielmente, a un doctrinario esencial para la supervivencia: capitalismo frente a comunismo. El príncipe Bernhard de Holanda supo sacar provecho de esta situación y cursó las necesarias invitaciones para una primera reunión de un grupo de personajes que tenían en común dinero, poder, influencia en sus respectivos países y su innegable anticomunismo. Debatir sobre el presente y diseñar el futuro de Europa primero y del mundo después se antojaba una labor apasionante. El hotel Bilderberg, situado en la ciudad holandesa de Oosterbeck, fue escenario de la primera reunión del grupo al que, en un primer momento, acudieron también diversas personas ligadas en el pasado al nazismo. El propio príncipe Bernhard fue señalado en la prensa holandesa por haber pertenecido como oficial a las temibles SS y al partido fundado por Adolf Hitler. Con oficina pública en la localidad holandesa de Leiden, el club tiene normas muy rígidas en su funcionamiento y una restrictiva política para admitir nuevos socios. La asociación cuenta con un comité conductor directivo compuesto por miembros permanentes que reúne a casi una veintena de personas y cuya función principal consiste en cursar las oportunas invitaciones, de acuerdo a la agenda y temas a tratar. Este comité -Steering Committee- debate sobre los asuntos más discretos y reservados. Después, y ante el resto de los invitados, se celebran otras reuniones de carácter más general donde se van fijando, de alguna manera, los necesarios consensos para, posteriormente, ponerlos en práctica. "La franqueza es la regla de oro", señala el belga Etienne Davignon, presidente del comité organizador, que tiene claro que "si Bilderberg es un éxito se debe a que nadie molesta a nadie; cada participante juzga útil escuchar una cosa distinta de la que está acostumbrado a oír". Es curioso observar que los participantes a estas reuniones lo hacen a título personal, no en representación de países o corporaciones. Una característica que enfatiza, aún más, sobre el carácter del Club Bilderberg y su filosofía: "ya que los gobiernos son incapaces de llegar a acuerdos en los grandes asuntos nadie mejor que la iniciativa particular para lograr este fin". David Rockefeller, participante en todas las reuniones desde que el club se fundara en 1.954 y fundador de la Comisión Trilateral declaraba a la revista Newsweek en febrero de 1.999: "Algo debe reemplazar a los gobiernos y el poder privado me parece la entidad adecuada para hacerlo". Los asistentes a la reunión anual del club nunca revelan que ellos están asistiendo, aunque en los últimos años y gracias a la prensa independiente, es posible detectar la presencia de alguno de ellos. Gracias a ese esfuerzo se ha logrado conocer la asistencia de Juan Luis Cebrián, grupo Prisa; Paul Wolfowitz, presidente del Banco Mundial; Donald Rumsfeld, secretario de Defensa de Estados Unidos; David Rockefeller, fundador de la Comisión Trilateral y ex responsable de la Chase Manhattan Bank, Henry A. Kissinger, ex secretario de Estado de los EEUU y artífice del golpe de Estado contra Salvador Allende; Alan Greenspan, gobernador del Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos. Tampoco faltan personajes como Jaap de Hoop Scheffer, secretario general de la OTAN; el actual director gerente del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Rato, o la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, por citar sólo algunos de los que han acudido y siguen acudiendo a tan selecto club. Rosas y espinas La reunión de este año tiene sobre la mesa varios temas espinosos. No se trata ya de la recurrente Irak; ahora hay otros escenarios que conviene analizar con cautela antes de asignar la correspondiente terapia. La cada vez más fortalecida alianza entre el dictador cubano Fidel Castro y su correligionario Hugo Chávez, presidente de Venezuela, es también motivo de alerta. Lo de menos son los barriles de petróleo que el otrora golpista venezolano envía a Cuba permitiendo que la economía no se desplome, lo que importa es el órdago lanzado por tan singular pareja de mandatarios en torno al Tratado de Libre Comercio. La Habana fue el pasado sábado escenario de un acuerdo que pretende dar inicio a un nuevo estado de cosas. Frente al tratado diseñado por los bilderberg, Hugo Chávez sitúa su Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), calificada como una propuesta "revolucionaria" que pretende exportar a la región. Tocará mover ficha al club, pero no al estilo de Henry A. Kissinger, actual miembro del club y antiguo secretario de Estado de USA que promovió el golpe de estado en Chile y desestabilizó la zona para evitar la proliferación de gobiernos socialistas. Otro asunto sobre la mesa: China y el comercio textil. La cuota de mercado mundial que China tiene en este sector estratégico representa ya el 62% y hay expertos que aseguran que puede incrementarse hasta un 75% en un plazo no superior a los cinco años. La imparable trayectoria china amenaza la estabilidad de países como Tailandia, Bangladesh, Marruecos, Túnez y Egipto porque buena parte de su población depende del mercado textil. Un ejemplo, en Marruecos el sector da empleo a unas 700.000 personas. China exporta su ropa a un precio un 58% inferior al del resto del mundo; esta circunstancia es acogida de forma favorable por los consumidores, pero causa auténticos quebraderos de cabeza a los industriales de Mataró, por citar un caso próximo. El actual presidente francés, Jacques Chirac, asistente en más de una ocasión a las reuniones del club, advertía de forma tajante que "no podemos aceptar que estos productos invadan nuestros países sin ninguna regulación". Una llamada de atención que cuenta ya con el aplauso de las patronales y de los sindicatos de la Unión Europea y los Estados Unidos de Norteamérica. Como señala Mateo Balín, "estamos ante una visión de la democracia teledirigida. Y no sólo puesta en práctica por los bilderberg. El Bohemia Club, la Comisión Trilateral o el Club de Roma aparecen como ramificaciones donde el gran poder negocia las políticas globales a la sombra de los debates públicos". Susana Merino RECHAZO TERMINANTEMENTE LAS MODIFICACIONES INTRODUCIDAS EN EL ART. 45 BIS, TER Y QUÁTER DE LA LEY Nº 19.798 (LEY NACIONAL DE TELECOMUNICACIONES) Y AL DECRETO Nº 1.653/04 POR VIOLAR LOS DERECHOS DE OPINIÓN, COMUNICACIÓN, INFORMACIÓN, PRIVACIDAD E INTIMIDAD AL PERMITIR QUE SEAN INTERCEPTADAS Y DERIVADAS LAS TELECOMUNICACIONES PARA SER UTILIZADAS POR LA SECRETARIA DE INTELIGENCIA DE LA PRESIDENCIA DE LA NACIÓN ARGENTINA AMIGO: SIEMPRE TIENES LA OPCION DELETE-BORRAR-REMOVER SI NO QUIERES RECIBIR MI
INFORMACION. ESTO HACE AL DERECHO UNIVERSAL DE LAS PERSONAS, NO NECESITAMOS DE POLITIQUERIA
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