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La
conciencia planetaria es una conciencia holística que integra una visión
del ser humano, la sociedad, la vida y el universo. En el ámbito
personal, supone ser consciente de que un comportamiento social y
medioambientalmente destructivo es indeseable e inaceptable. En lo que
respecta a la sociedad, se trata de ser consciente de que el resto de
las personas, vecinos o habitantes de otros países son parte integrante
de la familia humana.
Con referencia a la Naturaleza, es ser
consciente de que no podemos hacer nada a la comunidad de formas de vida
que habitan la Tierra since ser afectados también. Para los individuos,
la conciencia planetaria significa formas de vida, hábitos de consumo,
comportamientos cívicos y aspiraciones profesionales más sencillos y
responsables. En el mundo empresarial, significa asumir responsabilidad
por el medio ambiente y el bienestar de todos los empleados y otras
personas afectadas por las actividades de la empresa, no sólo el de
accionistas y directivos.
En el ámbito político, la conciencia
planetaria significa preocuparse por el desarrollo independiente de
comunidades, estados y naciones desde la base, además de por la
evolución sostenible de la red de interdependencias que envuelve a
comunidades, estados, naciones y a la comunidad mundial.
En los
medios de comunicación, la conciencia planetaria supone la promesa de
proporcionar un flujo duradero y fiable de información que explique la
situación del mundo y sus comunidades, de manera que las personas puedan
descubrir valores y comportamientos nuevos y más apropiados.
La
conciencia planetaria no es utópica. Aunque los titulares de los medios
de comunicación hablan de atentados terroristas, guerras y violencia,
existe también una corriente significativa, aunque por ahora poco
conocida, que crece en la sociedad. Cada vez más personas cambian sus
preferencias, prioridades, valores y creencias: evolucionan sus
conciencias. Empiezan a rechazar los estilos de vida caracterizados por
lo material, lo ostentoso, lo que desperdicia energía, para adoptar
estilos de vida basados en la sencillez voluntaria y la búsqueda de
armonía con la Naturaleza. Sus aspiraciones evolucionan desde el consumo
desenfrenado hacia una actitud selectiva basada en la calidad y definida
por la preocupación medioambiental, la sostenibilidad y la producción y
el consumo responsables.
Esta corriente discreta es de gran
importantia y muy prometedora. Se produce en todos los segmentos de la
sociedad; sobre todo en culturas emergentes muy comprometidas con la
búsqueda de nuevos patrones de consumo y nuevos estilos de vida en los
que la gente asume más responsabilidad en sus vidas. La mayor parte de
estas culturas apenas se palpa, dado que sus miembros realizan sus
quehaceres diarios sin llamar la atención ni intentar convertir a los
demás. Sin embargo, según el investigador de opinión pública Paul Ray,
los ‘creadores de culturas’ que presentan la nueva conciencia suman
cincuenta millones de adultos sólo en Estados Unidos. En Europa pueden
llegar a los ochenta millones. Compran más libros y revistas, escuchan
más radio y ven menos televisión que los demás grupos; participan en
actividades cívicas y medioambientales y exigen conocer el ‘proceso
entero’ de producción de los artículos que compran, sin aceptar anuncios
y descripciones superficiales de productos: ! quieren saber de dónde
proceden, cómo se han hecho, quién los ha hecho y qué les pasará una vez
desechados. Quieren productos y servicios reales y auténticos y
encabezan la rebelión del consumidor contra artículos que consideran
falsificaciones, imitaciones, desechables, tópicos o simplemente de
moda. No compran los últimos artilugios e innovaciones que salen al
mercado sin más, sino que buscan productos que amplíen sus
conocimientos. Muchos de ellos son consumidores del ‘sector de las
experiencias’, que ofrece actividades intensas, instructivas o
estimulantes en lugar de productos específicos (talleres de fin de
semana, convivencias espirituales, actividades que enfocan el
crecimiento personal, vacaciones que ofrecen experiencias especiales
...). Su visión de la vida y la Naturaleza es holística y se expresa en
su preferencia por los alimentos integrales, terapias de salud
holísticas, búsqueda y evolución interior, información integral y
equilibrio holístico entre trabajo y! ocio, consumo y crecimiento
personal.
Aparece una nueva conciencia en todo el mundo, de Este
a Oeste y de Norte a Sur. La difusión de esta conciencia es un factor
humano crucial para lograr una paz duradera. Las personas con conciencia
planetaria se arman de voluntad y hacen evolucionar la visión para
adoptar una ética planetaria, independientemente de si son pobres o
gozan de un bienestar material. Esta ética, adoptada y practicada por un
gran número de habitantes del planeta, podría corregir gran parte de los
males del mundo, creando más justicia y bienestar. Finalmente, la
evolución de la conciencia humana es la mejor manera de romper el
círculo vicioso en el que la falta de paz interior impide la creación de
una paz exterior que, a su vez, es un prerrequisito de la paz interior.
Cada individuo puede dar el primer paso hacia la paz mundial
logrando la paz interior mediante la evolución de su conciencia. Cuando
la conciencia de las naciones y culturas haya evolucionado a un nivel
más alto, la ética planetaria será adoptada por una masa crítica de
personas y se creará una paz duradera en la Tierra; una paz que no
equivalga únicamente a la ausencia de violencia, terrorismo y guerra,
sino a la expresión de un espíritu acorde con el corazón y la mente de
la especie que se hace llamar homo sapiens.
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