BRASIL:ECONOMIA-Recuperación acotada afecta a Lula y al Mercosur




Mario Osava

RIO DE JANEIRO, oct (IPS) - La economía brasileña emite algunas señales de
recuperación que entusiasman a gobernantes y a parte del sector privado,
pero no disminuyen el escepticismo de los críticos ante la política adoptada
en ese terreno por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La producción industrial volvió a crecer después de muchos meses de
descenso, y el ingreso de capitales extranjeros hizo duplicar el índice de
la Bolsa de Sao Paulo en los últimos 12 meses, y el "riesgo Brasil" cayó a
cerca de 600 puntos, contra más de 2.400 en septiembre de 2002.

El "riesgo país" evalúa la percepción de los inversores sobre la capacidad
que tiene un Estado de pagar sus deudas, a partir de su capacidad de colocar
bonos soberanos en el mercado bursátil. El cálculo se basa en la comparación
con los bonos estadounidenses a largo plazo, a cuya compra se adjudica
"riesgo cero".

La balanza comercial brasileña de este año acumuló un superávit de 19.427
millones de dólares hasta la semana pasada, y eso permitiría al país
concluir el año con un equilibrio en la cuenta corriente (que mide el
comercio de bienes y servicios y también el flujo de inversiones), algo
inusual en las últimas décadas.

Pero la recuperación será lenta y limitada, y el "espectáculo del
crecimiento" anunciado por Lula no se producirá si no cambia la política
económica, aseguró a IPS el profesor Edgard Antonio Pereira, de la
Universidad Estadual de Campinas, ubicada a 100 kilómetros de Sao Paulo.

Es necesario bajar las tasas de interés y estabilizar el tipo de cambio en
un nivel que estimule las exportaciones (o sea evitar que disminuya el
precio del dólar en reales), sostuvo Pereira, en forma coincidente con
análisis de sus colegas en el Centro de Estudios de Coyuntura y Política
Económica (CECON) de esa universidad.

El producto interno bruto (PIB) crecerá de cero a 0,5 por ciento este año
según los economistas del CECON, más pesimistas que el Banco Central, cuya
previsión en la materia es 0,6 por ciento después de revisar una anterior,
divulgada en junio, de 1,5 por ciento.

El aumento de la producción industrial en agosto, de 1,5 por ciento en
relación con julio, fomentó la ola actual de optimismo en el mercado,
alimentada también por la caída de la inflación y la creciente confianza de
los inversionistas, reflejada en una inédita alza de los títulos de la deuda
externa brasileña.

Pero "la recuperación es precaria", ya que la actividad industrial se
intensificó por el "dinamismo exportador" y los incentivos a ramas
específicas, como la automovilística, favorecida por una reducción temporal
de impuestos, matizó Pereira.

El consumo nacional, en general, sigue estancado por un desempleo sin
precedentes de 13 por ciento y la reducción del promedio salarial en los
últimos años.

El detalle de los datos de producción industrial deja claro que crecieron
las ramas que más exportan, mientras fue negativa la evolución de las que
dependen sobre todo del mercado interno, como las de textiles, calzados y
productos eléctricos y de telecomunicaciones.

Pero tales factores de empuje tienden a agotarse. Los incentivos fiscales
aumentan ventas en un corto perido, ya que "el consumidor no cambia su
automóvil dos veces enseguida", y la valorización del real en relación con
el dólar desde marzo puede reducir las exportaciones a comienzos de 2004,
sostuvo Pereira.

Por eso, ante la persistencia probable de la actual política de altos
intereses para contener la inflación y tipo de cambio inestable, con libre
flujo de capitales especulativos, el economista cree que se mantendrá una
"economía de bajo rendimiento", que no puede crecer más de dos por ciento
anual.

En el marco actual, un crecimiento superior hace aumentar la inflación y las
importaciones, lo cual lleva a nuevas medidas de contención en ciclos
"perversos", concluyó.

La recesión en el primer semestre reflejó la decisión del Banco Central de
elevar su tasa básica de interés a 26,5 por ciento, una de las más altas del
mundo, para buscar la meta de inflación para este año acordada con el Fondo
Monetario Internacional, de 8,5 por ciento, cuatro puntos porcentuales menos
que en 2002.

Elevar las tasas de interés disminuye la circulación de dinero, y eso
contribuye a frenar la inflación en un marco recesivo.

La tasa básica del Banco Central cayó desde junio, y es en la actualidad 20
por ciento, pero esa reducción fue tardía e insuficiente para promover la
deseada recuperación económica, según sectores productivos y muchos
economistas.

Las autoridades económicas aseguran, sin embargo, que la economía del país
podrá crecer 3,5 por ciento en 2004.

El ministro de Planificación, Guido Mantega, sostuvo que este año se
establecen "bases sólidas" para el futuro despegue, y pronosticó que el
crecimiento promedio en próximos tres años será cuatro por ciento.

Hasta ahora, el débil desempeño de la economía brasileña no sólo afecta la
popularidad del gobierno de Lula, sino también a los socios del Mercosur
(Mercado Común del Sur).

Argentina, por ejemplo, pierde su tradicional superávit en el comercio con
Brasil. El año pasado obtuvo un saldo favorable de 2.406 millones de
dólares, que cayó a 394 millones en los primeros ocho meses de este año, y
los últimos resultados mensuales ya muestran un intercambio ligeramente
favorable a la parte brasileña.

Algunos sectores argentinos atribuyen tal vuelco a una "invasión" de
productos brasileños, impulsada por tendencias opuestas en las dos
economías, fuerte crecimiento en Argentina y recesión en Brasil (disminución
del PIB en dos trimestres consecutivos, que en este caso fueron los dos
primeros del año).

El empobrecimiento de la población también se refleja en una ligera caída de
la popularidad del gobierno y de Lula en las últimas encuestas.

"He perdido varias clientes y otras redujeron la frecuencia del servicio",
dijo a IPS la manicura Alita Santos da Silva, que se ocupa desde hace 28
años de las uñas de familias de clase media en Río de Janeiro, y cobra 25
reales (algo más de 8,5 dólares) por cada persona atendida a domicilio.

"La inflación sigue alta, lo veo en mis compras, Lula agravó los problemas
de Brasil y hace lo mismo que Fernando Henrique Cardoso", el anterior
presidente (1995-2003), opinó Da Silva, votante de Lula el año pasado
(FIN/2003)