Miles de bolivianos piden la dimisión del presidente en la segunda jornada de huelga



1 de octubre del 2003


econoticiasbolivia.com


En el segundo día de una incipiente huelga general, que recién comienza a
sentirse, las principales ciudades bolivianas quedaron parcialmente
paralizadas durante varias horas, cuando miles de trabajadores, estudiantes
y comerciantes coparon hoy las principales calles y avenidas en repudio a la
política gubernamental y en pos de la renacionalización del gas y el
petróleo.

En las ciudades de La Paz, Cochabamba, Potosí y Oruro, los manifestantes se
descolgaron de los barrios populares hacia el centro, cerrando a su paso
comercios y negocios pequeños, mientras las grandes tiendas comerciales
bajaban cortinas metálicas y cerraban sus puertas en previsión a conflictos
con los marchistas.

En la ciudad de La Paz, uno de los actores principales de la protesta fue la
dinamita, reventada con extrema generosidad por los trabajadores del
magisterio rural. Otros sectores que participaron de esta protesta,
convocada por la Central Obrera Departamental de La Paz, fueron los maestros
urbanos, fabriles, un sector de gremialistas, colonizadores, universitarios
y profesionales.

En las otras ciudades del interior de la República, la protesta también
ruidosa pero pacífica y en todas ellas se escucharon estribillos exigiendo
la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (Goni) y en rechazo a
la exportación de gas a Estados Unidos, un negocio que reportará 1.300
millones de dólares a las transnacionales y apenas entre 40 a 70 millones al
Estado boliviano.

Tras las manifestaciones, las principales ciudades bolivianas retornaron a
la normalidad, en tanto que los dirigentes laborales planificaban nuevas
medidas de presión para respaldar la huelga decretada por la COB y el
bloqueo campesino de caminos que se mantiene inalterable en el altiplano.
Entre estas nuevas acciones se prevé la realización de un cabildo abierto en
varias ciudades del país para el jueves, el bloqueo de caminos en el sur por
parte de los cooperativistas mineros desde el viernes y el corte de rutas
por los cocaleros de Yungas a partir del próximo lunes.

HUELGA A MEDIAS Hasta ahora, según el recuento sindical, son relativamente
pocos los sectores que están acatando la huelga general indefinida. Entre
ellos están, a nivel nacional, los maestros urbanos y rurales, mineros y
trabajadores del sector de carnes, además de algunos sindicatos regionales
de trabajadores en universidades. Para las próximas horas se aguarda que los
trabajadores en salud y seguridad social ingresen a la huelga, una acción
que no marcha, por lo menos hasta hoy, como habían planificado los
dirigentes de la COB.

Una de las razones para ello es la vigencia del decreto 21060 que faculta a
los empresarios a despedir legalmente a cualquier trabajador en cualquier
momento, lo que desde hace tiempo ha debilitado el accionar sindical y
aminorado el impacto y acatamiento de las huelgas. Así, muchos trabajadores
temen ser despedidos si participan de la huelga.

Otra de las razones, según explicaron dirigentes campesinos del valle y
oriente del país, como Román Loayza, es la "precipitación" con la que se
habría convocado a la huelga y al bloqueo de caminos. "Lleva tiempo
organizarse", dijo Loayza, al asegurar, sin embargo, que los campesinos de
Cochabamba y del sur del país comenzarían a bloquear los caminos recién
desde el próximo lunes 6 de octubre.

Pese a ello, una delegación campesina del sector de Loayza, junto a
trabajadores fabriles y colonizadores de Cochabamba, iniciaron hoy una
caminata hacia la localidad altiplánica de Warisata, para respaldar la
acción de los campesinos leales al "Mallku" Felipe Quispe, que ya llevan más
de dos semanas en conflicto y sin visos de solución.

"El conflicto ya no es sectorial, no es campesinista, se ha extendido a
otras organizaciones, inclusive la COB se ha sumado y el problema se ha
agrandado. El bloqueo puede extenderse un mes más, porque nosotros no
tenemos patrones, no tenemos sueldo", dijo el "Mallku", en una entrevista
difundida por radio Fides en la que ratificó que "los campesinos piden la
renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada".

TEMOR EMPRESARIAL Según el balance preliminar de las organizaciones
sindicales, lo fuerte del conflicto está sustentado en los bloqueos
campesinos del altiplano y en las marchas y manifestaciones callejeras, que
se están convirtiendo en una constante en la vida citadina, lo que va
generando desazón especialmente entre empresarios y sectores de clase media
acomodada "Estamos muy preocupados por los bloqueos y marchas, ya que no
podemos trabajar, estamos en una situación muy incierta, estamos en zozobra,
ya que no sabemos que va pasar mañana", se quejó Roberto Mustaffá,
vicepresidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia.

En conversación con radio Panamericana, Mustaffá dijo que "desde hace quince
días los empresarios no pueden transportar sus productos a los centros de
consumo, como tampoco podemos importar nuestras materias primas que están
varados en los puertos".