mEXICO:La voz de los zapatistas llegó a los foros alternativos de Cancún



México D.F. Miércoles 10 de septiembre de 2003
 Campaña de terror y malinformación en las zonas rurales de Quintana Roo y
Yucatán

 Sedicentes globalifóbicos aseguran que habrá violencia y ultras que
''lastimarán a campesinos''
 Hoy no se entregarán demandas ni al gobierno ni a la OMC porque no serviría
de nada, dicen
LUIS HERNANDEZ NAVARRO ENVIADO
http://www.jornada.unam.mx/018n2eco.php?origen=index.html&fly=1
A Cancún llegó hoy, desde las montañas del sureste mexicano, la voz del
Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), y lo que arribó no fue
sólo un texto escrito sino también la voz grabada de la comandante Esther,
del comandante David y del subcomandante Marcos.
Son, más allá del valor que los textos tienen para los altermundistas,
documentos para la historia. Y lo son porque a pesar de que muchos analistas
reconocen en los Foros por la Humanidad y contra el Neoliberalismo,
convocados por los zapatistas en 1996, una de las semillas de las nuevas
protestas sociales, ésta es la primera intervención directa de los rebeldes
en el ciclo de protestas contra la globalización neoliberal que arranca con
las jornadas de lucha contra la Organización Mundial del Comercio (OMC)
realizadas en Seattle en 1999.
Ante un auditorio repleto de campesinos, indígenas y periodistas, el
hondureño Rafael Alegría, visiblemente emocionado, explicó que su
organización había recibido una carta de los zapatistas acompañada de tres
comunicados y un disco compacto. ''Nuestros hermanos nos han pedido -dijo-
que en caso de no poder escuchar la grabación quienes lo leyeran fueran
mujeres''. La concurrencia estalló en aplausos.
Fue entonces cuando Liel Núñez, dirigente rural panameña, comenzó a dar
lectura a la carta en la que el EZLN agradece la invitación de Vía Campesina
a participar en las jornadas de lucha y resistencia contra la OMC. Detrás de
ella, una enorme manta, flanqueada por la imagen del Che Guevara,
sentenciaba: ''Los pueblos indígenas son la esperanza de la humanidad''.
La campaña del miedo
Sin mucha claridad en la imagen que quiere proyectar al exterior, el
gobierno mexicano conduce los preparativos de la reunión dando bandazos. Por
un lado, el canciller se reúne con los dirigentes campesinos corporativos,
en un encuentro que parece más destinado a mostrar en un escenario su cara
amable y negociadora, y departe amablemente con representantes de
organizaciones no gubernamentales (ONG). Por el otro, se bloquean los
movimientos de quienes se oponen al encuentro, situación que se agrava
porque al secretario Derbez el traje de la cumbre le queda grande.
En las zonas rurales de Quintana Roo y Yucatán se ha desatado una campaña de
terror. A las comunidades de Sinache, Abala, Tecoh y varias colonias
populares de Mérida, en Yucatán (por citar algunas) han llegado, de acuerdo
con Pablo Duarte, coordinador estatal de UNORCA, personajes que se presentan
como globalifóbicos y anuncian la inminente violencia y enfrentamientos con
la policía en Cancún. De acuerdo con Rolando Valentín Benítez, algo similar
ocurre en municipios como Carrillo Puerto, donde operadores del presidente
municipal advierten a sus habitantes que habrá asesinatos y muertos en
Cancún. ''No hay nada que hacer allí'', dicen. Otros más mal informan sobre
las fechas de salida de los autobuses que los trasladarán al destino
hotelero. Hay quienes han llegado a decir ''que los campesinos son
pacíficos, pero hay grupos ultrarradicales que pueden lastimarlos''.
Este clima ha sido auspiciado por algunos medios de comunicación locales,
que se regodean transmitiendo escenas de enfrentamientos entre manifestantes
y fuerzas del orden público, y hablan de los grandes beneficios que la OMC
proporcionará al país. Varios ''comunicadores'' han llamado a que el dinero
invertido en alquilar transporte mejor se regale a los campesinos. Por si
fuera poco, distintos retenes policiacos entorpecen el ingreso de los
camiones llenos de campesinos a la entrada de Cancún.
Lo indígena en el centro
La música de la banda de Tlayacapan marcó el comienzo del Foro Indígena
organizado por el Congreso Nacional Indígena (CNI). El ambiente en el
gimnasio de la Casa de la Cultura se encontraba aún electrizado por la
lectura de los comunicados zapatistas. La efusiva interpretación de los
artistas la mantuvo viva.
Cándida Jiménez condujo el evento de integración consistente en una
ceremonia combinada de ritos nahuas y mixes. Entre el humo del copal y un
tapete de juncia el público pidió permiso a la Madre Tierra y le agradeció
las bondades que prodiga, pues ''nada podemos hacer sin agradecer''. Cándida
explicó que era el momento de reflexión sobre la relación con la tierra,
''la que nos da la vida, nos da de comer y nos cobija cuando morimos''.
De inmediato la reunión se transformó en un acto de convergencia entre Vía
Campesina y el CNI, acercamiento nacido de razones profundas. Al necesitar
la uniformidad de los mercados, el libre mercado ha provocado, también, que
sus víctimas refuercen y recompongan, como parte de su estrategia de
sobrevivencia, su identidad. En muchos aspectos, indígenas y campesinos son
casi sinónimos y las políticas de la OMC han hecho que sus demandas sean las
mismas: tierra, producción, crédito, soberanía alimentaria, autonomía.
Otra vez, Rafael Alegría, coordinador de Vía Campesina, se encargó de
señalarlo con claridad citando a José Martí, de la misma manera en la que
hizo evidente cuál era una de las más poderosas fuerzas motrices que
animaban la naciente convergencia, al entregar a Juan Chávez los comunicados
del EZLN. Don Juan, el purépecha representante del CNI que habló en el
Congreso de la Unión durante la marcha del color de la tierra, realizó la
mayor señal de respeto que pudo haber efectuado: se quitó el sombrero que,
según aseguran medio en broma algunos de sus más cercanos compañeros, no se
quita ni para dormir. Alberto Gómez remató el acercamiento al decir a los
indígenas reunidos: ''muchas gracias por darnos esta oportunidad, muchas
gracias por permitirnos ser sus hermanos y hermanas''.
Esta naciente convergencia dará un paso más durante la marcha del 10 de
septiembre. La manifestación será encabezada por un grupo de ancianos que
buscará convencer con su sabiduría a la Policía Federal Preventiva de que
permita el paso del contingente.
Se presentará, además, la Declaración de Cancún, que en su fase de borrador
llama a luchar por cinco puntos básicos: fuera la agricultura de la OMC,
soberanía alimentaria, no a los alimentos transgénicos, reordenamiento de
mercados y rechazo a los esquemas de propiedad intelectual sobre todas las
formas de vida. Se hará, también, un llamado a las fuerzas sociales en la
búsqueda de un reordenamiento alimentario mundial.
Lo que definitivamente no se hará durante la protesta es entregar alguna
demanda o propuesta al gobierno mexicano o a la OMC. Si su reunión
ministerial agoniza antes de empezar y las iniciativas de la gente no
cuentan ¿para qué crear la ficción de que algo puede resolverse en su
interior?