Venezuela:Chávez promociona la agenda bolivariana




Raúl Pierri

MONTEVIDEO, 16 ago (IPS) - El presidente venezolano Hugo Chávez aprovecha
una gira por el Cono Sur de América para abogar por su concepto de
integración y su "alternativa bolivariana" al neoliberalismo, mientras en su
país la oposición se prepara para accionar un referendo revocatorio de su
mandato.
Al referirse este sábado en la capital uruguaya a los intentos opositores de
derrocarlo, como el fallido golpe de Estado de abril de 2002 y la huelga
patronal y sindical de enero y febrero, Chávez aseveró que "nos aplicaron el
mismo formato que al compañero (Salvador) Allende en Chile, hace 30 años",
en referencia al derrocamiento del presidente chileno en septiembre de 1973.

"Pero no se equivoquen, la revolución de Allende era pacífica, la nuestra
también lo es. Pero la revolución de Allende era desarmada, y la nuestra es
armada", dijo Chávez luego de recibir las llaves de la ciudad del alcalde
izquierdista de Montevideo, Mariano Arana. "Y no me refiero a las metáforas
de la Constitución y el pueblo, que son importantes, sino a las armas de
verdad: fusiles, tanques y aviones de guerra", sostuvo en alusión al
respaldo que las Fuerzas Armadas prestan a su gobierno.

Chávez habló también en la sede de la Asociación Latinoamericana de
Integración (Aladi) y se reunió con el vicepresidente uruguayo Luis Hierro
López. El viernes había conversado en Asunción con varios jefes de Estado de
la región en el marco de la toma de mando del nuevo presidente paraguayo
Nicanor Duarte Frutos.

En ambos casos, el mandatario venezolano promovió el proyecto para crear una
compañía petrolera multiestatal regional, que se denominaría "PetroAmérica"
o "PetroSur", y confirmó su rechazo a la creación del Area de Libre Comercio
de las Américas (ALCA), impulsada por Estados Unidos y que debe entrar en
vigor en 2005.

"Yo no creo en una integración así. No creo que sea posible una integración
de la mano del neoliberalismo, que está basado sólo en el individualismo y
en la competencia. Firmar el ALCA sería firmar el acta de defunción de
nuestros pueblos, es decir de nuestros hijos", dijo Chávez este sábado ante
el Comité de Representantes de la Aladi.

"El ALCA no es una solución para América Latina, sino que es un agravante.
Es un mecanismo de integración a costa de la desintegración de nuestras
sociedades", añadió. Venezuela, al igual que 34 países de América, todos
excepto Cuba, forma parte de las negociaciones para establecer el ALCA.

En cambio, propuso la creación del ALBA (Alternativa Bolivariana para las
Américas) opuesta a la globalización y al neoliberalismo, y subrayó la
necesidad de impulsar un debate regional sobre el pago de la deuda externa.

"No hemos venido a implorar, sino a exigir nuevas condiciones para el pago
de la deuda externa, una carga que ahoga a nuestros países", había dicho
Chávez el viernes en Asunción, y manejó la idea de convocar un referendo
sobre una moratoria de la deuda.

Chávez propuso a los representantes de los 12 países de la Aladi (Argentina,
Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, México, Paraguay, Perú,
Uruguay y Venezuela) poner plazos para lograr "zonas libres de
analfabetismo, zonas libres de gente sin vivienda, de gente sin escuelas".

El presidente venezolano se reunió asimismo con el líder de la opositora e
izquierdista coalición Encuentro Progresista-Frente Amplio, Tabaré Vázquez,
que según las encuestas goza de 50 por ciento de la intención de voto para
las elecciones de 2004 en Uruguay.

El presidente venezolano viajará este domingo a Buenos Aires para una visita
oficial de cinco días, en la que anunciará una inversión de unos 200
millones de dólares para abrir en Argentina unas 50 gasolineras de la
compañía estatal petrolera venezolana Petróleos de Venezuela Sociedad
Anónima (Pdvsa).

Las propuestas integracionistas de Chávez también incluyen la creación de un
"Fondo Financiero Sudamericano", y de un "Banco de América del Sur" mediante
la unión de la Corporación Andina de Fomento y el Fondo de la Cuenca del
Plata.

De esta manera, América Latina se libraría de la "nefasta" fórmula del Fondo
Monetario Internacional, que fue aplicada al pie de la letra en Argentina y
provocó que ese país "fuera para el quinto infierno directo, sin escala",
señaló el mandatario en Montevideo.

Chávez visitó Uruguay invitado por el secretario general de Aladi, el
también venezolano Juan Francisco Rojas, pero no fue recibido por el
presidente Jorge Batlle, quien decidió permanecer en Asunción unas horas más
después de la toma de mando de Duarte Frutos.

Sin embargo, el jefe de Estado venezolano se entrevistó con el
vicepresidente Hierro López, a quien reiteró su interés en fortalecer la
integración desde el punto de vista político y destacar los aspectos
sociales antes que los económicos.

"La unión económica es mucho más lenta, lleva décadas, en cambio para la
unión política basta un instante para asumirla, basta al voluntad", señaló
Chávez, quien fue aguardado durante horas por unas 2.000 personas frente a
la alcaldía de Montevideo, gobernada por el izquierdista Encuentro
Progresista-Frente Amplio.

El venezolano fue ovacionado con cánticos como "Chávez sí, yanquis no" y "el
pueblo unido jamás será vencido", cuando recordó las gestas de los héroes
que combatieron al yugo español, Simón Bolívar, de Venezuela, y José
Artigas, de Uruguay.

"Hace 200 años, el eje de la revolución pasaba por el lomo de los Andes. Hoy
pasa por Caracas, Brasilia, Montevideo y Buenos Aires", aseveró,
estableciendo implícitamente un vínculo entre su gobierno y los de Luiz
Inácio Lula da Silva en Brasil, Néstor Kirchner, en Argentina, y la posible
futura administración izquierdista en Uruguay.

El presidente criticó a la Organización Mundial del Comercio, a la que la
considera "otro gran peligro del neoliberalismo, que pretende socavar la
soberanía de nuestros estados".

El entusiasmo con que Chávez presentó sus propuestas de integración regional
en Asunción y en Montevideo no se vio opacado por los preparativos
opositores en su país para accionar el recurso del referendo revocatorio de
su mandato, previsto por la Constitución de 1999, que impulsó el propio
mandatario.

Todo parece indicar que la opositora Coordinadora Democrática, integrada por
77 partidos y organizaciones sindicales y empresariales, logrará presentar
esta semana los 2,8 millones de firmas necesarias para convocar a dicho
referendo.

Toda la atención estará centrada en este martes 19, cuando se cumplirá el
periodo constitucional para convocar un referendo, bajo ciertas condiciones.

A Chávez le esperan días cargados de tensión, en los que se puede definir el
futuro de su gobierno y de sus planes, y en los que podrían ocurrir nuevos
enfrentamientos entre sus partidarios y opositores, como los de abril de
2002 y mayo de este año, cuando arreció la crisis política.

La jornada más trágica fue la del 11 de abril de 2002, cuando murieron
baleadas 19 personas al cabo de una gigantesca marcha opositora que dio paso
al l golpe de Estado cívico-militar que alejó a Chávez del gobierno por 47
horas.

Algo de eso se deslizó en sus palabras cuando sostuvo: "La batalla va a ser
larga. Se nos va a ir toda la vida en ella. En Venezuela lo hemos asumido
así. Llevó sangre y llevará más", dijo antes de citar al guerrillero
argentino Ernesto Che Guevara y al patriota estadounidense Thomas Jefferson.

"Pero no soy pregonero de la violencia, sino de la verdad", añadió.

La opción por el referendo es el centro de un acuerdo firmado el 28 de mayo
entre el oficialismo y la Coordinadora Democrática para zanjar la crisis
luego de cinco meses de intensas gestiones del secretario general de la
Organización de Estados Americanos, César Gaviria, quien actuó como
facilitador.

En Montevideo, Chávez puso énfasis en sus planes para América Latina y ni
siquiera aludió al posible referendo, aunque subrayó con orgullo que su
"fortaleza está en el apoyo incondicional del pueblo".