[Prec. per data] [Succ. per data] [Prec. per argomento] [Succ. per argomento] [Indice per data] [Indice per argomento]
ARGENTINA-BRASIL:¿Qué presidente está a la izquierda?
- Subject: ARGENTINA-BRASIL:¿Qué presidente está a la izquierda?
- From: "Nello Margiotta" <animarg at tin.it>
- Date: Wed, 23 Jul 2003 23:23:23 +0200
Marcelo Pereira http://ipsenespanol.net/interna.asp?idnews=22725 Montevideo, jul (IPS) - Qué significa ser izquierdista no está tan claro en América Latina como hace 30 años, pero de todos modos el mandatario argentino Néstor Kirchner parece estar, inesperadamente, a la izquierda de su par brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Kirchner hace "exactamente lo que habría derecho a esperar" de Lula, "si éste no hubiera avisado después de asumir (y sólo después) que lo que decía desde la oposición era 'bravata'", escribió el periodista Clovis Rossi el 27 de junio en el diario brasileño Folha de Sao Paulo. El hecho es que Kirchner, un abogado en buena posición económica, pareció más radical al enfrentarse a los grupos de poder, en poco más de un mes de gobierno, que Lula, un ex obrero y sindicalista metalúrgico, que comenzó a trabajar en la infancia para escapar del hambre y lleva medio año de mandato. El presidente argentino pasó a retiro a los altos oficiales militares con actividad en la dictadura de 1976-1983, removió a jerarcas policiales acusados de ser tan brutales como venales, e intervino el organismo que brinda servicios sociales a jubilados, controlado por una burocracia sindical con fama de corrupta. También arremetió contra la desprestigiada mayoría de la Corte Suprema de Justicia designada durante el gobierno de Carlos Menem (1989-1999), logró la renuncia del presidente de ese tribunal y propuso para reemplazarlo a un destacado jurista defensor de los derechos humanos. Además, anunció que no frenará los pedidos de extradición de militares argentinos acusados de violaciones a los derechos humanos. En el comienzo de su negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Kirchner criticó las políticas que ese organismo aconsejó en las últimas décadas, y proclamó que no pagará la deuda a costa del bienestar de la población. Esta semana, en España, también fue duro ante empresarios de ese país, que hicieron grandes negocios con la compra de las principales empresas públicas argentinas y ahora presionan para no afrontar los costos de la crisis del modelo que los benefició. En cambio, las noticias más impactantes de Brasil se vinculan a un plan contra el hambre aún sin implementar, una estrategia de liderazgo latinoamericano como base para su proyección al mundo, un fuerte ajuste fiscal y una reforma jubilatoria resistida por empleados públicos, cuyos beneficios busca recortar. Las explicaciones sobre esa aparente paradoja varían, pero en general se destacan las importantes diferencias entre los puntos de partida de ambos mandatarios. Cuando asumió Lula, regía un acuerdo con el FMI firmado por su antecesor, Fernando Henrique Cardoso, para evitar el colapso financiero luego de que en 2002 el país se quedara sin crédito ni para exportaciones, con alta inflación, la moneda depreciada y evaluado como mercado en extremo riesgoso para las inversiones. Por eso Lula dijo en su campaña electoral que respetaría ese acuerdo con el FMI, así como los compromisos de pago de deuda, para no crear una grave desestabilización. Argentina cesó el pago de su deuda a fines de 2001, en medio del descalabro económico, político y social. Luego encaminó la política económica hacia la industria local y el aumento de las exportaciones agrícolas gracias a la devaluación de la moneda, algo que al menos logró frenar la caída. Kirchner se vio favorecido por anunciar en su campaña que mantendría ese rumbo, pero aún le falta negociar acuerdos con el FMI y otros acreedores. El principal problema en Brasil, con una tasa de interés de 26 por ciento, es el endeudamiento, cuyo pago de intereses exige un superávit muy difícil de lograr, explicó a IPS un economista argentino con amplia experiencia internacional que no quiso ser identificado. Eso explica que Lula necesitara y necesite un fuerte ajuste, la reforma previsional y otras medidas, para reducir el gasto y tranquilizar a los mercados para atraer capitales y refinanciar deuda, sostuvo. La meta actual de superávit fiscal primario (sin contar el pago de intereses de la deuda) es mayor que la acordada con el FMI por Cardoso, a quien el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), liderado por Lula, acusaba de neoliberal. Lula frenó la inflación y la depreciación del real, y la percepción internacional de riesgo para invertir en Brasil decreció mucho. Pero hay recesión industrial, y lo que salva a las exportaciones es la agricultura, que produce como nunca. Lula destaca que opera con el presupuesto para este año aprobado en 2002 bajo el gobierno de Cardoso, y alega que tras "ordenar la casa" será posible iniciar "un nuevo ciclo de crecimiento con justicia social", Para ello apuesta a construir un "mercado de consumo de masas", incluyendo a 40 millones de personas que viven al margen de la producción, del consumo, de los servicios públicos y del acceso a bienes educativos y culturales. El Ministerio de Hacienda entiende posible hacer una "política macroeconómica conservadora, y a la vez encarar una política social agresiva", y destaca que "sin la inclusión de los pobres ni mejorar la calidad de vida de la población, el país crece menos". Pero dos profesores de la Universidad de Sao Paulo, Brasilio Sallum Junior, de sociología, y Eduardo Kugelmas, de ciencia política, expresaron en un artículo su visión menos optimista del proceso. Opinaron que Lula "no rompe la hegemonía liberal consolidada por Cardoso" y, "en términos globales, parece ser la continuación, profundizada, del segundo gobierno de Cardoso", que definen como "liberal desarrollista". "Todo sigue como antes" en materia macroeconómica, pero con "un ajuste más fuerte", y se "reanudó el programa de reformas estructurales interrumpido por Cardoso por falta de condiciones políticas", alegaron Kugelmas y Sallum. "La diferencia más notable" es que Lula creó organismos de "negociación y asesoría" con sectores sociales, en vez del "modelo de decisión tecnocrática" anterior, aunque el papel de esos organismos "no está claro", apuntaron. Lula emprendió "un trabajo de desconstrucción para cambiar valores, y promover la inclusión social y los derechos humanos. La construcción de nuevos valores demanda tiempo", señaló a IPS la diputada Luci Choinacki, diputada del ala izquierda del PT. También marca diferencias el hecho de que Lula haya logrado mayoría absoluta en la segunda vuelta electoral y Kirchner se quedara con sólo 22 por ciento de los votos de la primera, al no poder competir con Menem, quien renunció a la ronda siguiente cuando las encuestas le auguraban una dura derrota. Así, el mandatario argentino debió buscar respaldo desde la presidencia, mientras que Lula se dedica desde la campaña electoral a dejar atrás su imagen izquierdista, que le hizo perder tres elecciones. Es que el heterogéneo Partido Justicialista (peronista) de Kirchner no despierta el mismo tipo de temores y ha pasado varias veces por el gobierno desde 1945. "Lula tiene como prioridad buscar confianza ante los mercados internacionales", y "Kirchner dedicó su primer mes de gobierno a dar señales fuertes que le permitan aumentar su legitimidad de origen", comentó a IPS Graciela Romer, de Romer y Asociados, una de las consultoras y encuestadoras más importantes de Argentina. "Para Kirchner, haber logrado 80 por ciento de apoyo (en las encuestas) a su gestión es casi tan importante como para Lula aventar los fantasmas de izquierda. Ambos se han dedicado a profundizar un estilo de 'política de gestos'", pero con destinatarios diferentes, explicó. Quizás es por eso que ambos afrontan resistencia en sus partidos, Kirchner desde el ala derecha del peronismo, y Lula desde la ultraizquierda del PT. Los dos países vivieron crisis en los últimos años, pero Argentina sufrió impactos mucho más graves y acelerados. Eso juega, en cierto sentido, a favor de Kirchner, pues entre otras cosas los grupos de poder perdieron capacidad de presión. En tanto, Brasil era y es uno de los países con mayor desigualdad social en el mundo, y buena parte de la población nació en la crónica indigencia. "Argentina no tenía casi nada que perder, en medio a la crisis que elevó la cantidad de pobres a 53 por ciento de la población, una situación inaceptable y difícil de creer en un país que tenía un nivel europeo", señaló Choinacki, vinculada con el Movimiento de los Sin Tierra. Marcos Novaro, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, entiende que no es pertinente comparar a los dos presidentes, porque hasta ahora Kirchner sólo ha hecho "ensayos y gestos". "Hubo medidas interesantes y bien encaminadas", pero aún debe "enfocar los problemas y definir una agenda de prioridades" económicas, con conciencia, al negociar con el FMI, de que el país "ha llegado a un punto crítico y que tiene que recuperar inversiones y restablecer el flujo de capitales", dijo a IPS. * Con aportes de Viviana Alonso (Argentina) y Mario Osava (Brasil). (FIN/2003)
- Prev by Date: Honduras: NOTIZIE URGENTI
- Next by Date: El FMLN, a las puertas de una victoria en las presidenciales de El Salvador
- Previous by thread: Honduras: NOTIZIE URGENTI
- Next by thread: El FMLN, a las puertas de una victoria en las presidenciales de El Salvador
- Indice: