Militarizadas, las maquiladoras en México.



Acusa Klein: la rebelión zapatista, origen del movimiento
antiglobalización

 Armando G. Tejeda

La escritora y periodista Naomi Klein es la autora de uno de los
libros que más circulan entre los activistas del llamado movimiento
antiglobalización, No Logo, un pormenorizado documento que detalla con
testimonios y datos escalofriantes las consecuencias de las prácticas
de las multinacionales en los países ricos pero sobre todo en los más
pobres.

Klein, oriunda de Toronto, Canadá, explicó en una rueda de prensa en
el contexto del Foro Social Transatlántico, que cuando escucha las
palabras "libre comercio" le vienen dos imágenes a la cabeza: las
"militarizadas" maquiladoras del norte de México y los centros de
reclusión de migrantes que visitó en Australia.

"Esta nueva era de la globalización capitalista -afirmó-, en la que
después de la caída del Muro de Berlín se nos aseguró que habría una
integración universal con más justicia, bienestar y sin barreras, es
justo lo contrario: ahora nos vemos rodeados de vallas inexpugnables,
muchas de ellas no reconocibles con facilidad, como es la política
imparable de privatizaciones, que separa a la gente de los recursos
naturales y básicos para su subsistencia.

"Otra gran muralla de la globalización capitalista es la de la
exclusión social que condena a capas sociales, en algunos casos países
enteros, a la explotación laboral. Estas políticas no sólo afectan a
clases sociales o países enteros sino también a la integridad de
algunos continentes, como está pasando con Africa", afirmó la
periodista, quien elogia el movimiento antiglobalización porque
pretende mostrar a la sociedad las entrañas más incómodas del orbe.

Agregó: "En lugar de vivir en una aldea global, lo que tenemos es una
fortaleza global que crea herméticas murallas contra los migrantes,
que teje zonas de libre comercio altamente militarizadas, y el ejemplo
más claro de esto es el proyecto de Acuerdo de Libre Comercio de
América o el Plan Puebla-Panamá. Este es el futuro que nos ofrecen los
gobernantes: una globalización militarizada y que condena a la miseria
a más de las tres cuartas partes del planeta.

 "Sin embargo, y a pesar de estas murallas virtuales, hay un nuevo
movimiento de resistencia que intenta hacer visible esta realidad que
afecta a todo el mundo, y eso lo han logrado en primer lugar los
zapatistas, que se taparon la cara para ser vistos", dijo la
escritora, que además considera que el "origen del movimiento
antiglobalización no está en Seattle sino en el primero de enero de
1994", en Chiapas.

En cuanto a la figura del subcomandante Marcos, Klein sostuvo que "él
sólo significa el último paso de los 500 años de resistencia de los
pueblos indígenas, representa una nueva estrategia de lucha que no es
contra un país o un ejército sino contra un sistema económico, el
neoliberal, que es otro tipo de fundamentalismo".

Para Klein hay un hecho reciente que refleja con nitidez lo que
deberían ser hoy los "retos revolucionarios": el día en que los
zapatistas entraron en marzo del año 2001 a la Cámara de Diputados, y
agregó: "Ellos no querían más poder ni reclamaban mayor control, lo
único que pedían eran menos poder y más autodeterminación para poder
controlar sus formas de vida".

En su obsesión por relatar las condiciones miserables que provocan
estas políticas neoliberales, Klein hizo una investigación en las
maquiladoras instaladas en el norte de México, donde constató que en
pos de la productividad se sometía a las personas a un régimen de
disciplina militar.

"Siempre que escucho las palabras 'libre comercio' pienso en dos
cosas: las maquiladoras que pude visitar en México, controladas con
una vigilancia casi militar con la intención de hacerlas más
productivas, y los centros de retención que he conocido en el desierto
de Australia, donde recluyen a los refugiados que detienen en los
barcos que intentan alcanzar las costas, repletas de personas
procedentes de Irak, Afganistán y otros muchos países. Esta es la
globalización de murallas que debemos cambiar." Madrid, 17 de mayo.