Motín en cárcel de Guatemala confirma justicia es rehén de militares



 Motín en cárcel de Guatemala confirma justicia es rehén de militares
 POR Ulises Canales

 Guatemala, 12 feb (PL) Helen Mack, presidenta de la Fundación Myrna
 Mack, afirmó hoy que el sistema judicial de Guatemala es rehén de la
 voluntad de los militares, y acusó al gobierno de haber renunciado al
 control y la seguridad de las prisiones.
    Lo ocurrido hoy en el centro preventivo de la zona 18 (de esta
 capital) es una crónica anunciada, sentenció Mack al comentar a
 Prensa Latina sobre un motín en esa cárcel, que dejó un saldo final
 de siete reos muertos, tres de ellos decapitados, y una decena de
 heridos.
    La activista de derechos humanos fustigó el aparente traslado a un
 cuartel militar de ex oficiales recluidos en esa penitenciaría por
 los asesinatos en septiembre de 1990 de su hermana, Myrna Mack, y en
 abril de 1996 del obispo auxiliar Monseñor Juan José Gerardi.
    Ello, subrayó, demuestra como los militares con esas estructuras
 tienen influencia sobre la justicia y se sienten diferentes al resto
 de los guatemaltecos. Es un irrespeto a las autoridades civiles al no
 querer someterse a éstas.
    Agregó que la propia Corte Suprema de Justicia "baja la cabeza y
 no es lo suficientemente fuerte para esclarecer todas las
 intimidaciones denunciadas".
    En el diálogo con Prensa Latina, Mack aseguró que desde el año
 pasado la Fundación recibió informes de intentos de motín, tomando
 como pretexto la falta de seguridad de los militares para forzar el
 movimiento a un cuartel militar.
    En ese recinto estaban, además, el ex coronel Byron Lima Estrada
 (padre de Lima Oliva), el ex capitán del Estado Mayor Presidencial
 Obdulio Villanueva, uno de los decapitados este mediodía, y el
 sacerdote Mario Orantes, todos implicados en el caso Gerardi.
    También permanecían allí los ex coroneles Juan Valencia Osorio y
 Juan Guillermo Oliva Carrera y el ex general Edgar Augusto Godoy
 Gaitán, el primero condenado a 30 años por la muerte de Mack, y los
 dos últimos absueltos en ese proceso, pero a la espera de que se haga
 firme la sentencia.
    Ayer Lima Estrada fue remitido a un hospital supuestamente bajo
 tratamiento médico y hoy los otros fueron a una prisión castrense, en
desacato de una orientación de la directora del sistema penitenciario
 de que fueran recluidos a una carcel pública conocida como Boquerón,
 en el departamento de Jutiapa.
    Según Mack, hay indicios que llevan a tener "casi la certeza" de
 que el motín fue provocado por los ex militares para tener pretexto
 de ser remitidos a un cuartel militar, lo cual constituye una clara
 violación de la ley y de las resoluciones judiciales.
    Están siendo juzgados por un tribunal civil y por lo mismo tienen
 que estar en cárceles controladas por autoridades civiles, acotó, al
calificar de lamentable que el Estado desde hace varios años haya
 renunciado al control y a la seguridad de las prisiones.
    Dichas prisiones, denunció, son controladas ahora por los reos y,
 especialmente, por aquellos que tienen vínculos con el ejército.
    Informaciones difundidas aquí apuntaron que el motín en el
 preventivo de la zona 18 se desató por el descontento de decenas de
 reclusos ante los alegados privilegios y abusos cometidos por Lima
 Oliva, condenado junto a los otros dos ex militares a 30 años por el
 homicidio de Gerardi.
 lam/ucl

 0:20 UTC febrero 13, 2003