Argentina: i tre candidati che generano il panico tra l'establishment



CARRIO, KIRCHNER Y RODRIGUEZ SAA LEVANTARON LA IRA DEL ESTABLISHMENT
Trenes y petróleo como símbolo del modelo Cada uno por su lado, los tres
candidatos hablaron con Página/12 para explicar los alcances de sus
propuestas. Aseguran que no se dejarán amilanar por las presiones del poder
económico y también se encargan de diferenciar sus planteos de los de sus
competidores. Los trenes y el petróleo resultan claves en sus estrategias.
Nadie habla de reestatizar los trenes porque siguen siendo del Estado. Pero
los tres candidatos destacan la importancia de revisar las concesiones.


Por Diego Schurman http://www.pagina12.com.ar/


 Cada uno por su lado, los tres cuestionan las privatizaciones, en especial
las de explotación de trenes e hidrocarburos. Por eso proponen vigorizar el
papel de los organismos de control y, en algunos casos, no descartan que los
servicios enajenados pueden volver en algunos casos a manos del Estado. Pero
Adolfo Rodríguez Saá, Elisa Carrió y Néstor Kirchner no se quedan ahí. Cada
uno por su lado, en diálogo con Página/12 aseguran que la discusión -que en
otros tiempos era tabú en la clase política- debe profundizarse en la
campaña porque hay una fuerte demanda de la gente en ese sentido. Cada uno
por su lado, también aseguran que no los intimidan las presiones del
establishment.
A contrapelo de la mano dura de Carlos Menem, cuando en pleno conflicto
gremial creó la muletilla "ramal que para, ramal que cierra", ahora los
candidatos no desdeñan el valor estratégico del servicio ferroviario en las
políticas nacionales ni en los planes de seducción del electorado.
Rodríguez Saá lo piensa desde una concepción de territorialidad. "Tenemos
que recuperar las 400 poblaciones que vivían a la vera del ferrocarril",
resalta. No son pocas las ciudades y pueblos que en los '90 -acompañados por
la desaparición de las industrias o plantas fabriles- se volvieron
fantasmas.
"En el imaginario de mucha gente, y con razón, está la asociación tren =
desarrollo. Pero el tren sin un proyecto de desarrollo previo se vuelve una
enorme frustración", señala Carrió. En el ARI, el servicio ferroviario es
apenas una parte de un plan integral. "Tenemos que recolonizar el país.
Repensarlo territorialmente. Creemos que un país con un cuerpo pequeño y una
cabeza gigante (por la Capital) es un país que no se desarrolla con
equilibrio", agrega el diputado Mario Cafiero.
Tanto Menem como Fernando de la Rúa consideraban a los trenes como un
"servicio esencial". Lo hacían para garantizar la circulación de los
convoyes en tiempos de huelga. Pero no mostraron la misma rigurosidad a la
hora de controlar la calidad de la prestación.
En la vía
Los tres candidatos creen que la concesión del servicio de trenes tiene poco
y nada de servicio y mucho de interés rentista. "Es una verdadera vergüenza.
Todo fue pensado como negocio. La concesión del mantenimiento de vías es
distinta a las del transporte de pasajeros. Hay trenes que no pueden andar a
más de 20 kilómetros por hora porque descarrilan. Y esto tiene que cambiar",
esboza Kirchner.
De todos modos, aclara que nunca pregonó por una reestatización del
servicio, simplemente porque los trenes son del Estado y éste los entregó en
concesión. "Lo que nosotros queremos hacer es una revisión de los contratos,
de los pliegos. Cuando hablo de recuperar los ferrocarriles digo que hay que
ponerlos al servicio de la gente y del país y no de quienes los explotan.
Estos tienen que cumplir con las inversiones. Los entes reguladores de los
servicios públicos tienen que actuar", señala el santacruceño.
En este punto coincide con Rodríguez Saá. "Lo que aquí se hizo es separar el
servicio de carga, que siempre es rentable, con el de pasajeros, que no
siempre lo es, y entonces muchas veces no se cumple como lo indica el
contrato", señala Jorge Rachid, uno de lo hombres de confianza del puntano
en su Movimiento Nacional y Popular.
"Los ferrocarriles se privatizaron porque daban una pérdida de 3 millones
por día. Y hoy para que anden como andan, o sea que la gente se traslade
como ganado, el Estado paga un subsidio de 300 millones anuales. Esta claro
que hay que cambiar la política", agrega.
Haciendo eje en un "modelo productivo", Rodríguez Saá insiste también una
presencia más importante del Estado, tanto para controlar elcumplimiento de
lo contratos, como a la hora de fijar una política aérea, terrestre y
fluvial. "No es reestatizar sino controlarlos", aclara.
Carrió no se queda atrás. "Control estricto no hay dudas", dice. Pero avanza
más que sus competidores: "Y si persisten los incumplimientos, caducidad del
contrato. ¿Quién se hace cargo ante una caducidad? Puede ser otro
concesionario privado, el Estado, o alguna mutual", señala la titular del
ARI. Y Cafiero remata, para aventar fantasmas: "Hay que recordar que en
Estados Unidos, cuna del capitalismo, los trenes son estatales".
Oro negro
Los tres candidatos ofrecen mayores matices a la hora de hablar de la
situación de las petroleras. Por ejemplo, Kirchner no habla de estatizar
sino de tener participación en ella a través de la denominada "acción de
 oro".
"Con YPF, Santa Cruz tenía una acción de oro de un promedio del 4 por ciento
del paquete total. Pero cuando la compra Repsol y se queda con más del 51
por ciento de las acciones no tenía sentido quedarse, ya que no podíamos
participar del directorio", dice Kirchner.
"Ahora -agrega el sureño- necesitamos recuperar una acción de oro que nos
permite intervenir fehacientemente en las decisiones y también poder
intervenir en la confección de una verdadera ley de hidrocarburos."
Para Rodríguez Saá en ninguna estrategia nacional puede estar ausente el
petróleo. "Si tiene algo que ver en la posibilidad de guerra con Irak, si
puede tener que ver con el conflicto en Venezuela, entonces alguna
importancia tiene ¿no?", señala el puntano. De todos modos, eso no significa
revisar las privatizaciones sino promover la creación de una empresa
nacional de hidrocarburos.
-¿Qué haría esa empresa de bandera? ¿Qué hay por explotar que no esté en
manos de las privatizadas? -preguntó este diario a Rachid.
-Repsol prácticamente no tiene pozos en España. En este caso queremos una
empresa nueva para constituir negocios que tengan que ver con el petróleo y
recuperar el rol del Estado para preservar un recurso estratégico. Además,
podemos participar de alguna licitación para explotar pozos en otro país.
Para Carrió, la presencia del Estado es trascendental. "Es como en los
trenes. Primer paso revisión de los contratos. Y si hay caducidad se puede
avanzar en una nueva concesión, que puede ser privada, quedar en manos de
cooperativas sociales, o en manos del Estado. No descarto nada", asegura.
Aunque aclara: "Salvo que haya incumplimiento del contrato, no va a haber
mecanismos expropiatorios".
Eso sí, ninguna medida se tomará fuera de una política general. "No podemos
considerar al petróleo por separado. Y ya lo dijimos en noviembre pasado:
tenemos que crear un ente regulador de toda la energía."
"La idea -se suma Cafiero- es revisar contratos como el de Loma de la Lata.
Se supone que es un yacimiento del que van a salir 40 mil millones de
dólares y se negoció por 300 millones de dólares. Eso no puede ser. Queremos
terminar con la patria petrolera, revisar las regalías en las provincias y
lograr que haya balances en las destilerías."
"Con YPF concedo que había un exceso de personal. Pero generaba empleo y la
plata quedaba en el país. Tenía, al menos, un sentido social. Ojo, que con
esto no quiero decir que hay que volver a la empresa estatal donde hay
corrupción. Pero el sentido de eficiencia tiene que ir de la mano con el
sentido social", agrega el diputado.
No me peguen,
soy establishment
Con el argumento de la inseguridad jurídica muchas veces se intentó
justificar la represión a las protestas sociales. Ahora, frente a los
planteos de los candidatos de vigorizar el Estado, se blande la posibilidad
de que los inversores y el FMI se asusten. "Quieren mostrar como anacrónica
la presencia del Estado. A mí también me pegaron cuando analicé el sistema
financiero. Y yo le digo a todos que la política nacional no depende de los
titulares ni de las presiones del establishment que habla a través de ellos.
Nosotros tenemos que ser claros: no hay capitalismo sin Estado", señala
Carrió.
"Yo quiero un establishment capaz, honesto y al servicio de la
Argentina -señala Kirchner cuando se lo confronta con las quejas y amenazas
del poder económico-. Aquel que en vez de preguntar por qué preservé los 530
millones de reserva de Santa Cruz, depositándolos en Suiza, quiera saber
dónde están los 30 mil millones de pesos de las privatizaciones que hizo
Menem."
Rodríguez Saá tampoco se priva del dedo acusador. "Desde el punto de vista
político en la argentina neoliberal de los últimos 25 años hubo dos
genocidios: el que produjo la dictadura, con la fragmentación, y el de
Menem, con la exclusión. Y de esto fue cómplice el establishment", explica
Rachid. "No nos importa lo que diga el establishment, que es responsable de
la decadencia", ratifica Rodríguez Saá. Y destaca, buscando mostrarse
pionero de la batalla contra el neoliberalismo, que cuando anunció la
suspensión de los pagos de la deuda externa, ni Lula era presidente de
Brasil ni Lucio Gutiérrez de Ecuador.
Cada uno por su lado plantea el debate. Cada uno por su lado se dice
dispuesto a sostenerlo. Los voceros del establishment se manifiestan
sorprendidos por que se pongan en disputa los dogmas indiscutibles del
neoliberalismo. La única sorpresa, visto el desastre al que arrastraron al
país, es cómo el debate no surgió antes.


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Nello

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