Bolivia: Según Evo Morales, los militares se aprestan a ultimar izquierdistas



Stella Calloni
La Jornada


El dirigente campesino boliviano Evo Morales, a la cabeza de una protesta
que va más allá del "tema de la hoja de la coca", pues incluye la lucha por
"recuperar nuestros recursos naturales", recuerda que el pasado año el
Congreso autorizó al gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada la entrada de 300
militares de Estados Unidos, además de la presencia de asesores de ese país
que están en el Chapare y otras regiones conflictivas de Bolivia.

Esta presencia es permitida por un gobierno que continúa llevando adelante
las recetas de Washington y del neoliberalismo, por lo que "pensamos que
ésta es la hora del pueblo (...) No ha habido respuesta por parte del
presidente y la lucha sigue, y es un momento decisivo en el que estamos
juntos aymarás, quechuas, trabajadores y tantos sectores y organizaciones,
porque se trata de una lucha frontal contra el modelo".

Al referirse a la represión desatada por el gobierno contra las protestas
campesinas, mineras y de jubilados en días pasados, el diputado Morales
relata, en entrevista telefónica con La Jornada, que los "ayllus (otra etnia
boliviana) estaban haciendo una huelga de hambre pacíficamente para pedir
reivindicaciones y los desalojaron violentamente, y así no les dejaron más
salida que unirse a esta gran protesta. Los expulsaron como se expulsa a
todos los pobres del sistema".

Sin embargo, considera que pese a esta respuesta del gobierno, el movimiento
de protesta se ha consolidado, con el apoyo del también dirigente indígena y
campesino Felipe Quispe.

"Llevamos una segunda semana de acciones muy fuertes de movilización y
bloqueo y hay cada vez más apoyo de distintos sectores, a pesar de la
militarización. Tenemos el apoyo de la Central Obrera Boliviana (COB), las
dos grandes confederaciones campesinas, el Frente Nacional de Mujeres,
maestros y sectores rurales, y aunque hay vacaciones y esto no permite
accionar a varios de esos sectores, hemos tenido un fuerte apoyo.

"Hemos visto el ejemplo emocionante de nuestros viejos jubilados (que
durante varios días realizaron marchas contra una reforma que se pretendía
imponer al sistema de pensiones, pese a que los ancianos fueron duramente
reprimidos). El gobierno de Sánchez de Lozada miente porque su objetivo no
es el diálogo o la respuesta, sino tratar de derrotar militarmente la
protesta." El gobierno "sabe que en esto se juega la suerte del modelo y de
las trasnacionales. Por eso mandan tanques de guerra y por eso ordenaron la
militarización del conflicto. Ya llevamos 18 muertos en poco tiempo (11
días)".

Para Morales, el presidente intenta profundizar "un modelo de exterminio en
lo económico y militar de los movimientos sociales e indígenas que han
comenzado a luchar y recuperar sus riquezas, sus territorios. En este
proyecto debemos ubicar a la Iniciativa Andina, el Plan Colombia, el Plan
Puebla-Panamá. Son en realidad un nuevo y enorme Plan Cóndor y por eso las
grandes maniobras (estadunidenses) Cabañas Uno, Dos, Tres en Argentina y
Chile, y otros ejercicios y desplazamientos de tropas en América Latina.

"Ellos (las fuerzas militares) se preparan como en otros tiempos para matar
zurdos (personas de izquierda), gente que los enfrenta, que no se deja
arrasar. Entonces identifican a indígenas, campesinos, trabajadores urbanos
como enemigos del sistema y también a todos los que se rebelan justamente,
como los pequeños productores, las pequeñas empresas cooperativas
productivas y algunas organizaciones no gubernamentales. Ellos quieren
arrasar con todo", alerta.

En este contexto ubica la llegada de David Greenle como nuevo embajador de
Estados Unidos. "El gobierno de George W. Bush parece que no tiene
diplomáticos para enviar a nuestros países y manda a un personaje que fue
director de los Cuerpos de Paz, los cuales eran en realidad espías como se
ha comprobado, y fue agente de la CIA.

"Greenle está implicado en masacres y narcotráfico, por tanto en actos
criminales y en la delincuencia", añade el diputado del Movimiento al
Socialismo, fuerza que se originó en el Chapare y en Cochabamba como forma
de acción campesina para protegerse de la represión.

Los campesinos cocaleros recuerdan que la coca, planta de uso tradicional en
esta región para los indígenas, se transforma en droga por los químicos que
se fabrican en los países ricos y la demanda de sus sociedades, que como la
de Estados Unidos resulta la mayor consumidora mundial de estupefacientes.

Evo Morales surgió de esas luchas, como dirigente cocalero, y fue elegido
diputado en 1997. Por maniobras tras las cuales estuvo Washington, fue
expulsado arbitrariamente del Congreso, acusado de "instigación a la
violencia", y en marzo de 2002, cuando anunció su candidatura presidencial,
la embajada de Estados Unidos llamó públicamente a no votarlo.

"Desde el principio advertí que el presidente Sánchez de Lozada no iba a
durar en el poder más de dos años si el gobierno continuaba aplicando las
recetas de Estados Unidos y del Fondo Monetario Internacional y que podía
ocurrirle lo que pasó en Argentina el 20 de diciembre de 2002. Nosotros
llamamos a encontrar instrumentos económicos propios y a participar en la
administración de nuestros recursos. Si el Estado y los empresarios han
fracasado, nos toca ahora a nosotros".




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Nello

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