VENEZUELA: Chávez, defensa y esperanza para los pobres




Humberto Márquez

CARACAS, ene (IPS) - Una humilde mujer marchó 15 kilómetros por la capital
venezolana mientras sostenía un cartel en el cual había garabateado "Con
hambre y desempleo, con Chávez me resteo (apuesto todo)". El apoyo popular
al presidente Hugo Chávez se debe más a valores políticos que a logros
materiales.

Actitudes como la de esa mujer, participante en una manifestación de decenas
de miles de oficialistas, son atribuidas por encuestadoras privadas como
Datanálisis y Consultores 21, cuyos directivos son activos opositores, a que
Chávez mantiene un "piso duro" de respaldo popular, de 20 a 30 por ciento.

Ese respaldo sostiene al gobierno junto con el énfasis de las Fuerzas
Armadas en obedecerlo como manda la Constitución, pese al asedio de la
oposición, que ha organizado las mayores marchas de protesta en la historia
del país y mantiene una huelga con amplio apoyo desde el 2 de diciembre.

Una de esas marchas fue el preludio en abril de un breve golpe de Estado,
que alejó a Chávez del poder durante un par de días.

Los conductores de la huelga demandan que el presidente renuncie o convoque
en breve plazo a una nueva elección.

"El pueblo que sigue a Chávez defiende una pésima esperanza, y en primer
lugar la idea de que su gobierno puede producir cambios radicales que
mejoren las condiciones de las clases excluidas", dijo a IPS el sociólogo
Tulio Hernández.

"Los ricos siempre han tenido mucho y nosotros nada. Ahora Chávez quiere que
nosotros también tengamos un poquito", comentó a IPS en una concentración
oficialista Josefina González, una enfermera desempleada tocada con la
típica boina roja "chavista".

"Cuando la gente dice que, con hambre y desnuda, está con Chávez, lo que
dice es que se la juegan con un hombre que por lo menos en el discurso
expresa una parte de ese anhelo de justicia que subyace en el fondo de todos
los pobres", opinó el ex líder socialista Teodoro Petkoff, editor del
periódico opositor Tal Cual.

Varios indicadores sociales y económicos básicos señalan que la situación
actual no es mejor que cuando Chávez llegó al gobierno en febrero de 1999.

Según el estatal Sistema de Vigilancia Alimentaria, en 1998 padecían déficit
nutricional agudo 12,5 por ciento de los menores de 15 años, en 1999 ese
indicador disminuyó a 11,7 por ciento, el año siguiente fue 11,3 por ciento,
y en 2001 aumentó a 12,3 por ciento.

En 2002, los estratos más bajos de la población perdieron 70 por ciento de
su poder adquisitivo mensual, según estudios de Datanálisis que combinaron
inflación, salario, devaluación y costo de la canasta básica.

La Cámara de la Industria Alimentaria registró este año una caída superior a
seis por ciento en el consumo de alimentos.

El desempleo abierto afectaba a 14,5 por ciento de la población
económicamente activa en 1999, y se había reducido a 12,8 por ciento en
2001, pero trepó a 17 por ciento en 2002, según cifras oficiales.
Organizaciones privadas y sindicales lo sitúan en el rango de 18 a 22 por
ciento.

En la actualidad, un poco más de la mitad de la población económicamente
activa trabaja en el sector informal de la economía.

La inflación fue la más alta de América Latina durante buena parte de los
años 90. Luego bajó a 29,9 por ciento anual en 1998 y a 12,3 por ciento en
2001, pero en 2002 fue 31,2 por ciento, en parte por la depreciación del
bolívar luego de que se implantara la libre flotación del precio del dólar a
comienzos de ese año.

El promedio de la cotización del dólar en 1999 fue 605 bolívares, y en 2002
fue 1.330 bolívares.

Hasta 2001, por lo menos 45 por ciento de los venezolanos no podían
satisfacer sus necesidades básicas, y es probable que las personas en esa
condición hayan llegado a ser 55 por ciento de la población en 2002, según
el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad
Católica Andrés Bello.

Pero desde 1998 hubo "mejoras de orden jurídico y político, como el
reconocimiento a las minorías indígenas (500.000 individuos de 30 etnias)
que tienen existencia legal según la nueva Constitución, y nuevas leyes de
tierras, de pesca y de microcréditos, que estimulan la organización de
cooperativas", observó Hernández.

Chávez "ha sublimado en el discurso la carencia de actos de gobierno en los
cuales pueda tomar cuerpo el propósito de cambio en la sociedad", según
Petkoff.

La oposición "no termina de entender que lo que se cree puede ser más
importante que lo real, mientras que Chávez trabaja sobre el imaginario
político de los pobres", comentó Hernández.

El presidente, ex comandante de paracaidistas, representa un muro de
contención frente al pasado, ya que derrotó a los partidos que se alternaron
40 años en el gobierno y enfrentó a las cúpulas sindicales, empresariales y
del clero católico, además de marcar distancia con Washington, añadió.

"Lo que Chávez ha hecho por nosotros no lo hizo nadie en los 40 años
anteriores", dijo a IPS Amada Portillo, dirigente de la cooperativa agraria
La Conquista, creada por nuevos adjudicatarios de tierras en fértiles
llanuras junto al occidental Lago de Maracaibo.

"Defenderemos al presidente como sea. Amor con amor se paga", afirmó.

"Los políticos del pasado quieren cobrarle al presidente esta Constitución.
Si cae Chávez la van a deshacer para agarrarse (tomar) el país y volvérselo
a repartir, pero ahora conocemos nuestros derechos", dijo a IPS Luisana
Reyes, de una barriada del este caraqueño.

Durante la entrevista, Reyes imitaba a su líder al exhibir el pequeño "libro
azul", una minúscula edición de la Constitución que Chávez impulsó en 1999,
que cuesta de uno y dos dólares y de la cual ya se han vendido más de
300.000 copias, en un país de 23 millones de habitantes donde se venden unos
5.000 ejemplares de los mayores éxitos literarios.

Chávez "también tiene el apoyo militante de gente de la vieja y nueva
izquierda, que no pudo llegar al poder con sus propios partidos y ahora lo
apoya porque el presidente esgrime algunas de sus banderas y su discurso",
observó Hernández.

Los partidos de izquierda marxista en Venezuela, radicales y moderados,
nunca sumaron más de 13 por ciento de los votos en la decena de comicios
realizados de 1958 a 1992.

En 1993, el candidato presidencial obrerista Andrés Velásquez logró algo más
de 20 por ciento de los votos válidos, pero con una abstención de 55 por
ciento de los habilitados.

Chávez ganó la elección presidencial de diciembre de 1998 con 56 por ciento
de los votos, frente a 40 por ciento de su contendor Henrique Salas. En
julio de 2000 fue reelegido para un sexenio con 60 por ciento de los
sufragios, contra 37 por ciento de su rival Francisco Arias

**************************************************
Nello

change the world before the world changes you because  another world is
possible