El Caribe olvidado



Angel Guerra Cabrera
La Jornada

La cumbre celebrada en La Habana el 8 y 9 de diciembre entre jefes de Estado
o gobierno de los países miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom) y su
homólogo cubano Fidel Castro, apenas recibió espacio en los grandes medios
de difusión. El Caribe, que como Asia, la América Latina continental y
Africa contribuyó sustancialmente a la acumulación capitalista, divisora
desde entonces del mundo entre un puñado de estados desarrollados
(saqueadores) y una vasta zona de subdesarrollados (saqueados) ha
desaparecido casi del mapa informativo trazado bajo la globalización
neoliberal. Sólo cuando es amenazado este orden expoliador - como ocurre
ahora en Venezuela- un país caribeño vuelve a ser noticia, entonces mediante
la distorsión inmisericorde de los hechos por los pulpos de la
(des)información. En el olvidado Caribe los más olvidados por esos pulpos
son los integrantes del Caricom, 14 estados, todos pequeños y en su mayoría
insulares, que accedieron a la independencia al final del proceso de
descolonización. Es útil para el lector recordarlos porque algunos de ellos
nunca son mencionados en los despachos noticiosos: Antigua y Barbuda,
Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Haití, Granada, Guyana, Jamaica, San
Cristóbal y Nevis, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Surinam, y
Trinidad y Tobago.

Barbados, Jamaica, Guyana, y Trinidad y Tobago establecieron relaciones
diplomáticas con Cuba al unísono en diciembre de 1972, hecho escogido por
los estados miembros del Caricom como fundamento simbólico de esta
cumbre -que se repetirá cada tres años-, porque "representó un hito
histórico que alentó la reinserción de la República de Cuba en las
relaciones diplomáticas del hemisferio y constituyó la afirmación de que
Cuba es parte integral de la familia caribeña", afirman en la declaración
dada a conocer al final de la reunión. Aquel gesto constituyó un desafío al
orden hemisférico controlado por Estados Unidos usando a la Organización de
Estados Americanos y sirvió de precedente para que numerosos países
latinoamericanos restablecieran relaciones diplomáticas con La Habana.

Fundado en 1973, el Caricom procura la integración económica y el
estrechamiento de relaciones entre los países caribeños, lo cual ha
permitido desde entonces una serie de pasos importantes, que llevaron a la
creación de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), de la que forman
parte también países como República Dominicana, México, Colombia, Cuba y
Venezuela.

En el periodo revolucionario, La Habana ha dado énfasis en su política
exterior a las relaciones con el Caricom, expresadas en cientos de programas
de colaboración que van desde la alfabetización y la reforestación hasta la
remodelación de un ingenio azucarero en Haití o del hospital de la capital
granadina. También con la presencia en ellos de más de mil técnicos,
principalmente médicos, y haberse graduado, o estar estudiando en Cuba en la
actualidad, más de 3 mil ciudadanos de los países del Caricom. Un primer
antecedente de esta corriente está en la solidaridad manifestada a la
Revolución cubana por el gobierno de Cheddy Jagan, en Guyana, aun antes que
ésta alcanzara la independencia, continuada años después por el primer
ministro de ese país, Forbes Burham, y sus homólogos Michael Manley, de
Jamaica; Errol Barrow, de Barbados, y Eric Williams, de Trinidad y Tobago,
también destacado historiador. Considerados los padres fundadores de la
independencia de sus naciones, ellos dieron la tónica que ha marcado la
diplomacia del Caricom, orientada por la concertación a escala caribeña y un
espíritu muy independiente para estos tiempos en el contexto internacional.
En la cumbre de La Habana, donde se condenó el bloqueo contra su país, Fidel
Castro anunció que retomará la solicitud de ingreso en el Convenio de
Cotoneau por el que la Unión Europea otorga facilidades comerciales-, en
atención a la reiterada solicitud del grupo APEC y del Caricom. Como
resultado de la reunión, Cuba contribuirá al suministro de retrovirales a
precio de costo, una escuela de enfermería y mil expertos a la lucha contra
el sida en los países del Caricom, donde esta enfermedad se ha convertido
casi en la primera causa de muerte. La solidaridad caribeño-latinoamericana
inspiradora de la cumbre de La Habana no es nueva. Data de la época en que
Petion tendió la mano a Simón Bolívar y a la independencia de América del
Sur, otro hecho olvidado a conveniencia del orden dominante.

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Nello

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