El ALCA hará hincar a Bolivia



El Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) ocasionará un
severo quebranto a la economía boliviana, restringirá su soberanía,
dañará su medioambiente y empeorará las precarias condiciones de vida
y de trabajo de su población, advirtieron las organizaciones sociales
y laborales opuestas al proyecto impulsado por Estados Unidos.

 'Bolivia tiene muy poco que ganar y mucho que perder con el ALCA',
que es un tratado de libre comercio que busca, a partir del 2005, la
expansión económica de los Estados Unidos y de las grandes
transnacionales a costa de los países más pobres de América Latina.
Las organizaciones sociales y laborales bolivianas han iniciado una
serie de movilizaciones y actos de protesta en busca de sensibilizar a
la opinión pública nacional en contra de ese proyecto hemisférico que
está siendo negociado e impulsado a espaldas de los pueblos del
continente. 'El ALCA busca una integración entre el tiburón y las
sardinas. El PIB de todos los países latinoamericanos en conjunto es
apenas la décima parte del PIB de EEUU.

La experiencia histórica muestra que la integración planteada sobre
bases tan desiguales, conduce a la concentración de beneficios en los
países desarrollados y a la absorción de costos por parte de los
países más pobres'. Impacto en Bolivia Las organizaciones opuestas al
ALCA, entre las que se encuentran la COB, fabriles, campesinos,
estudiantes, intelectuales y otras agrupaciones populares, consideran
que el acuerdo de libre comercio profundizará los daños ocasionados
por el neoliberalismo en los ámbitos de la economía, el comercio
exterior, el medio ambiente, los derechos sociales y laborales y en la
soberanía nacional.

En el campo de la economía se prevé que la vigencia del ALCA impondrá
un duro 'shock externo' sobre el endeble comercio exterior boliviano.
Así, a partir del 2005, Bolivia perdería las preferencias arancelarias
que actualmente tiene en los mercados andinos y sus exportaciones de
soya serían desplazadas de los mercados de Perú y Colombia por la
producción brasileña.  Bolivia exporta aceites, harinas y granos de
soya a los mercados andinos por un valor cercano a los 300 millones de
dólares, favorecida por un tratamiento impositivo preferente aplicado
en esos mercados a la producción nacional.

Con el ALCA, esta ventaja desaparecería, lo que ocasionaría la
reducción de las exportaciones, la caída en el ingreso de divisas y la
virtual quiebra del sector agropecuario del oriente del país. De ahí,
el temor y la incertidumbre existente entre los empresarios y
trabajadores del agro. Otros sectores económicos que se verían
afectados por el ALCA serían los de la industria, que perderían
mercados y ventas con la competencia externa, y los productores
campesinos, inmersos en una crisis productiva y en una economía de
subsistencia. Deterioro del medioambiente

La Incursión de las transnacionales en el territorio nacional traería
también aparejada la explotación indiscriminada de los recursos
naturales, la destrucción de bosques y severas alteraciones del ya
precario equilibrio medioambiental. El uso intensivo e indiscriminado
de suelos para la agropecuaria y las nocivas prácticas de la industria
forestal y manufacturera, entre otros factores, están ocasionando que
Bolivia pierda anualmente alrededor de 50 millones de dólares cada
año, según las estimaciones de la Superintendencia Agraria. Reducción
de derechos laborales El deterioro en las condiciones de vida y de
trabajo de los trabajadores es otro resultado previsible del ALCA.

'En su afán por atraer inversión extranjera, se desregulará el mercado
de trabajo, se reducirá el costo de la mano de obra y se eliminarán
las conquistas salariales y sociales'. Entre los trabajadores hay el
temor de que la inversión extranjera contribuya muy poco en la
generación de empleo, tal como ocurrió en los años 90, y por el
contrario coadyuven en acrecentar los grados de explotación laboral
(salarios más bajos, más horas de trabajo, menos protección social y
laboral).  La penalización de la protesta social, la prohibición de
las huelgas y el debilitamiento de las organizaciones sindicales
serían otros ingredientes del ALCA. Atentados contra la soberanía

En un ámbito más amplio, el movimiento social y popular contrario al
ALCA, que crece a pasos agigantados, considera también que el acuerdo
de libre comercio será funesto para la soberanía nacional.  'Bolivia
será manejada por las grandes transnacionales y la legislación
boliviana estará sometida a los convenios internacionales y a los
intereses empresariales. Cualquier transnacional que tenga problemas
con el Estado boliviano podrá enjuiciarlo en los tribunales
internacionales, como es el caso de Bechtel'. Bechtel Corporation es
una transnacional estadounidense que intenta cobrar dolosamente 25
millones de dólares al Estado boliviana en una corte especial del
Banco Mundial, por las ganancias que no obtuvo al concluir
abruptamente su contrato en el servicio de agua potable, tras la
revuelta popular denominada 'guerra del agua' (abril 2000) que sembró
dolor, luto y sangre en Cochabamba, la tercera ciudad en importancia
del país.



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Nello

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