ECUADOR:El riesgo de la inestabilidad política



Kintto Lucas

QUITO, 19 oct (IPS) - La estabilidad política está en juego en las
elecciones de este domingo en Ecuador, un país en que los dos últimos
presidentes surgidos de las urnas fueron depuestos como consecuencia de
masivas movilizaciones populares de protesta.

Los riesgos parecen surgir de la atomización del voto anunciado por las
encuestas. Cualquiera sea el vencedor entre los 11 candidatos a la
presidencia, no tendrá mayoría legislativa y deberá buscar aliados en un
futuro Congreso fraccionado en varios bloques parlamentarios.

Así mismo, las coaliciones electorales que respaldan a algunos de los
candidatos favoritos presentan importantes contradicciones internas, que
harían aún más difícil la gobernabilidad.

León Roldós, vicepresidente entre 1981-1984, tiene el apoyo de grupos
políticos que van de la derecha al centroizquierda.

Uno de los partidos favorables a Roldós es Unión Nacional, cuyo líder, el ex
diputado Juan José Pons, estuvo vinculado al gobierno de Jamil Mahuad y fue
uno de los promotores de la alianza entre éste y el derechista Partido
Social Cristiano.

Mahuad, que juró la presidencia en agosto de 1998, fue derrocado en enero de
2000 por las Fuerzas Armadas, que le retiraron su apoyo cuando una
movilización encabezada por dirigentes indígenas y algunos militares parecía
a punto de tomar el poder.

En 1997, el parlamento había relevado de la presidencia a Abdalá Bucaram,
arguyendo la supuesta incapacidad mental del mandatario para gobernar.
Bucaram había comenzado su administración en agosto de 1996.

En la alianza que promueve la candidatura de Roldós también participa Fuerza
Ecuador, un partido político de la provincia costeña de Guayas que reclama
la autonomía provincial, y el Partido Socialista, al que pertenece el
candidato y cuyos postulados ideológicos parecen en contradicción con el
resto de los integrantes de la coalición.

Roldós dijo a los corresponsales extranjeros que su capacidad para hacer
amistades es el cemento de la alianza que lo respalda. Agregó que, de pasar
a la segunda vuelta electoral, es capaz de atraer tanto a sectores de
izquierda como de derecha.

"Yo me baso en relaciones de amistad, en el diálogo, y tengo capacidad de
llevarme bien con gente de diversos sectores", aseguro Roldós. Según cree,
con eso basta para garantizar la gobernabilidad, ya que él puede ser puente
entre enemigos políticos.

Por su parte, el empresario bananero Alvaro Noboa fundó el Partido Renovador
Institucional Acción Nacional meses antes de abrirse el registro de
candidatos y reunió en su entorno a representantes grupos escindidos los
partidos de derecha e izquierda.

Muchos analistas creen que esa combinación de grupos de los extremos del
arco político no es garantía de estabilidad interna.

El coronel retirado Lucio Gutiérrez, uno de los protagonistas del
derrocamiento de Mahuad, congrega en respaldo de su candidatura a partidos y
movimientos de izquierda y a organizaciones sociales urbanas y rurales que
en el pasado habían tenido dificultades para unirse.

La principal organización de la alianza que respalda a Gutiérrez es el
Movimiento Pachakutik, brazo político de la Confederación de Nacionalidades
Indígenas del Ecuador (Conaie). También participan de la misma coalición el
marxista Movimiento Popular Democrático, y más de cien organizaciones
sociales autónomas.

Gutiérrez afirmó que es necesario forjar un gran acuerdo nacional "entre los
sectores que quieren cambios, para gobernar el país", y con exclusión de
quienes "se hayan visto involucrados en actos de corrupción".

El ex presidente Rodrigo Borja (1988-1992) encabeza las encuestas
preelectorales, aunque muy lejos de la mayoría absoluta de votos necesaria
para ganar la presidencia en la primera vuelta.

Borja es apoyado por su partido, Izquierda Democrática, por grupos
escindidos de la Democracia Cristiana e incluso por dirigentes que
participaron del actual gobierno, de Gustavo Noboa.

También el socialdemócrata Borja cree indispensable un gran acuerdo nacional
para asegurar la gobernabilidad.

"Este no es el momento de gobernar solo con mi partido, como en otras
épocas. Hay que hacer acuerdos que involucren a la mayoría de los
ecuatorianos para sacar al país de la crisis", dijo.

Al respecto, el ex presidente León Febres Cordero (1984-1988), líder del
Partido Social Cristiano (PSC), aseguró que se inclinará por Borja en la
segunda vuelta, prevista para el 24 de noviembre, si el candidato de su
partido, Xavier Neira, no logra ubicarse este domingo entre los dos
aspirantes más votados.

El candidato de Izquierda Democrática es "un político serio, más allá de las
discrepancias ideológicas" que los separan a ambos, comentó Febres Cordero.

Borja tiene la preferencia de 18 por ciento de las personas consultadas en
las últimas encuestas, ante 15 por ciento de Noboa, 14 por ciento de Roldós
y 12 por ciento de Gutiérrez.

También parece en condiciones de lograr una alianza de gobernabilidad con la
participación de los legisladores del PSC y de otros grupos. Aunque para
conocer la magnitud de esa eventual coalición es preciso aguardar la
instalación de la nueva legislatura, que también será elegida este domingo.

Febres Cordero venció a Borja en la segunda vuelta electoral de 1988, luego
de haber quedado segundo en la primera vuelta. Los médicos le desaconsejaron
la presentación de su candidatura en estas elecciones, por problemas de
salud.

Pero Febres Cordero igual resolvió optar por un escaño en el parlamento por
la provincia de Guayas, la más poblada del país, para ayudar al candidato
presidencial de su partido, Neira.

Según la Constitución, el partido que logre mayoría relativa en las
elecciones de este domingo designará al presidente del Congreso, por lo que
es probable que Febres Cordero ocupe ese puesto.

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Nello

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