BRASIL:Urnas cibernéticas y despliegue militar



Mario Osava

RIO DE JANEIRO, 4 oct (IPS) - El uso de urnas electrónicas en las elecciones
del próximo domingo en Brasil constituirá un hito tecnológico mundial en la
materia, pero esa muestra de modernidad será empañada en parte por la
necesidad de apelar a militares para evitar incidentes.

El Tribunal Superior Electoral (TSE), la máxima instancia reguladora del
proceso, informó que están habilitados para votar 115.324.050 ciudadanos,
69.937 de los cuales residen fuera del país.

El promedio de abstención de los últimos años en Brasil ronda 10 por ciento
del padrón, en comicios con sufragio obligatorio.

Los candidatos inscriptos para participar en las elecciones de este domingo
suman 18.880, seis de ellos en busca de la presidencia y otros 213 en
disputa de las 27 gobernaciones estaduales en juego.

Los restantes postulantes lucharán por cargos legislativos. En el Senado son
54 los lugares a cubrir, que equivalen a los dos tercios del total, mientras
que se renovará los 513 escaños de la Cámara de Diputados y 1.059 en las
Asambleas Legislativas de los estados.

Para el caso de que ninguno de los aspirantes a suceder al presidente
Fernando Henrique Cardos logre obtener la mayoría de los votos válidos este
domingo se ha previsto una segunda ronda electoral el 27 de este mes.

Esta será la primera vez que se utilizará la informática para votar en
elecciones generales, para lo cual se han distribuido más de 406.000 urnas
electrónicas en todo el país y en ciudades del exterior, donde viven muchos
emigrantes brasileños que tendrán su voto limitado a la elección
presidencial.

Las llamadas urnas electrónicas, es decir terminales computadorizadas sin
uso de papel, estarán ubicadas incluso en los rincones más alejados de los
grandes centros urbanos brasileños.

Las pioneras elecciones cibernéticas serán observadas por 70 representantes
de 37 países y tres organizaciones internacionales, todos invitados por el
TSE.

Además, las autoridades han dispuesto un refuerzo militar al trabajo de la
policía en una ciudad de la importancia de Río de Janeiro, con más de cinco
millones de habitantes.

Esa medida era limitada en el pasado a los estados menos desarrollados del
norte, nordeste y controoccidental del país, donde son frecuentes los actos
de violencia política.

El ejército pondrá 3.000 soldados en las calles y otros 8.000 a disposición
en los cuarteles para asegurar la votación en Río de Janeiro, informó el
portavoz del Comando Militar del Este, coronel Ivan Cosme.

También participarán de la operación de custodia efectivos de la marina de
guerra, de la fuerza aérea y de la policía federal.

El despliegue militar responde al clima de inseguridad causado por la acción
de grupos narcotraficantes, que el lunes consiguieron clausurar las
actividades comerciales, en escuelas, bancos y otros servicios en unos 30
barrios de Río de Janeiro y localidades cercanas.

Otros ocho estados contarán también con militares para garantizar la
votación.

La situación más grave se presenta en Acre, en el sudoeste amazónico, donde
el ejército custodiará los centros electorales de los 23 municipios,
mientras que en Pará, en la Amazonia oriental, el refuerzo militar cubrirá
63 ciudades, casi un tercio del total.

Aparte de los posibles tumultos, emitir el voto no será fácil para los
electores poco o nada habituados a las computadoras.

Los candidatos son identificados solamente con números. Dos guarismos
corresponderán a postulantes a la presidencia y a gobernador, tres para
senador, cuatro para diputado nacional y cinco para los legisladores
estaduales. Cada elector emitirá seis votos, ya que puede elegir dos
senadores.

Las urnas electrónicas son pequeñas computadoras con teclado sólo de números
y botones coloridos para confirmar el voto, corregir o votar en blanco.

Al oprimir la tecla del número elegido aparece la foto del candidato, su
nombre y el del partido que representa, permitiendo así certificar que todo
está correcto. Los técnicos de la justicia electoral calculan que un elector
necesitará 75 segundos para votar, en promedio.

La informatización de las elecciones permitirá conocer los resultados
completos pocas horas después de la clausura de las mesas, es decir en la
noche del mismo domingo, pese a los distintos cargos en juego.

Sin embargo, el nuevo sistema no elimina todas las dificultades que surgen
en un país tan extenso y desigual como Brasil.

En la Amazonia, por ejemplo, será necesario movilizar helicópteros y barcos
para transportar las urnas de locales aislados hacia centros adecuados para
poder transmitir los datos por satélite. En caso de que este domingo se
registre mal tiempo en esas zonas alejadas, el escrutinio puede retrasarse.

Por otra parte, gran parte de los ciudadanos ignoran los candidatos a
diputado, pues la campaña electoral se ha centrado en los aspirantes a la
presidencia.

Luiz Inácio Lula da Silva, de 57 años, aparece como favorito para obtener la
presidencia sin necesidad de que se deba recurrir a la segunda ronda
prevista para el día 27.

Las encuestas le otorgan al candidato de la coalición Lula Presidente,
conformada por el izquierdista Partido de los Trabajadores y el derechista
Partido Liberal, buenas posibilidades de obtener la mitad más uno de los
votos válidos necesarios.

Su principal oponente es José Serra, de 60 años, apoyado por el gobierno de
Cardoso y por la "Gran alianza" entre el Partido de la Socialdemocracia
Brasileña y el Partido del Movimiento Democrático Brasileño, dos de las tres
mayores fuerzas políticas del país.

Ciro Gomes, de 44 años, postulado por el Frente Laborista, integrado por los
partidos Laborista Brasileño, Democrático Laborista y Popular Socialista, y
Anthony Garotinho, de 42 años, del Partido Socialista, amenazan la posición
de Serra, aunque en las últimas consultas los muestran algo alejados.

También compiten por la presidencia, aunque sin posibilidades según las
encuestas, los políticos de extrema izquierda José María de Almeida, del
Partido Socialista de los Trabajadores Unificado, y Rui Costa Pimenta, del
Partido de la Causa Obrera.

Los aspirantes a vicepresidente en las elecciones de este domingo fueron
escogidos con cuidado para agregar votos. Es así que Serra es acompañado por
la diputada Rita Camata, en busca de conquistar votos femeninos, y Ciro
Gomes lleva de compañero de fórmula al líder sindical Paulo Pereira da
Silva, de Sao Paulo.

Por su parte, Lula escogió al industrial José Alencar, con el objetivo de
reducir las resistencias que los empresarios habían manifestado en el pasado
por su extracción obrera y sindical.

Debido a que se puede votar para los distintos cargos a candidatos de
partidos diferentes, es posible que el presidente y muchos gobernadores
elegidos no dispongan en el futuro de mayorías parlamentarias propias. En
especial, porque son 30 los partidos legalmente constituidos.

Esa situación dificulta que uno solo partido logre conformar mayoría
legislativa e, incluso, hasta para las coaliciones. Los futuros gobernantes
tendrán por eso que negociar nuevas alianzas, provocando un reordenamiento
partidario nacional posterior

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Nello

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