BRASIL: Lula propone acuerdo nacional contra crisis



Mario Osava

RIO DE JANEIRO, 3 oct (IPS) - El ex obrero Luiz Inácio Lula da Silva se
consolidó al frente de las encuestas con vista a las elecciones
presidenciales del próximo domingo, proponiendo un acuerdo nacional para que
su probable gobierno pueda impulsar el desarrollo.
Antes de formalizar su candidatura en junio, Lula hizo hincapié en la
coalición con el derechista Partido Liberal (PL), imponiéndose a
resistencias internas de su izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).
De este modo pudo ubicar como candidato a la vicepresidencia de Brasil al
empresario José Alencar, propietario de la gran empresa textil Coteminas.
La estrategia inicial estaba dirigida a ampliar las posibilidades del
triunfo, para lo cual era necesario contrarrestar el rechazo empresarial y
del electorado centrista a un posible gobierno del PT.
Así, Lula moderó su discurso y por primera vez aceptó una alianza con un
partido conservador por táctica electoral, interpretaron analistas
políticos. Aunque no faltaron acusaciones de que era "el lobo vestido de
cordero".
Sin embargo, la tranquila ventaja obtenida en las encuestas a poco de andar
la campaña electoral le permitió al ex sindicalista metalúrgico ponerse al
margen de las discusiones en las que se enfrascaron sus adversarios y buscar
el diálogo con varios sectores, incluso con los que se enfrentaron al PT en
comicios anteriores.
"Un pacto social" para sacar el país de la crisis financiera y ponerlo en la
ruta del crecimiento económico y de creación de empleos es el objetivo
declarado por el candidato del PT y su coalición Lula Presidente.
En realidad, a la vez que amplía su electorado, Lula busca adelantarse a las
difíciles condiciones de gobernanza que enfrentará cualquier nuevo
presidente, ante problemas económicos como la fuga de capitales extranjeros
y una deuda pública en aumento explosivo.
Lula necesita también ampliar su base parlamentaria. La coalición entre PT y
PL parece que no alcanzará siquiera un quinto del Congreso legislativo. Los
apoyos informales, como el del Partido del Movimiento Democrático Brasileño
(PMDB), no le asegurarán mayoría y tampoco un respaldo estable.
Los 115 millones de brasileños habilitados para votar el próximo domingo
también elegirán 54 senadores (dos tercios del total) y los 513 diputados
nacionales, además de los 27 gobernadores estaduales y sus respectivas
legislaturas.
La candidatura de Lula obtuvo adhesiones individuales importantes, como las
de los ex presidentes José Sarney (1985- 1990) e Itamar Franco (1992-1994),
ambos del PMDB, pero eso no garantiza un bloque más amplio de sostén
parlamentario.
Escuchar a todos los sectores de la sociedad es el camino para "reanudar el
desarrollo", afirmó, al justificar el diálogo con los empresarios, políticos
de otras corrientes y líderes sociales.
Esa estrategia puede ser también la semilla de una coalición más amplia, que
le permita asegurar una mayoría parlamentaria, indispensable en un proceso
de superación de las restricciones y amenazas económicas.
La línea política adoptada es asumir la posición de "un líder político capaz
de reunir los diversos intereses del país en torno a un proyecto de
desarrollo", según un estudio del Instituto Brasileño de Estudios Políticos,
dirigido por el cientista político Walder de Goes.
Las reuniones del candidato del PT con banqueros e industriales, realizadas
la semana pasada, lograron el sorprendente apoyo de dirigentes empresariales
que elogiaron la "madurez" de Lula, que en el pasado los atormentó como
líder sindical o de un PT más radical.
"Lula nos ha escuchado más" y muestra mejor conocimiento de los problemas
del sector productivo, dijo el presidente de la Asociación Brasileña de la
Industria Textil, Paulo Skaf, para justificar su apoyo al postulante a la
presidencia de Brasil por el PT.
Para ese diálogo con variados actores contribuyó mucho la presencia del
compañero de fórmula. "Lula representa el trabajo y yo el capital", suele
decir Alencar.
Todo eso consolida el favoritismo de la coalición PT-PL, pero no asegura el
triunfo, comentó a IPS Marcos Figueiredo, profesor del Instituto
Universitario de Investigaciones de Río de Janeiro, una respetada
institución de estudios políticos.
"La elite hoy acepta a Lula en la presidencia, pero aún prefiere a José
Serra", el candidato oficialista del Partido de la Socialdemocracia
Brasileña que ocupa el segundo lugar en las encuestas de intención de votos.
En una posible segunda vuelta presidencial, prevista para el 27 de este mes,
manifestarán esa preferencia, lo cual puede modificar el resultado de este
domingo, argumentó Figueiredo.
Lula tiene dificultades también para conquistar el electorado femenino,
usualmente más conservador, según analistas políticos.
El candidato del PT obtuvo 51 por ciento de las intenciones de voto
masculinas, pero sólo 36 por ciento entre las mujeres consultadas en la
última encuesta del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística.
Ese resultado muestra la menor participación de las mujeres en la
política, "un espacio aún dominado por los hombres", explicó Guacira de
Oliveira, una de las directoras del Centro Femenista de Estudios y Asesoria,
de Brasilia.
La exclusión conduce a la mayoría de las mujeres a preferir la estabilidad,
la continuidad en lugar del cambio, opinó la experta. Además, Serra fue
ministro de Salud, un área que atrae la atención femenina, acotó.
El PT, en los últimos programas de propaganda electoral por televisión,
presentó un grupo de mujeres embarazadas con un mensaje leído por el
cantautor Chico Buarque, en un intento por conquistar los votos femeninos
que pueden ser decisivos para el triunfo de Lula en la primera vuelta
presidencia

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Nello

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