Brasil: Elecciones, recta final



Frei Betto
Servicio Informativo "alai-amlatina"

Falta una semana para que más de 115 millones de electores brasileños
decidan quienes serán los nuevos diputados estatales y federales, senadores
(en las urnas se renuevan 2/3 del Senado) y gobernadores. Y quienes serán
los candidatos a presidente de la República que irán a la segunda vuelta, en
caso de que Lula no venza en la primera.

Votar es un derechos y un deber. Dejar de votar es omisión. Significa pasar
un cheque en blanco a aquellos que serán electos. Quien no vota, o vota nulo
o en blanco, no se puede quejar después. Tuvo el derecho de designar el
equipo para el juego democrático y, sin embargo, no lo hizo. ¿Por qué
reclamar, entonces?

Quien tiene asco de la política es gobernado por quien no lo tiene. Es eso,
lo que los malos políticos, los corruptos y demagogos quieren de nosotros:
repugnancia a la política. Así, ellos toman cuenta de la banca y hacen los
negociados que a ellos les conviene. Siempre financiados con nuestro dinero.

Preste mucha atención en la selección que va a hacer. Al elegir sus
diputados, piense en las leyes que el hará para mejorar el Estado. Si
encuentra que, en su Estado, faltan salud y educación de calidad, vivienda y
empleo, vote por quien está históricamente comprometido con tales
reivindicaciones. Aquí el adverbio dice mucho. Históricamente significa
examinar si, en el pasado, el candidato lucho por esas reivindicaciones. No
de ojos ni oídos a quien usted no conoce de otros carnavales.

Examine si su candidato a diputado está rodeado por gente en quien usted
confía. Piense en como será la actuación de él. ¿Va a luchar para concretar
los proyectos con los cuales usted sueña? ¿Va a comparecer a las sesiones de
la Asamblea o del Congreso Nacional? ¿O va a servir a la minoría poderosa,
que halla que el político es recadero de los intereses de ella?

Vote con ética. Vote por un Brasil mejor.


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Nello

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possible