Geo-economia: discursos y decisiones




Magdalena León T.*

Varios hechos de la geo-política-economía de las últimas semanas
muestran que la relación entre discursos y decisiones es clave de cara
a la configuración de un orden global que se está plasmando ahora
mismo, a velocidad tal que conlleva el riesgo de dejar a muchos como
meros observadores de lo ya consumado. Decir A y hacer B puede ser a
veces estrategia, otras inconsistencia, otras error de altos costos.

Una brecha entre discursos y decisiones se dio en la Cumbre
Presidencial de América del Sur, recién realizada. Mientras en la
retórica se criticaba al neoliberalismo, como lo destacó la prensa, en
el Consenso de Guayaquil -listo con anterioridad y sólo formalizado
por los mandatarios- se ratifica una ruta ya trazada de sometimiento a
dicho modelo. Esto porque las resoluciones apuntalan la integración
física sin un proyecto económico y político soberano; se trata de
facilitar la infraestructura para el tránsito de mercancías y recursos
provenientes de nuestras economías reprimarizadas, volcadas a la
exportación -y explotación- de recursos, mano de obra incluida. Es,
dicho simplemente, "pavimentar el camino" para que se implante el
ALCA, que no es nuestro proyecto de integración, que no nos expresa
como región ni como pueblos, que ha sido concebido justamente bajo el
auspicio neoliberal, hegemonía norteamericana y control de las
corporaciones trans-nacionales. En Guayaquil se dejo pasar una
oportunidad, acaso irrepetible, para definir un proyecto propio,
alternativo de integración.

Se habló también de democracia, pero ésta fue deficitaria a la hora de
abrir un espacio para que se expresen las organizaciones sociales. La
inconsistencia, en ese caso, se produjo por la inflexibilidad en el
manejo local de la Cumbre, que impidió conjugar lo que distintos
sectores querían: las autoridades del país mostrar una ciudad de
fiesta, con la cara lavada, en su ángulo más "moderno" y comercial,
con lucido protocolo, en base a la infraestructura y el decorado, sin
la gente. Las organizaciones sociales, especialmente mujeres y hombres
empobrecidos, llevar sus puntos de vista y propuestas sobre
integración regional y paz hacia los Presidentes, recibiendo como
respuesta nada menos que la prisión. Nuevamente, tiempo perdido para
adelantar en el acercamiento entre gobiernos y pueblos, para trazar
objetivos comunes

De su lado, y en este caso sí con un proyecto propio, que encarna
intereses que no se ocultan, y bajo la advertencia de que serán
impulsados sin importar los medios, el gobierno norteamericano logró
la aprobación del fast track o vía rápida, que le permite, entre otras
cosas, realizar acuerdos bilaterales con los países sin pasar por el
Congreso (donde se había debatido durante dos años dicho mecanismo).
Al mismo tiempo, en movimiento rápido, y sin detenerse en discursos,
envía a su Secretario del Tesoro para otorgar un antes esquivo "apoyo"
a Brasil, Argentina y Uruguay, a condición no sólo de las consabidas
medidas de ajuste, sino de un compromiso con el ALCA, que se torna una
urgencia para hacer frente a la agravada crisis de su economía, para
darle nuevo aliento a un modelo que está colapsando, aquí y allá. La
entrega de recursos a dos de esos países momentáneamente se separa del
discurso, pero para proteger un proyecto del que nosotros carecemos, y
que amenaza con arrasarnos.

*Red Latinoamericana Mujeres
Transformando la Economía
Publicado en el DIARIO HOY.  Quito, sábado 19 de agosto de 2002.

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Nello

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