Bolivia : 1952-2002:De la revolución del MNR a la rEVOlución



ALAI, América Latina en Movimiento
2002-07-15

Isaac Bigio


Un analista del Miami Herald ha descrito el aluvión electoral de Evo Morales
como una revolución contra la segregación racial tan grande como la
acontecida en Sudáfrica. Sin embargo, el sindicalista campesino está muy a
la izquierda de Mandela y él propone hacer una Cuba en el altiplano.


Bolivia es el país de las revoluciones. En 1952 el MNR comandó la única
revolución social contemporánea sudamericana. Los campesinos recibieron la
tierra y el voto mucho antes que en el Perú y las grandes minas fueron
nacionalizadas. El país quedó en manos de las milicias del MNR y de la
Central Obrera. El MNR se iría transformando de ser un partido anti-EEUU en
uno conservador. 33 años después de haber encabezado una revolución
'anti-oligárquica' Paz Estenssoro decidió demoler el modelo estatista y
proteccionista que creó para dar paso a una de las reformas neo-liberales
más osadas. Gonzalo Sánchez de Lozada, predilecto de Washington y de los
inversionistas extranjeros, fue el autor del nuevo sistema monetarista.


Los sindicalistas e izquierdistas tras Morales sostienen que Bolivia ha
vuelto a ser un Estado oligárquico y sin soberanía nacional, como aquel
contra el cual irrumpió el MNR hace medio siglo. Para ellos el MNR sería el
bastión del viejo orden.


Por el momento la rEVOlución apunta a una nueva asamblea constituyente
boliviana que reforme al modelo de libre mercado. Mas, el MAS apunta a un
choque fuerte con EEUU pues quiere echar a la DEA, liberalizar la producción
e industrialización de la coca, volver a nacionalizar los hidrocarburos y
empresas privatizadas, redistribuir la tierra y reinstalar subsidios
sociales.


Este programa iría en contra de la evolución del continente. Los moderados
creen que podría reproducir la hiper-inflación del gobierno centro-
izquierdista (1982-85).


Como condición para que se le permita acceder al gobierno Morales podría ir
girando a la derecha al igual que Lula, Lagos o Mandela. Es también factible
que la tremenda crisis económica y social boliviana sumada a la ascensión de
un nuevo presidente con poco respaldo popular y parlamentario podría inducir
a otra explosión revolucionaria. Esta vez la cabeza inicial del movimiento
la tendrían sindicalistas campesinos y no la clase media como en 1952. Dicha
revolución se basaría en huelgas y bloqueos y contagiaría a toda la región.


El singular sistema de partidos en Bolivia


Bolivia es un país con características únicas. No sólo es una de las
repúblicas que más golpes militares ha tenido (tantos como sus 177 años de
vida independiente) sino que más siglas políticas produce. Ante cada nueva
elección aparecen como hongos nuevos membretes que muchas veces acaban
produciendo nuevas fragmentaciones. Para diferenciarse de con quiénes se han
dividido a las distintas siglas se le agrega un guión seguido del nuevo
apellido, el cual puede ser un número. Por ejemplo, al partirse el Partido
Socialista en la corte se inscribió el PS número 1. El partido que ha ganado
las últimas elecciones, ha llegado ha producir decenas de desgajamientos que
ponían distintos apellidos al membrete 'MNR'.


Posiblemente ningún otro país en el mundo tenga un número tan alto de siglas
partidarias en relación a sus habitantes. Muchas veces, debido a las
alianzas, el nombre completo de una lista inscrita puede componerse en base
a una sopa de siglas. Además, un alto porcentaje de los 4 millones de
bolivianos habilitados para sufragar no saben leer. Por eso es que la corte
electoral imprime una sábana de papel en la cual cada lista inscrita tiene
su propio recuadro que se distingue de los demás por poner la foto del
líder, el símbolo partidario y determinados colores. A veces la
proliferación de colores llega a extremos.


Esta vez el candidato que ha ganado los comicios está registrado en la corte
oficial con el nombre de Gonzalo y el extenso apellido Sánchez De Lozada
Sánchez Bustamante. En la papeleta electoral el nombre de la sigla es MNR
Nueva Alianza. En la parte de arriba está el signo de la V de la victoria y
en la de abajo la pluma y el sol del Movimiento Bolivia Libre. Dicho
recuadro lleva los colores tradicionales rosados del MNR pero en la parte
inferior aparece una ola roji-amarilla tipo Coca-Cola que denota que el MBL
va en dicha lista.


La proliferación de tantas agrupaciones ha hecho que para el hombre de la
calle sea usual hablar de los taxi-partidos. Estos serían tan pequeños que
sus cuadros entran en un carro y su trayectoria duraría tanto como una
carrera de taxi. Los partidos bolivianos carecen de estructuras sólidas y
son capaces de producir las más dispares evoluciones.


El último presidente electo constitucionalmente en Bolivia fue el general
Hugo Bánzer. Mientras que los dictadores anticomunistas chilenos,
argentinos, uruguayos o brasileros cayeron en desgracia, Bánzer es el único
implicado en el Plan Cóndor de represión internacional a los sindicalistas y
la izquierda que ha logrado volver al poder. En 1971 él tomó palacio en un
golpe de extrema derecha. Sin embargo, el dictador se recicló y gradualmente
se fue tornando demócrata a punto de llegar a co-gobernar en 1989-93 con el
Movimiento de Izquierda Revolucionaria, que él tanto persiguió en su
septenio. En 1997 él se convertiría en el único dictador contemporáneo
sudamericano que volvería a la presidencia en una elección multi-partidaria
y con el apoyo parlamentario de 4 de los 5 principales partidos.


Quien venía siendo el favorito en las últimas encuestas pre-electorales del
2002 era Manfred Reyes Villa. Este ex-alcalde cochabambino buscaba aparecer
como un hombre de centro y centrado que busca la completa renovación y el
cambio. Sin embargo, sus primeros pasos en la política fueron como oficial
militar que apoyaban las juntas militares 'narcos' de 1980-82 donde su padre
fue ministro de defensa y su tío, Torrelio, llegó a ser presidente.


Los partidos que ambos caudillos han formado han sido básicamente
extensiones de sus respectivas personalidades. La Acción Democrática
Nacional de Bánzer no ha sobrevivido a la muerte de su jefe y en los últimos
comicios se redujo a menos del 3.5%. El partido de MaNFRed tiene el mismo
nombre de las 3 letras intermedias de su nombre propio. Este es una
coalición heterogénea donde hay desde personas involucradas en el golpe de
1980 y de la secta coreana Moon hasta el ex-candidato presidencial de la
Izquierda Unida, el líder campesino Alejo Véliz.


Hasta hace poco en Bolivia habían dos partidos que agrupaban juntos a un
tercio de los votos válidos. Estos eran Conciencia de Patria (CONDEPA) del
dueño de un canal de radio y TV, el 'compadre' Palenque, y la Unión Cívica
Solidaridad, del empresario cervecero Max Fernández. Ninguno de éstos tenía
un programa claro y el dueño de la cervecería boliviana llegó a declarar que
él no quería mostrar su programa para que otros no se le copien. Ambos
partidos se basaban en el clientelismo y el asistencialismo y tampoco han
sobrevivido el fallecimiento de sus creadores.


El país de los movimientos


En Bolivia lo que está de moda son las organizaciones cuyos nombres empiezan
con el membrete de 'movimientos'. En la mayor parte de los países del mundo
los partidos generalmente se denominan como tales. Posiblemente en ninguna
otra parte del globo hayan tantas agrupaciones políticas que se denominen
'movimientos'.


La lista ganadora es la del MOVIMIENTO Nacionalista Revolucionaria, la misma
que fue en la 'nueva alianza' con el MOVIMIENTO Bolivia Libre. De las otras
cuatro listas que obtuvieron más del 6% tres llevan el nombre de MOVIMIENTO:
Al Socialismo (MAS), de Izquierda Revolucionaria (MIR) e Indígena Pachakuti
(MIP).


La primera vez que Sánchez de Lozada llegó a la presidencia lo hizo en
alianza con quien sería el primer aymará en llegar a la vicepresidencia,
Víctor Hugo Cárdenas, cuya organización se denominaba MOVIMIENTO
Revolucionario Túpak Katari. El MIP tiene sus orígenes en otro MOVIMIENTO:
el Indígena Túpak Katari. Desde el restablecimiento de la democracia
representativa en 1982 todos los presidentes, a excepción del gobierno
saliente 1997-2002 han sido los jefes de sus respectivos MOVIMIENTOS. El
primero fue Hernán Siles Suazo del MOVIMIENTO Nacionalista Revolucionario de
Izquierda (1982-85). En 1985-89 gobernó el MNR apoyado por el MIR. En
1989-93 la presidencia la tuvo el MIR y en 1993-97 el MNR.


A la hora de definir quién será el nuevo presidente boliviano el congreso
boliviano debe escoger entre el MOVIMIENTO Nacionalista Revolucionario y el
MOVIMIENTO Al Socialismo.


La proliferación de 'movimientos' es relativamente nueva en Bolivia. Hasta
antes de 1941, cuando se funda el MNR, la mayor parte de los partidos
bolivianos se denominaban partidos. Los entonces partidos tradicionales eran
los republicanos o el nacional, y en la izquierda estaban los partidos
Obrero Revolucionario (POR), Socialista Obrero Boliviano (PSOB) o de
Izquierda Revolucionaria (PIR), del cual surgiría más tarde el Partido
Comunista.


De 1941 a 1971 el MNR fue la única fuerza política significativa que llevaba
la denominación de 'movimiento'. Las dos escisiones que tuvo acabaron
volviendo a retomar el nombre de partido. Por la derecha surgieron el
Partido Revolucionario Auténtico (PRA) y por el laborismo el Revolucionario
de Izquierda Nacional (PRIN).


En 1971 aparece el primer nuevo movimiento: el MIR. Este se escindirá en la
Segunda mitad de los 1980s cuando el ala izquierda forme el MBL. Poco
después el ala de Siles Suazo que se niega a seguir a Paz Estenssoro
apoyando el golpe de Bánzer conformará el MNR de Izquierda. En el bienio
1978-80 caracterizado por tres elecciones generales y varios golpes,
irrumpen los distintos movimientos kataristas (del cual el MIP busca ser su
heredero más radical). A fines de los 1980s el ala 'izquierda' de la ex-
fascista Falange se constituye como MAS-Unzaguista, formación que acabará
siendo apropiada por los cocaleros de Evo Morales.


Desde 1941 el término 'movimientismo' era utilizado para designar a los
partidarios del MNR. Sin embargo, hoy el grueso del espectro político
boliviano está movimientizado en otro sentido.


El denominativo 'movimiento' tiende a reflejar una formación política más
difusa y amplia que un simple partido. Mientras el término partido se asocia
a una organización unida en torno a claros lineamientos programáticos y
estructuras, los 'movimientos' pueden hacer hincapié en su carácter más
laxo, heterogéneo y pragmático. El MNR inicialmente se reivindicaba como un
movimiento de varias clases en contraposición a partidos que representaban a
una determinada clase o fracción de ésta. Todos los actuales 'movimientos'
bolivianos hacen mención en su carácter poli-clasista y en sus intentos de
abarcar a un amplio abanico social.


El pragmatismo de todos los 'movimientos' es algo que tiene pocos parangones
en el resto del globo.


El MNR nació en 1941 como un partido que imitaba el nombre, la simbología y
la declaración de principios del nacional socialismo alemán. En aquel año
Hitler conquistaba Europa y el MNR recibía financiamiento de la embajada
germana. Pese a que Bolivia era uno de los países occidentales con menos
judíos el MNR se gestaba buscando evitar la inmigración de los semitas
perseguidos por las SS.


Gradualmente el partido tildado de 'nazi-fascista' por el resto del espectro
político fue adoptando lenguaje marxista y hasta trotskista. En 1952 el MNR
encabezó la única revolución social sudamericana. La boliviana fue una
revolución singular en el mundo pues fue la única en la postguerra dirigida
por un partido inicialmente asociado al eje que había perdido la segunda
guerra mundial, y que también finalmente contó con el apoyo de los EEUU.


El MNR, que en 1952 nacionalizó las minas y dio paso a uno de los modelos
más estatistas y proteccionistas del continente, sería el mismo que un
tercio de siglo después iniciaría una de las mayores reformas neo-liberales
privatizantes sudamericanas. El partido que irrumpió contra la 'rosca' acabó
siendo acusado de crear una nueva y desmantelar su propio modelo creado en
1952.


Cincuenta años después de haber comandado la revolución 'anti-oligárquica' y
'anti-imperialista', el MNR aparece como el partido que encarna el
conservadurismo social, y es tildado por el resto de ser el más pro-EEUU y
oligárquico.


El MIR también ha tenido una evolución sinuosa. Nacido en 1971 como una
organización castrista de extrema izquierda que planteaba una lucha armada
contra la dictadura de Bánzer, éste acabaría llegando a la presidencia en
1989 gracias a los votos del ex-dictador y en base a tener que aplicar el
programa banzerista.


El MIR ha llegado a estar aliado con todo el abanico político nacional. En
1971 conformó el Frente revolucionario Antimperialista con el POR y la
izquierda más radical. Luego se uniría al MNR de Izquierda y al Partido
Comunista en la UDP, con la cual llegaría a palacio en 1982-85. En 1985
apuntalaría al MNR para vetar a Bánzer y hacer que llegue a la presidencia.
Sin embargo, en 1989 se alían a sus antiguos perseguidores para hacer un
gobierno con ellos hasta 1993. En 1997-2002 entran a la 'mega-coalición' con
la derecha empresarial.


El partido que nació para promover una revolución socialista a la cubana
acabó imponiendo estados de sitio para consolidar el modelo de
privatizaciones y liberalización económica.


El MBL, que surgió como un desprendimiento izquierdista del MIR, ha
culminado en la lista de Gonzalo Sánchez de Lozada, el artífice del modelo
monetarista. El MAS, curiosamente, tiene sus orígenes en el partido
tradicional de la extrema derecha fascista: la Falange. A fines de los 1980s
el ala falangista de Añez Pedrasa se constituye como MAS-Unzaguista. Unzaga
fue el formador de los cuadros de choque anti-comunistas y el gran
complotador de la contra-revolución desde 1952. El unzaguismo que en 1952
defendía a los terratenientes blancoides contra las sublevaciones campesinas
indias, terminó dando paso a un partido (el MAS) que acabaría siendo el
vehículo izquierdista de la protesta del movimiento indígena campesino.


El MIP de Felipe Quispe es producto de la evolución del antiguo Ejército
Guerrillero Túpak katari de orígenes marxistas y leninistas en una formación
que rechaza a lo blancoide y occidental y que se centra en un nacionalismo
indio milenarista.


Para el marxismo clásico la explicación de semejantes giros radicaría en la
incapacidad de la pequeña burguesía o de la burguesía nacional en ofrecer un
programa de democratización y soberanía nacional, para lo cual los
movimientos que inicialmente surgen como radicales acaban inevitablemente
tras el imperialismo y la clase dominante.


Los movimientos políticos bolivianos no solo que han sido capaces de operar
las más increíbles transformaciones sino que en el futuro podrán dar nuevas
sorpresas. Giros y alianzas imprevisibles es algo que no podrá estar
descartado en ellos.


Isaac Bigio: Especialista en Bolivia en la London School of Economics &
Political Sciences



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Nello

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