CUBA:Oposición comenzó a jugar con reglas de juego oficiales



Patricia Grogg

LA HABANA, 10 may (IPS) - Más de 11.000 opositores de Cuba respaldan con su
firma un proyecto de ley en procura de cambios políticos y económicos
presentado este viernes ante el parlamento, una posibilidad establecida en
la Constitución.
El dirigente opositor Oswaldo Payá dijo, en un comunicado entregado a la
prensa extranjera, que la iniciativa "ya es un proyecto de ley" al ser
entregada, de acuerdo con normas previstas en la propia Constitución cubana,
al Poder Legislativo.
"Estamos pidiendo que se le dé la voz al pueblo de Cuba en una consulta
popular, en un referendo, para que sea el pueblo soberano quien tome la
decisión de iniciar los cambios por el bien de nuestra nación", afirmó Payá,
coordinador del comité gestor de la iniciativa, denominada Proyecto Varela.
La entrega de la iniciativa se registró apenas 48 horas antes de la visita a
Cuba del ex presidente de Estados Unidos James Carter (1977-1981), que se
prolongará hasta el próximo viernes.
Sin embargo, Payá descartó cualquier relación entre ambos hechos. "Corrimos
lo más posible para que (la presentación) no coincidiera con la llegada de
Carter", afirmó en breves declaraciones a IPS.
Promovida por 119 organizaciones opositoras desde abril de 2001, la
iniciativa solicita la convocatoria de la ciudadanía a las urnas para
pronunciarse sobre libertad de expresión y asociación, una nueva ley
electoral, comicios generales y amnistía de presos políticos.
El artículo 88 de la Constitución permite la presentación directa de
proyectos de ley a los que adhieran al menos "10.000 ciudadanos cubanos, por
lo menos, que tengan la condición de electores".
Las firmas fueron presentadas, como indica la Constitución, a la Asamblea
Nacional del Poder Popular, el parlamento unicameral de este país de 11,2
millones de habitantes.
Payá, dirigente del opositor Movimiento Cristiano Liberación, aseguró en el
comunicado que "la demanda de apertura" fue firmada por más de 20.000
personas, "aunque la represión no permitió presentar todas las firmas".
La iniciativa fue denominada en homenaje al sacerdote católico, filósofo,
político y periodista Félix Varela y Morales, uno de los pensadores más
relevantes del independentismo cubano en el siglo XIX.
"Exigimos que el Proyecto Varela sea publicado" en los medios de prensa
estatal "para que todos lo conozcan y puedan decidir", afirmó Payá, quien
agregó que la propuesta legislativa no es "para la oposición, sino un
proyecto ciudadano para lograr los derechos de todos los cubanos".
El opositor dijo a IPS que el Proyecto Varela "tiene su motor propio" dentro
de Cuba y no será condicionado al aval de "ninguna personalidad extranjera
ni evento", aunque quien quiera interesarse por la realidad de Cuba debe
conocerlo.
Carter prevé entrevistarse con dirigentes opositores a los que el gobierno
cubano califica de "mercenarios" al servicio del "imperio", como denomina a
Estados Unidos.
"Sabemos que se va a reunir con algunos de nosotros, pero todo está
pendiente de confirmación", aseguró Payá.
El texto de la propuesta y una carta de Payá al presidente de la Asamblea
Nacional, Ricardo Alarcón, fueron recibidos en el parlamento por la
encargada de atención a la población, Columbié Lugo.
"Nos atendieron con respeto y cortesía", comentó Payá, quien consideró el
Proyecto Varela, que también procura abrir mayor espacio a la actividad
económica privada, como algo "inédito" en Cuba, un país de sistema
socialista.
Para el gobierno de Fidel Castro, en cambio, iniciativas como el Proyecto
Varela son "patrañas" ideadas por asalariados "del gobierno de Estados
Unidos" para apoyar la política de "una superpotencia" contra un pequeño
país.
Pero el Proyecto Varela no cuenta con unanimidad entre la oposición interna
cubana. Entre otros, le niegan su respaldo la Mesa de Reflexión,
organización compuesta por sectores opositores considerados moderados.
"Creemos que no existen condiciones como para que, apelando a la
Constitución, se puedan alcanzar pasos hacia la transformación y la apertura
democrática", consideró al respecto el ex coordinador de la Mesa de
Reflexión Manuel Cuesta Murúa, del partido Corriente Socialista Democrática
Cubana.
Cuesta Murúa sostuvo que formular un proyecto concreto de transformaciones
requiere, antes que nada, "el reconocimiento institucional" de las
organizaciones opositoras "como interlocutores dentro de Cuba".
"No creemos que el gobierno vaya a aceptar la legitimidad" de los proyectos
procedentes de "interlocutores (a los) que no reconoce, a no personas
jurídicas en términos políticos", agregó el dirigente.
El canciller Felipe Pérez Roque había restado en abril toda posibilidad de
éxito al Proyecto Varela.
El cubano es "un pueblo politizado, con crecientes niveles de cultura y
comprensión de la realidad cubana y del mundo, y que no va a ser engatusado
con los cuentos de camino de unos cuantos oportunistas", comentó entonces
Pérez Roque en conferencia de prensa.
A su vez, Castro dijo en varias oportunidades a los disidentes cubanos los "
dirige la SINA", siglas de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en
Cuba, organismo que "los convoca (y) les paga, de una y mil formas
diferentes".
Las autoridades cubanas también rechazan cualquier cuestionamiento a la
política oficial de derechos humanos y aseguran que el régimen socialista
vigente desde hace más de 40 años respeta "como ningún otro" el derecho a la
vida, a la salud, a la educación, al empleo y a la seguridad social.
La petición de referendo fue firmada, entre otros disidentes, por Héctor
Palacios, del Centro de Estudios Sociales, Elizardo Sánchez Santa Cruz, de
la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Raúl
Rivero, de la agencia de noticias independiente Cubapress, y Gustavo Arcos,
del Comité Cubano Pro Derechos Humanos.
Payá había informado en marzo a IPS que se recogieron adhesiones en todas
las provincias, con el apoyo de las organizaciones de oposición. "Ha sido
una campaña de los ciudadanos, mano a mano, con muy pocos recursos, que a
pesar de la represión se ha ido extendiendo", relató.
El dirigente aseguró entonces que las firmas serían presentadas "con toda la
documentación que facilite la ubicación inmediata de cualquier solicitante".
El Proyecto Varela "pide derechos para todos y respeta inclusive el de no
estar de acuerdo con él", sostuvo Payá, quien se quejó de que algunos
opositores que critican la iniciativa han sido "desleales".
"Se han comportado, no sé por qué, como un complemento de la represión
(oficial) para confundir, provocar, sembrar dudas", señ
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Nello

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