DESARROLLO:Por el aumento de la cooperación Sur-Sur




Raúl Pierri

MONTEVIDEO, 11 mar (IPS) - Los países en desarrollo deben estrechar sus
lazos de solidaridad y no esperar soluciones mágicas del Norte
industrializado, coincidieron este lunes autoridades de organismos
regionales en la apertura de la XV Reunión de Directores de Cooperación
Internacional de América Latina y el Caribe.

Representantes del sector público y privado latinoamericano asisten en
Montevideo a este encuentro de tres días en la sede de la Asociación
Latinaomericana de Integración (Aladi), organizado por el Sistema Económico
Latinoamericano (SELA) y la cancillería de Uruguay.

El secretario permanente del SELA, Otto Boye, criticó a los países
industrializados por no cumplir con su compromiso, asumido en 1969 en la
Organización de las Naciones Unidas, de destinar 0,7 por ciento de su
producto interno bruto (PIB) a la asistencia oficial al desarrollo (ODA).

"Han transcurrido 33 años y todavía no se vislumbra la posiblidad de cumplir
con estos acuerdos en el corto plazo. Triste realidad que pone en relieve la
dramática distancia entre la palabra empeñada y su cumplimiento", señaló
Boye.

No obstante, destacó la participación de nuevos agentes de cooperación
además de las organizaciones no gubernamentales, como universidades, grupos
religiosos, institutos y gobiernos locales, y subrayó la importancia de este
tipo de foros para fomentar la solidaridad entre las propias naciones en
desarrollo.

"Los países que no hemos alcanzado niveles de desarrollo capaces de
satisfacer las necesidades básicas de nuestras poblaciones debemos buscar la
manera de enfrentar entre nosotros mismos nuestros problemas. No podemos
esperar una respuesta mágica que nos venga del Norte del planeta", sostuvo.

Boye resaltó los proyectos del SELA para fomentar la "cooperación
horizontal" o "Sur-Sur", entre América Latina y Africa, dos regiones "que
padecen similares problemas de desarrollo y que comparten la esperanza común
de insertarse de forma favorable en el contexto internacional".

Al encuentro de Montevideo también asisten autoridades de Camerún, Costa de
Marfil, Kenia, Nigeria, Sudáfrica y Zimbabwe, así como representantes de la
Comisión Económica para Africa.

El secretario permanente del SELA indicó que la ODA disminuyó de 56.400
millones de dólares en 1999, a 53.700 millones en 2000, esto es, de 0,24 a
0,22 por ciento del PIB promedio de los países donantes, proporción que
dista mucho del compromiso de 0,7 por ciento.

Dinamarca, Holanda, Luxemburgo, Noruega y Suecia fueron los únicos países
que en 2000 alcanzaron ese objetivo. "Ellos merecen nuestro reconocimiento,
pues demuestran que esa meta es viable y que otros países la pueden alcanzar
sin dañar su desarrollo", afirmó Boye.

Los principales donantes en términos de recursos asignados son Alemania,
Estados Unidos, Gran Bretaña y Japón. Pero su contribución no se corresponde
con su potencial, pues su PIB por habitante promedio es de 25.500 dólares,
mientras que la ayuda que otorgan es de apenas 64 dólares por habitante.

En el periodo 1999-2000, la región que recibió la mayor parte de los
recursos fue Africa subsahariana (29,3 por ciento), seguida por Asia y
Oceanía (24,0), Asia meridional y central (16,3), América Latina y el
Caribe, (12,4), Norte de Africa y Medio Oriente (10,1) y Europa (7,8).

Boye informó que la ODA otorgada a los 28 estados miembro del SELA cayó de
4.677 millones de dólares a 3.761 millones de 1999 a 2000.

El SELA está integrado por Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia,
Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, Granada,
Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá,
Paraguay, Perú, República Dominicana, Suriname, Trinidad y Tobago, Uruguay y
Venezuela.

Por su parte, el secretario general de Aladi, Juan Francisco Rojas Penso,
dijo que los países industrializados, al no cumplir con sus compromisos de
asistencia, agravan las asimetrías en el planeta, y señaló que los países
del Sur deben "buscar refugio en ellos mismos".

"Hemos sido constantemente testigos de la cooperación entre los propios
países en desarrollo, con resultados altamente satisfactorios. Es por eso
que este foro tiene un objetivo: estimular la solidaridad a nivel mundial y
latinoamericano", añadió.

Por su parte, el canciller de Uruguay, Didier Opertti, solicitó la apertura
comercial del Norte industrializado, que a su juicio sería la mejor forma de
cooperación de esos países con el Sur en desarrollo.

"Pongamos una contracara: no hay mejor cooperación que la apertura de los
mercados a los países productores de materias primas. Sin dobles discursos,
sin subsidios encubiertos", dijo.

"Hablar de solidaridad es en ciertos casos no denunciar con voz clara el
desequilibrio y la desigualdad. A veces pienso que los esfuerzos para la
cooperación internacional legitiman la injusticia comercial. Debemos mirarlo
también desde el punto de vista político", advirtió el canciller.

Opertti sostuvo que esta reunión, al igual que la Conferencia Internacional
sobre Financiación para el Desarrollo, que se realizará del 18 al 22 en
Monterrey, México, no debe terminar con un "discurso epidérmico" sin
soluciones.

"La cooperación es sólo un capítulo, no un sustituto. La cooperación no es
el remedio mágico", afirmó(FIN)

Nello

change the world before the world changes you because  another world is
possible

www.peacelink.it/tematiche/latina/latina.htm