Colombia: Gobierno suspende negociación con las FARC



Yadira Ferrer

BOGOTA, 20 feb (IPS) - El gobierno de Colombia suspendió este miércoles el
diálogo de paz con las insurgentes FARC tras acusarlas del secuestro de un
avión comercial con 30 pasajeros a bordo, entre los que se contaba un
senador del opositor Partido Liberal.

El diálogo con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) "está
suspendido", confirmó Juan Gabriel Uribe, delegado del presidente Andrés
Pastrana en la mesa de negociación con los guerrilleros.

"Por instrucciones del presidente, los delegados oficiales no asistimos este
miércoles a una reunión con los dirigentes de las FARC", agregó Uribe en
Bogotá, al regresar de la zona desmilitarizada del sur donde se iba a
examinar una propuesta de cese del fuego entre las partes.

"No es posible que uno esté hablando de tregua en la mesa y por fuera de la
zona se estén registrando estas circunstancias de violencia. Pareciera que
las FARC tienen un equipo negociador que no está en contacto con lo que está
pasando más allá de la región desmilitarizada", apuntó.

Horas antes, el Alto Comisionado para la Paz, Camilo Gómez, había calificado
la acción de "terrorista" y responsabilizado de la misma a las FARC.

Los secuestradores obligaron a aterrizar la aeronave en una carretera y
retuvieron a varios pasajeros, entre ellos a Jorge Gechen Turbay, presidente
de la Comisión de Paz del Senado.

Gómez señaló que el gobierno "tiene la certeza de que este hecho fue
cometido por el comando 'Teófilo Forero' de las FARC" y consideró que "no
pudo ser realizado sin conocimiento del secretariado (dirección) de esa
organización".

"Son hechos de extrema gravedad", añadió Gómez. El aparato, de la empresa
Aires, cubría la ruta entre la meridional ciudad de Florencia, la central
Neiva y Bogotá.

Pastrana ordenó a los representantes del gobierno en las negociaciones con
las FARC que suspendieran la reunión programada para este miércoles y
regresaran "de inmediato a Bogotá".

Los delegados gubernamentales ya estaban en San Vicente del Caguán, cabecera
de la zona desmilitarizada de 42.000 kilómetros cuadrados en la que se
desarrolla el diálogo de paz.

La compañía Aires informó a través de un comunicado que la aeronave fue
abordada por cuatro presuntos guerrilleros en el aeropuerto de Neiva y
obligada a aterrizar en una carretera de la localidad de Cobo, ubicada a 270
kilómetros al sur de la capital colombiana.

El avión era esperado por varios vehículos que liberaron a la mayoría de los
ocupantes y que partieron con los rehenes con rumbo desconocido, dejando
tras de sí el terreno minado.

Sabas Pretelt, presidente del Comité Intergremial, que agrupa a 30 cámaras
empresariales, advirtió que el desvío de la aeronave y la retención del
senador Gechen Turbay pone en peligro el diálogo del gobierno con las FARC.

Pretelt, miembro del Consejo Nacional de Paz, dijo que el secuestro
constituye una agresión "para el país, el Congreso y para la democracia".

El empresario planteó una reunión de "inmediato" con las FARC para aclarar
el hecho y señaló que, en caso de que sean realmente responsables del
episodio y no tengan una "explicación satisfactoria", deben interrumpirse
las negociaciones de paz.

El desvío del avión y la retención del senador Gechen Turbay tuvieron lugar
en medio de la fuerte polémica desatada por Pastrana al declarar sobre una
posible tregua entre las fuerzas de seguridad y las FARC.

Pastrana dijo el martes que es urgente acordar un cese del fuego. Advirtió
además que, para que ese mecanismo tenga éxito, "es condición necesaria que
las FARC y las Fuerzas Armadas estén separadas, para evitar choques y
confrontaciones accidentales".

El gobierno y las FARC se comprometieron el 22 de enero en lograr, a más
tardar el 7 de abril, un acuerdo para bajar la intensidad del conflicto
armado interno, que deja cerca de 20 muertos cada día, en su mayoría no
combatientes.

Julio Gómez, secretario de la Confederación de Trabajadores Democráticos de
Colombia (CGTD), la segunda central más importante del país, manifestó a IPS
su preocupación porque "se sigan presentando situaciones tan graves" como el
secuestro del avión, cuando el país está esperanzado en un cese del fuego.

"Venga de donde venga" el secuestro es "un acto absurdo de provocación" que
sirve a "quienes quieren la guerra y tengan más argumentos para considerar
que esa vía es la única solución para este conflicto", apuntó.

Añadió que los trabajadores "siguen apostando a una salida negociada para la
confrontación armada, porque una guerra, además de ser absurda, agrava la
situación de pobreza en que vive más de la mitad de la población"
colombiana.

El secuestro perpetrado este miércoles es el tercero que ocurre en los
últimos tres años en este país.

El primero ocurrió en abril de 1999, cuando el Ejército de Liberación
Nacional (ELN), la segunda fuerza guerrillera colombiana después de las
FARC, desvió un vuelo de la aerolínea Avianca y secuestró a 41 pasajeros
para presionar en busca de una negociación de paz con el gobierno.

El segundo fue perpetrado en septiembre de 2000 por un guerrillero de las
FARC que era trasladado por la policía en un avión de Aires de Neiva a
Bogotá para ser interrogado por la justicia. El secuestrador obligó a los
pilotos a dirigirse a la zona desmilitarizada.

En esa oportunidad, el gobierno pidió la entrega del prisionero fugado y,
ante la negativa de los rebeldes, se congelaron las negociaciones entre las
partes.

Analistas políticos sostienen que el secuestro de este miércoles es una
forma de presión de las FARC, que intentan mostrar de esta manera su
fortaleza ante las críticas de presuntas violaciones de los derechos humanos
y del derecho internacional humanitario.

La última denuncia al respecto fue concretada el martes por el alcalde de
Bogotá, Antanas Mockus, ante la Organización de las Naciones Unidas, por la
voladura de más de 10 torres del sistema de energía eléctrica y por el
atentado a los acueductos, cometidos en enero.

Nello

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