valutazioni positive sull'esito del WTO



COMERCIO-AMERICA LATINA:
Vítores y rechiflas a acuerdos de la OMC

Gustavo González

SANTIAGO, 16 nov (IPS) - Los gobiernos latinoamericanos consideran positivo
el resultado de la cuarta Conferencia Ministerial de la OMC, mientras
organizaciones críticas de la globalización pronostican que los acuerdos
alcanzados ampliarán las desigualdades económicas internacionales.

Los círculos oficiales de la región evaluaron positivamente los acuerdos
finales de la conferencia de la OMC (Organización Mundial de Comercio),
concluida el miércoles en Doha, la capital de Qatar, así como la
flexibilidad que predominó en las delegaciones de los 142 países
participantes.

Pero organizaciones no gubernamentales señalaron que las declaraciones de
buenas intenciones realizadas en Doha muestran desacuerdo en varios puntos
delicados, que se dejaron fuera los asuntos de desarrollo y que el Norte
industrial impuso, en general, sus puntos de vista sobre los países del Sur.

Incluso algunos representantes de asociaciones empresariales
latinoamericanas manifestaron cierta cautela ante el plazo fijado para
finalizar la nueva ronda de liberalización del comercio, que empezará en
enero y debe terminar en 2005, según se convino.

Ese año es también la fecha determinada para el término de las negociaciones
del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), una coincidencia que
desde el punto de vista de los intereses de Estados Unidos no es fortuita,
señaló un experto chileno a IPS.

La cita ministerial de la OMC, que se prolongó entre los días 9 y 14, tuvo
entre las resoluciones más importantes para América Latina la de una
eliminación gradual y sustancial de los subsidios a la agricultura.

Estados Unidos adoptó igualmente el compromiso de revisar su legislación
"antidumping", con la cual castiga supuestas prácticas de competencia
desleal en materia de precios.

Brasil tuvo un papel protagónico en Doha, como uno de los principales
promotores del principio de que el derecho a la salud pública debería
predominar sobre el pago de las patentes farmacéuticas en casos de graves
epidemias, como la del sida.

La OMC aprobó también la idea de liberar los productos industriales,
mientras Estados Unidos insistía en mantener los altos aranceles a las
importaciones textiles.

En la cita de Qatar se impuso, además, el criterio de que las normas
ambientales y laborales no deben ser usadas con fines proteccionistas, lo
cual recogió una demanda cara para los países latinoamericanos y el Sur en
general.

En Doha se obtuvo "lo que era posible en una reunión ministerial", dijo a
IPS el vicepresidente para Asuntos Internacionales de la Confederación
Nacional de Agricultura de Brasil, Gilman Viana Rodríguez, quien asistió a
la conferencia.

El gran triunfo, según Viana, fue incorporar a la agenda los grandes asuntos
de interés para América Latina, como el del desmantelamiento de los
subsidios agrícolas, eludido tanto por Estados Unidos en la negociación del
ALCA como por la Unión Europea en sus tratativas con el Mercado Común del
Sur.

Ambos se negaban a la reducción por temor a que el otro no hiciera otro
tanto, "pero ahora perdieron el pretexto", comentó el dirigente empresarial
brasileño.

La voluntad de eliminar los subsidios "es la mejor noticia que podría
esperar la economía mundial", ya que será "un dique al proteccionismo de
algunos países", dijo Osvaldo Rosales, director de Relaciones Económicas
Internacionales de la cancillería chilena.

Rosales valoró el hecho de que Washington haya puesto en el debate el
"antidumping", ya que esto remitirá a la OMC uno de los aspectos más
complejos en la negociación de un tratado bilateral de comercio entre Chile
y Estados Unidos.

Luisa Romero, ministra de Producción y Comercio de Venezuela, destacó que su
país y los otros cuatro miembros de la Comunidad Andina de Naciones
(Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú), llevaron una posición común de
democratización del comercio internacional.

En ese sentido, Romero consideró que la eliminación de los subsidios de los
países industrializados favorece a los productos agrícolas de los países en
desarrollo, que deben competir en desventaja para acceder a los mercados del
Norte.

Gonzalo González, ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay,
dijo que la cita de Doha fue "auspiciosa", en tanto acogió "las demandas que
pretendía nuestro país, el Mercosur y el Grupo de Cairns", que reúne a
países exportadores de productos agrícolas que proponen el fin de las
subvenciones al sector.

El grupo de Cairns, fundado en 1986 en el balneario australiano de ese
nombre, reúne a 18 países con diverso grado de desarrollo: Argentina,
Australia, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Fiji,
Filipinas, Guatemala, Indonesia, Malasia, Nueva Zelanda, Paraguay,
Sudáfrica, Tailandia y Uruguay.

El economista Raúl Rocatagliata, de la Sociedad Rural Argentina, usó también
la expresión "auspiciosa" al comentar a IPS el lanzamiento de la nueva ronda
de negociaciones comerciales bajo el propósito de eliminación de los
subsidios agrícolas.

Expresó, sin embargo, cautela con respecto a la agenda de las futuras
discusiones. "Hubiéramos querido más precisión, más claridad en los
términos. ¿Qué significa reducción progresiva (de los subsidios)? ¿Dos años,
15 años?", se preguntó.

Para Andrés Santa Cruz, de la empresarial Sociedad Nacional de Agricultura
de Chile, la "postura poco flexible" de la Unión Europea en la OMC abre un
espacio de duda acerca de una expedita supresión de los subsidios agrícolas.

Claudio Lara, coordinador del Programa de Economía y Comercio Internacional
de la oficina regional latinoamericana de Consumers International (CI), dijo
a IPS que el acuerdo agrícola es una muestra de la política de "compromisos
sin acuerdos" que se dio en Doha.

"Aquí había tres posiciones: la proteccionista", expuesta por la Unión
Europea, "la de eliminación total e inmediata de los subsidios", propuesta
por el Grupo de Cairns, "y la de Africa y Asia, con respaldo de Cuba, Perú y
América Central, de la 'caja del desarrollo', de protección a la pequeña
agricultura y de promover el desarrollo rural más que la liberalización
comercial", explicó Lara.

Finalmente se negoció entre las dos primeras posiciones, con un compromiso
"tremendamente en el aire", en que la UE cedió en los subsidios al comercio,
pero dejó pendientes los subsidios a la producción agrícola, agregó el
experto de la mayor organización mundial de consumidores.

Coral Pey, coordinadora en Chile de la Alianza por un Comercio Justo y
Responsable, consideró que las resoluciones de la OMC eludieron los "temas
del desarrollo", como la vinculación de las cuestiones laborales y
ambientales al comercio.

Según Pey, las directrices adoptadas por la OMC, inclusive en el área
agrícola, no contribuirán a que el comercio actúe como un instrumento de la
integración, sino que profundizará la división internacional entre países
productores y compradores y entre ricos y pobres.

"Los temas de la propiedad intelectual no deben estar dentro de la OMC",
sostuvo Pey, a propósito de las patentes farmacéuticas, porque esto "pone en
riesgo tanto a las comunidades ancestrales portadoras de conocimientos
médicos como el acceso a los medicamentos".

En cambio, para el economista chileno Hugo Fazio, director del Centro de
Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (CENDA), uno de los pocos
logros de la cita en Qatar fue "la derrota de los consorcios farmacéuticos y
de Estados Unidos que, a partir del conocimiento científico, imponen precios
monopólicos a los medicamentos".

Fazio, vicepresidente del Banco Central durante el gobierno de Salvador
Allende (1970-73), coincidió con Lara en que el actual cuadro internacional
influyó para que Estados Unidos cediera posiciones en materia de patentes
farmacéuticas y las normas antidumping.

En el marco de los ataques a Afganistán, Estados Unidos y sus aliados de la
Unión Europea necesitaban ganar apoyo en los países en desarrollo y ello
influyó en la reunión de la OMC, dijeron.

No obstante, Fazio subrayó que Doha no fue un punto de llegada, sino de
partida para una ronda de negociaciones comerciales que acaba de convocarse
y que volverá a reproducir los choques entre intereses de los países
industrializados y en desarrollo.

Para estos últimos, señaló Fazio a IPS, será fundamental tanto la firmeza de
sus gobiernos, como el papel de sus sociedades y sus pueblos para obtener
mejores condiciones.

Lara, a su turno, estimó que en materia de negociaciones comerciales
internacionales el mundo en desarrollo está representado fundamentalmente
por Asia y Africa, mientras América Latina es más cercana a las posiciones
de los industrializados.



Nello

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