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Da Diario Expreso - Guayaquil - Ecuador  15/05/2000
Mi dispiace che sia in spagnolo, ma tratta del FMI e come di fatto i paesi
che subiscono gli aggiustamenti strutturali alla fine si ritrovano più
poveri e il loro debito invece di diminuire aumenta.

Realidad de ajustes exigidos por el Fondo
                            Monetario Internacional

Willington Paredes Ramírez-Investigador económico de la Universidad de
Guayaquil .- Gobierno, dirigentes, líderes sociales y políticos así como
diversos sectores empresariales, creyentes y partidarios del actual y
tradicional ortodoxo modelo económico, han batido palmas por la celebración
del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero la aceptación
que este organismo internacional ha dado a la carta de intención, no es otra
cosa que refrendar el programa económico que ha elaborado el régimen bajo la
tutela del FMI. Es decir, no se aprueba una propuesta, sino lo que el FMI
diseña y quiere que se cumpla. 

Sin embargo, todos los ecuatorianos nos preguntamos, si realmente el Fondo
nos ayuda. La interrogante del millón: ¿cuál realmente es el fondo de las
políticas que diseña, recomienda y termina imponiendo el FMI a los distintos
países, especialmente los mayormente endeudados de América Latina, como el
Ecuador? Esta celebración del acuerdo entre el Gobierno y el organismo para
ellos debe dar lugar a eso: Regocijo. Para el pueblo es inicio de la
ampliación del viacrucis. 

Pero hay más. Todas las negociaciones y ajustes dicen celebrarse para
detener y corregir la crisis y aliviar la deuda. Sin embargo, esta, a lo
largo de décadas, no ha dejado de crecer ni en América Latina ni en el Ecuador.
En 1979 el país debía 3.000 millones de dólares; en febrero del 2000, debe
16.800 millones de dólares y en el actual acuerdo se incrementa.
Todos se preguntarán: Si la política del FMI es reducir la pobreza, ¿por qué
luego de sucesivos ajustes y acuerdos la pobreza se incrementa y la deuda
crece? 

Parece que la clave para captar la esencia de este dilema-tragedia del
Ecuador está en comprender que el FMI planifica y diseña una estrategia que
se puede explicar como el inicio y fin de un círculo perverso que
consistiría en lo siguiente: 

a) Sostiene que por la crisis y desequilibrios macroeconómicos son
necesarios e indispensables los ajustes. 

b)La dureza de las medidas permite restituir los equilibrios macros. Después
de esto, todo. Antes nada. 

c) La característica fundamental del ajuste es garantizar un mayor y más
eficiente servicio de la deuda.

d) Su plan y reglas al cual debemos subordinarnos y por el que recibimos
nuevos recursos se traducen en mayor endeudamiento.

e) Finalmente, estos nuevos desequilibrios, obra y producto de ajustes
estabilizadores, darán lugar posteriormente a mayores medidas que siempre
contemplan la exclusión de lo social a través del deterioro del gasto
estatal y la disminución de inversión fiscal en salud, educación, vivienda y
otras áreas.

La pobreza y el hambre crecen cada vez más rápido

Es importante que los tecnócratas del FMI, así como los seguidores y
creyentes de su modelo entiendan que el consumo final de los hogares
constituye las 3/4 partes del PIB. Otros indicadores de este deterioro están
en la relación de los sueldos y salarios con respecto al PIB. Pues, mientras
en 1980, antes de los ajustes, las remuneraciones de los empleados y
trabajadores eran el 31.9% del PIB; para 1999 fueron solo del 11%. Se estima
que para el 2000 descenderán a menos del 10%. En 1985 los ingresos
familiares financiaban el 84.80% de la canasta básica.
En el 2000, según información de Cedatos, solo alcanza para el 30%. Por lo
tanto, lo que crece es el hambre y la pobreza.

Para 1995 los pobres eran el 59% de la población ecuatoriana. En 1999 son el
75%. En 1980, la tasa de desempleo nacional era de 4,5%; para marzo de este
año es del 20%. Esta ligera revisión de la situación de la mayoría de los
consumidores y de los excluidos del consumo nos dice a las claras que el
consumo de los hogares, que es la base de la demanda, en estas condiciones,
no garantiza la reactivación ni el crecimiento que el FMI asegura que
tendremos. Por lo tanto, el fondo del organismo no es la reactivación, sino
la tributación de la deuda, generar recursos para cumplir con los acreedores.