ENTRE LA ESPADA Y LA PARED , EL PUEBLO DE ARAUCA LUCHA CON DIGNIDAD



 
 
Departamento de Arauca, Colombia
11 de Enero del 2007
ENTRE LA ESPADA Y LA PARED , EL PUEBLO DE ARAUCA LUCHA CON DIGNIDAD
POR VIDA, DIGNIDAD Y PERMANENCIA
EN NUESTRO TERRITORIO
ORGANIZACIONES SOCIALES
DEL ARAUCA, COLOMBIA
 
 
 
  
Las organizaciones sociales del departamento de Arauca, una vez más denunciamos ante la comunidad internacional, la opinión nacional, los organismos de justicia y control del estado, medios de comunicación, la iglesia y organizaciones defensoras de los derechos humanos; la grave situación de crisis humanitaria que soportamos el pueblo araucano. Crisis que se degrada como consecuencia de políticas, hechos y acontecimientos violentos profundizados desde el dos mil dos con la puesta en marcha del Plan Colombia y las políticas de Seguridad Democrática del actual gobierno. Situación que coloca a este pueblo reconocido por su organización y participación comunitaria, por su dignidad y lucha social en la búsqueda de mejores condiciones de vida, el respeto de los derechos sociales, políticos, culturales y económicos, la defensa de la vida y los derechos humanos; en la más profunda desesperanza e incertidumbre.
 
En primer momento la agresiva y temeraria política de seguridad democrática del gobierno de Uribe, que cercenó la libertad de expresión, de organización social y participación comunitaria, mediante una guerra intimidatoria y de persecución judicial al pueblo en general, sus organizaciones sociales,  sindicales y a su dirigencia. Hechos expresados con la aplicación de las arbitrarias y violatorias zonas de rehabilitació n y consolidación, secuenciadas con las humillantes retenciones masivas de la dirigencia social y política, que posteriormente mediante burdos e infames montajes procesa y condena a más de un centenar de lideres sociales, sindicales y políticos, violando la más mínima garantía de un debido proceso y el derecho a la defensa.
Los excesos brutales de la extrema militarizació n en la vida cotidiana de la comunidad araucana, desbordada en el mal trato, violaciones y ejecuciones extrajudiciales, que acompañó la criminal campaña de guerra sucia paramilitar ejecutada con mayor descaro y vinculo de las fuerzas militares durante los años 2002, 2003 y 2004. Que dejo como saldo macabro decenas de masacres, centenas de asesinatos selectivos y miles de desalojados de sus tierras. Con una cifra espeluznante de más de setecientos crímenes en total impunidad.
Luego las fumigaciones con Glifozato bajo la farsa de combatir el narcotráfico, pero que solo dejó pobreza a los campesinos y grandes problemas ambientales y de salud a la población. Abriendo camino para que las transnacionales petroleras sin ningún obstáculo de oposición desarrollarán los proyectos de explotación de nuestros recursos energéticos.
En segundo momento, el incremento de la crisis humanitaria como consecuencia de una guerra intestina, declarada de manera insensata entre la insurgencia guerrillera que hace presencia en la región (FARC y ELN). Colocan a la población civil en medio de sus arbitrariedades y abusos, amenazan y destierran también a dirigentes sociales y pobladores, principalmente al campesinado, dejando un número considerable de desplazados y personas civiles asesinadas. Como algo contradictorio a sus principios, están ayudando a cercenar la capacidad organizativa y de resistencia social de las comunidades que valerosamente se ha tenido frente a las perversas políticas del gobierno. O sea un pueblo que lucha con dignidad entre la espada y la pared.
Más grave aun es el hecho de que la insurgencia esté sembrando irresponsablemente de minas antipersonales en las tierras de los campesinos, dejando hasta el momento más de una decena de victimas, muertos o mutilados. Exigimos al respeto un pronunciamiento de la insurgencia y que respondan frente a estos actos violatorios del derecho internacional humanitario.
Hoy el gobierno y sus instituciones, se mantienen indiferentes ante las demandas permanentes de las comunidades, por el contrario persiste en su agresividad y guerra sucia. Es el caso reciente de las ejecuciones extrajudiciales hechas por unidades del Batallón Revéis Pizarro  el 6 de Enero del 2007, de manera cobarde en total indefensión asesinaron a los campesinos Juan pablo Berdugo y a Santiago Hernández. Se recuerda entre otros los asesinatos de los dirigentes sociales de Caño Seco: Alirio Martínez, Jorge Prieto, Leonel Goyeneche en el 2004, Jorge Enrique Salazar en el 2005, Uriel Villamizar, Alibar Florez y Orlando Santos en el 2006. También es evidente el descaro como encubren delincuentes, sicarios que asesinan, extorsionan y son protegidos en las instalaciones policiales y militares, es el caso de los hermanos Edixon y Alexander Ávila, que delinquen en Saravena como supuestos miembros de Las Águilas negras.
Exigimos verdad, justicia y reparación al gobierno e instituciones del estado, que cumplan con el deber de proteger al pueblo civil inerme. Imploramos solidaridad y acompañamiento de la comunidad internacional y nacional.
 
 


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