Una guerra contra el euro



19 de febrero del 2003
Rafael Poch                    La Vanguardia


Pekín.- El impulso de la gente común a favor de la paz está mas que claro,
pero ¿cómo se explica que tras haber colaborado activamente o aplaudido tres
campañas militares en los últimos 13 años (Iraq, Yugoslavia y Afganistán),
la matriz de la Unión Europea se oponga, ahora, a la guerra contra Irak?
¿Qué hace "pacifistas" a los financieros de Francfort, y por qué no ven del
todo clara la guerra de Bush los editorialistas de "The Economist"?

La respuesta puede ser que estamos ante un pulso decisivo, y muy
significativo, entre el dólar y el euro.

MAYO DEL 2001

Javier Solana, "ministro de exteriores" de la UE, visita Moscú para la
"cumbre técnica" Rusia-UE. El principal resultado de la cumbre es la
creación de un "grupo mixto" para el estudio de la posibilidad de que el
comercio bilateral se haga en euros en lugar de en dólares. Resulta que el
40% del intercambio comercial ruso es con la UE (Estados Unidos 8%) y el
grueso de ese intercambio es gas y petróleo. Rusia ya vende la tercera parte
de los carburantes consumidos en Europa y la proporción aumentará un 10% en
los próximos años. Solana está radiante.

Faltan ocho meses para que la moneda europea esté en los bolsillos de la
gente, explica. Cuando eso ocurra, "tendremos sorpresas positivas". Solana
cita "cambios en el mundo del petróleo", que van a hacer posible el paso
ruso al euro y el abandono del dólar. El petróleo se compra y se vende en el
mundo en dólares, pero la mitad de las exportaciones de gas ruso ya se
realizan en euros y algo parecido pasa con la madera. "Irak ya se ha pasado
al euro y Argelia y Libia, lo harán en el futuro", dice Solana. (Vease L.V,
18/05/2001: "Rusia acuerda con la Unión Europea estudiar el uso del euro en
sus relaciones económicas").

Efectivamente, Irak se pasó al euro en noviembre del 2000. Fue un mal
negocio porque entonces el euro estaba a 80 céntimos de dólar y el cambio
supuso pérdidas millonarias, pero venía dictado por consideraciones
políticas. Radio Liberty, el antiguo instrumento de la CIA para el bloque
soviético, explicó así la noticia aquel día: "El paso de Bagdad del dólar al
euro para el comercio de su petróleo es un intento de castigar la línea dura
de Washington en el asunto de las sanciones y animar a los europeos a
desafiarla".

ENERO DEL 2002

Romano Prodi, presidente de la Comisión Europea, primera autoridad de la
U.E., presenta el euro en la bolsa de Nueva York, capital mundial del dólar.
El evento viene rodeado de un ambiente malsano. La prensa estadounidense
elude el asunto. El director de la bolsa no acude al acto "por enfermedad".
¿Estados Unidos no se toma al euro en serio? Al contrario, se lo toma muy en
serio. Donde no se lo toman en serio es en España; en la prensa española la
introducción del euro se reduce a una sucesión de anécdotas sobre el uso
popular de la moneda y los líos con el cambio. Por el contrario, en Moscú,
donde junto a muchos defectos y problemas hay hábito de pensamiento global,
recojo reflexiones sobre las consecuencias de la introducción del euro en la
correlación de fuerzas global. Cito la competente opinión de Fabían Estapé
en este diario ("el día en que el comercio de petróleo se haga en euros,
creeré en el euro") y escribo mi artículo:

"Abrir una brecha que desplace al dólar en asuntos energéticos es algo serio
y cargado de implicaciones". "Los estadounidenses saben de qué se trata y
van a ser implacables, como lo son siempre cuando se trata de dinero y de
competidores". A continuación menciono dos opiniones de expertos rusos:

"Es más que probable que Estados Unidos hará uso de los numerosos medios de
que dispone, incluidos los extraeconómicos, para impedir un paso masivo de
la utilización del dólar a favor del euro", dice Olga Butorina, del
Instituto de Europa de la Academia de Ciencias. El "debilitamiento de la
eurozona", sin reparar en medios, va a ser una de las líneas maestras de la
política americana, e, incluso, "la condición estratégica para la
supervivencia de Estados Unidos como líder geopolítico mundial", pronostica
Mijail Deliaguin, director del Instituto de problemas de la globalización de
Moscú. (Véase "Euro", Diario de Moscú, 24/01/2002). La próxima guerra forma
parte de esa respuesta (una respuesta de verdadero "rogue state"- estado
gamberro-) y por eso es inadmisible para la Unión Europea.

HASTA EL DIA DE HOY

La economía de Estados Unidos atraviesa una fase delicada con un déficit de
6,3 billones de dólares equivalente al 60% del PNB y un regreso a los
déficits presupuestarios de centenares de miles de millones. Todo eso basta
y sobra para devaluar el dólar, pero, desde 1945, la moneda estadounidense
dispone de las enormes "subvenciones globales" que se desprenden de su
liderazgo. Cuatro quintas partes de las transacciones internacionales, la
mitad de las exportaciones y dos tercios de las reservas globales en divisas
se hacen y están en dólares. El comercio petrolero en dólares es un pilar
básico de ese estatuto. Desde que existe el euro y la eurozona, esa
situación se ha hecho aun mas anómala porque no corresponde al peso real de
la economía de Estados Unidos en la economía global.

La eurozona ya tiene una mayor participación en el mercado global que
Estados Unidos y sus cuentas están mas saneadas. Pero lo verdaderamente
amenazante para Estados Unidos es el fuerte comercio de la Unión Europea con
Oriente Medio. Después de la ampliación del 2004, la Unión Europea tendrá
450 millones de habitantes y comprará más de la mitad del crudo de la OPEP.
Es una cuestión de poco tiempo que el euro sustituya al dólar en el comercio
petrolero, dice el jefe del departamento de análisis de mercado de la OPEP,
Javad Yarjani.

Tras Irak, también Irán ha estudiado su tránsito al euro y su banco central
ya tiene sus reservas en esa divisa. El resentimiento antiestadounidense en
la región podía adquirir efectos de alud. Y no sólo en la región; Corea del
Norte también ha dejado de utilizar el dólar en su comercio exterior por
razones políticas. La Venezuela de Chavez ve con muy buenos ojos esta
perspectiva, lo que puede tener algo que ver con el aplauso de EEUU al golpe
que sufrió en abril el Presidente venezolano. Venezuela, Rusia y China han
diversificado las reservas de sus bancos centrales. Hasta los bonos del
tesoro de Brasil se venden en euros, me explica un diplomático brasileño en
Pekín.

Y detrás de todo eso aparecen palabras mayores; vacilaciones japonesas
acerca de la apuesta de la mayor reserva bancaria (en dólares) del mundo,
fin del monopolio global en dólares, mengua del poderío global
estadounidense.

"La guerra es una estrategia de EEUU para prevenir una estampida de la OPEP
hacia el euro como moneda de referencia en las transacciones de petróleo. El
control (militar) del petróleo de Irak permitirá a Estados Unidos
desmantelar el control de precios de la OPEP. Esta guerra no tiene que ver
con ninguna amenaza de las viejas armas de destrucción masiva de Saddam, ni
con terrorismo. Esta guerra será por la divisa global para el petróleo",
explica el Profesor William Clark de la universidad Johns Hopkins, en un
artículo bastante claro.
(http://www.ratical.org/ratville/CAH/RRiraqWar.html).

Y DE AQUI EN ADELANTE

Vista desde la perspectiva de la rivalidad comercial entre Estados Unidos y
la Unión Europea, la actual crisis de la Otan es una consecuencia lógica.
¿Puede la Unión Europea tener una política económica y exterior propia,
cuando la estructura de seguridad continental está hipotecada a una
superpotencia dominante que es su principal rival comercial? Si la respuesta
es "no", hay que deshacerse de la Otan, esa Otan que Estados Unidos quiere
convertir en instrumento de su estrategia de intervención global.

Otra reflexión es la de si la Unión Europea está dispuesta y capacitada para
asumir las consecuencias de su propio impacto. Si la respuesta es "sí", éste
es el calendario que citaba el año pasado en "Die Zeit" una experta de la
Sociedad Alemana de Política Exterior; "2004 ampliación al este de la UE;
2007, Constitución Europea; 2010, puesta en común de la participación
europea en el FMI, y, en consecuencia, traslado de la central del Fondo de
Washington a Bruselas; 2012, creación de un puesto común europeo en el
Consejo de seguridad de la ONU..".

Desconozco si Estados Unidos estaría dispuesto a reformular pilares tan
fundamentales del actual "orden". No hay nada mas imprevisible que una
superpotencia mundial apeada de su estatuto histórico. Lo acabamos de ver en
la URSS, con resultados sorprendentemente pacíficos.

Una Europa más articulada y emancipada de su medio siglo de tutelas y
vasallajes (la tutela soviética desapareció hace 13 años de la mitad
oriental de Europa, la estadounidense sigue ahí), ¿se comportará de acuerdo
al reto de los tiempos, o reeditará el viejo orden que ya la destruyó dos
veces el pasado siglo?

Los actuales niveles, europeos, de consumo de recursos agotables que se
niegan a las generaciones futuras y su precio "de mercado", la misma esencia
de la actual fractura noratlántica, forman parte de aquel viejo orden
destructor del medio y sin futuro.

Estamos en el principio de un nuevo mundo y el actual militarismo de EEUU
solo es un dato entre otros muchos posibles. Pase lo que pase, en la guerra
del dólar contra el euro no sólo hay desastres sino también grandes
oportunidades en forma de espacios autónomos; para los países en desarrollo
como China, para un mundo multipolar y para la mayoría de la gente que está
a favor de un mundo menos injusto, como demuestran las enormes
manifestaciones contra la guerra del petróleo.

A corto plazo es probable que la propaganda de la próxima guerra ya no
presente aquel bloque unido de pensamiento único de anteriores ocasiones.
Puede, incluso, que los periodistas moderen su habitual propaganda de guerra
e imbuidos por causas más decentes, nos informen, no de lo que desea el
establishment, sino de lo que ocurre en realidad. O, por lo menos, de lo que
creen que está ocurriendo desde el plural entendimiento de su ética
profesional.


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Nello

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