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AFL-CIO
DENUNCIA EN WASHINGTON A GOBIERNO
DE ANTONIO SACA
WASHINGTON DC, USA, 16 de diciembre
de 2004 (SIEP) La principal central sindical estadounidense, la AFL-CIO junto con el
poderoso sindicato de trabajadores transportistas Teamsters exigieron al gobierno de George Bush que se le
retire a El Salvador el status de socio beneficiado, por sus políticas
antisindicales.
La petición fue realizada ante el representante del
Comercio de los Estados Unidos, por ambas organizaciones sindicales que
representan a millones de
trabajadores organizados, y acusa al gobierno salvadoreño “de tener deficiencias
estructurales en sus leyes laborales ofreciendo poca o ninguna protección a las
suspensiones y despidos anti-sindicales y las discriminaciones hacia los que
quieren registrar su sindicato y también permiten a las compañías evitar las
pocas protecciones laborales que existen.”
Agregaron los sindicalistas que “por mucho tiempo, las compañías han explotado
descaradamente estas deficiencias para impedir al movimiento laboral desarrollarse dentro de El
Salvador. Por ejemplo, en 2001, después de una huelga de reconocimiento
de los motoristas de Maersk, la línea internacional de barcos de transporte se
aprovechó de una ley salvadoreña que impide la formación de un sindicato dentro
de cualquier compañía que tiene menos que 35 empleados. Maersk
descentralizó su división de transporte de camión, formando unidades más
pequeños para bloquear el derecho de organizarse a los trabajadores.”
Subrayaron que “el gobierno salvadoreño, debido a su apatía o incompetencia,
también ha fallado en hacer cumplir con las leyes y reglas nacionales que
protegen a los derechos de los trabajadores a asociarse y negociar un contrato
colectivo. Los inspectores laborales no cumplen con los procedimientos
adecuados y el Ministerio de Trabajo y el sistema judicial no hacen nada para
remediar esta situación.”
Los Teamsters y el AFL-CIO consideran
que el gobierno salvadoreño solo va a poner su atención en este asunto
si hay una presión internacional. Y por eso confían que con la ayuda del
representante de comercio de Estados Unidos, se puede exigir una respuesta del
gobierno Salvadoreño.