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REALIZAN
PROTESTA CONTRA TLC EN CONSULADO SALVADOREÑO EN BOSTON
Por
Manuel Aguila
BOSTON,
USA, 13 de diciembre (SIEP-CISPES)
”CAFTA: el nuevo
colonialismo” se lee en una enorme manta donde se ha dibujado un mapa de
Centro América y que exhiben activistas laborales y de solidaridad a la entrada
del Consulado Salvadoreño en East Boston. Los nombres de los países
Centroamericanos han sido reemplazados por logos de connotadas empresas transnacionales.
El Acuerdo de Libre Comercio entre
Centro América, los Estados Unidos y la Republica Dominicana – DR-CAFTA se teme
sea ratificado por la Asamblea Legislativa Salvadoreña esta semana, a pesar de
continuas protestas por parte del principal partido de oposición, el FMLN y el
movimiento social de ese país, representado, entre otros, por el Bloque Popular Social.
”Los países centroamericanos han sido
siempre tratados como colonias por parte de los Estados Unidos. La intervención
de los gobiernos estadounidenses en Centroamérica ha sido la constante durante
el pasado siglo. El CAFTA es el intento mas reciente de parte de las
corporaciones de los Estados Unidos de subyugar al pueblo de Centro América.
Los Centroamericanos lo saben y es por ello que se han manifestado masivamente
en rechazo a dicho Acuerdo” explico Shane Stewart, activista del Comité en
Solidaridad con el Pueblo de El Salvador, CISPES.
La oposición al CAFTA ha generado una
amplia base de apoyo de diversos sectores sociales en El Salvador y en toda
Centro América, quienes están
convencidos que el Acuerdo dañara a los agricultores locales y al sector en
general ya que forzara a países con economías débiles a competir en el mercado
global, consolidando el poder económico en manos de un pequeño numero de
empresas transnacionales.
“Lo que muchos correctamente
consideran como derechos humanos: seguridad laboral, seguridad alimenticia y
salud publica, serán removidos del control gubernamental y sacrificados en el
altar del libre comercio” comentó Brent Hymer, trabajador social.
“Sabemos que estas políticas existen para proteger la inversión de las
corporaciones multinacionales y para maximizar sus ganancias a cualquier costo”
añadió Hymer.
El gobierno de El Salvador fue
sorprendido en 1999 y en el 2002 por el amplio rechazo popular a sus planes por
privatizar la salud publica, uno de las metas estipuladas en el texto del
CAFTA. El Sindicato de Trabajadores del Seguro Social – STISSS convocó a una
huelga en el sector y junto al FMLN lograron movilizar a mas de 300,000
personas en sendas marchas blancas (proporcionalmente el equivalente a 11
millones de personas en los Estados Unidos) para defender lo que es
considerado un derecho humano vital. El gobierno del derechista ARENA respondió
con represión, despidos ilegales y el arresto de los lideres del sindicato.
“La verdad es que las violaciones a
los derechos laborales son la regla y no la excepción en El Salvador.
Raras veces el gobierno decide actuar e investigar las denuncias. ¿Es que el
gobierno de Bush nos quiere hacer creer que es positivo firmar acuerdos
comerciales con este tipo de gobiernos? Se preguntó Courtney Snegroff,
sindicalista.
El intento de ratificación del CAFTA llega en momentos en
que se investiga el asesinato de Gilberto Soto, sindicalistas de los Estados
Unidos afiliado al Sindicato Internacional de Camioneros, quien fue asesinado
en la residencia de su familia en la oriental ciudad de Usulutan. Soto se
encontraba en El Salvador para explorar la posibilidad de apoyar la
sindicalización de camioneros y trabajadores portuarios.
“La falta de interés de parte del gobierno de El Salvador por los derechos
humanos y laborales se interpreta como negligencia criminal. Y el gobierno de
Bush no únicamente decide ver hacia el otro lado ante las violaciones de
derechos humanos, por el contrario busca mantener a los violadores en el poder”
añadió Snegroff.
Días antes de las elecciones presidenciales de marzo del 2004 en El Salvador,
la intervención del gobierno de los Estados Unidos fue ampliamente difundida.
Funcionarios del Departamento de Estado declararon que las relaciones
entre los Estados Unidos y El Salvador se verían dañadas si ganaba el FMLN.
El enviado especial de los Estados Unidos para
Latinoamérica, Otto Reich declaro tres días antes de los comicios, que el
FMLN tenia lazos con grupos terroristas. Por su parte el Congresista
Republicano por el estado de Colorado Tom Tancredo, declaro públicamente que si
el FMLN ganaba la presidencia, él introduciría una ley que prevendría el envío
de remesas de Salvadoreños en los Estados Unidos hacia su país de origen.
Las remesas que envían los Salvadoreños en el exterior equivalen entre el 20% y
el 50% del PIB y se sabe que en estos momentos son el pilar de la economía salvadoreña.
Con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos, el
partido ARENA ganó las elecciones presidenciales e inmediatamente aceleró la
negociación del CAFTA. El Acuerdo no ha sido ratificado en los Estados Unidos,
por no contar con suficientes votos en el Congreso. El gobierno del presidente
Bush continua comprometido con la aprobación del CAFTA especialmente ante el
fracaso de las negociaciones por el Acuerdo de Libre Comercio de las Americas
(ALCA), el cual debía haber sido aprobado para principios del 2005.
“Los Estados Unidos y específicamente las transnacionales tienen mucho que
ganar con la ratificación del CAFTA. Estamos hoy acá determinados a derrotar el
CAFTA en los Estados Unidos y en solidaridad con aquellos que se resisten a ser
recolonizados por las empresas transnacionales en Centro América. Su lucha es
nuestra lucha. ¡Juntos ganaremos!” proclamo Hymer firmemente convencido de
ello.