[Date Prev][Date Next][Thread Prev][Thread Next][Date Index][Thread Index]
ALCA: Cumbre de Miami: La vulnerabilidad latinoamericana frente al libre comercio
- Subject: ALCA: Cumbre de Miami: La vulnerabilidad latinoamericana frente al libre comercio
- From: "nello margiotta" <nellomargiotta55@virgilio.it>
- Date: Thu, 20 Nov 2003 17:34:16 +0100
20 de noviembre del 2003
Eduardo Gudynas
Integración Sur / D3E. Miami (EEUU), noviembre del 2003.
La actual propuesta del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) apunta a profundizar un patrón de comercio exterior basado en productos primarios sin regulaciones sustanciales, especialmente en los campos sociales y ambientales. De esta manera el ALCA profundizaría todavía más la apertura comercial de muchas naciones latinoamericanas, lo que ha desembocado en una fuerte dependencia en la exportación de materias primeras, tales como productos minerales, hidrocarburos, agrícolas, forestales y pesqueros.
Podríamos preguntarnos entonces cuál es la vulnerabilidad de los países latinoamericanos bajo este esquema comercial que promueve el ALCA. O en otras palabras: ¿cuál es la vulnerabilidad de cada país si el ALCA tiene éxito y se avanza por el camino de la desregulación comercial? Para evaluar estos problemas se acaba de presentar en la cumbre ministerial del Miami una nueva versión del Índice Latinoamericano de Vulnerabilidad ante el Libre Comercio (IVLC). Bajo este nuevo indicador el país con el mayor riesgo es Nicaragua, seguido por Ecuador y Honduras. Las naciones con el menor riesgo son Uruguay y Costa Rica.
El nuevo indicador se basa en considerar que el actual patrón de comercio exterior depende especialmente de los productos primarios. Si bien la visión economicista tradicional sólo está interesada en los ingresos que se obtiene por exportaciones, el nuevo indicador desarrollado por Claes y D3E, permiten diferenciar entre los productos que se exportan. Usualmente el comercio exterior basado en productos primarios genera poco empleo y su valor agregado es limitado. Eso explica la paradoja de algunos países donde las exportaciones siguen aumentando pero no se solucionan las dificultades del empleo. En efecto, el ALCA podría acentuar todavía más el proceso de "re-primarización" de América Latina, e incluso podría entorpecer los intentos de industrialización de algunas naciones.
Pero además, las exportaciones basadas en productos primarios tienen alto impacto ambiental y social. Existen muchos ejemplos en todo el continente, como la extracción de petróleo para exportar sin generar riqueza genuina a las poblaciones locales, y por el contrario contaminando su ambiente y degradando sus estilos de vida. El ALCA carece de restricciones e instrumentos para imponer condiciones sociales y ambientales al comercio, y por el contrario, las exigencias ambientales contenidas en la propuesta de ese tratado pueden prevalecer sobre las regulaciones nacionales en materia social, laboral y ambiental. Por lo tanto, es necesario un nuevo indicador donde aquellas naciones que dependen en demasía de exportar recursos naturales muestran una mayor vulnerabilidad en lo económico pero además en lo social y ambiental.
Mientras la visión tradicional no considera los impactos sociales y ambientales, y usualmente es indiferente a la cualidad de las exportaciones, el nuevo indicador de vulnerabilidad debe incorporar esos aspectos. Por lo tanto allí donde la "economía tradicional" identifica ventajas, en la perspectiva del nuevo indicador en realidad nos enfrentamos con debilidades que pueden desembocar en nuevos problemas sociales, ambientales y económicos.
Bajo esta perspectiva, el Indice de Vulnerabilidad frente al Libre Comercio encuentra que entre los 10 países más vulnerables, 8 corresponden a naciones donde el peso de las exportaciones en la economía es alto o muy alto, con una fuerte proporción de exportación de productos primarios (minerales, hidrocarburos, agrícolas, forestales, etc). En la mayoría de los países las exportaciones de primarios alcanzan más del 67%, pero en algunas naciones como Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Panamá a más del 85%.
El nuevo indicador ofrece además una perspectiva más amplia al incorporar aspectos sociales y ambientales. En efecto, el Indice de Vulnerabilidad se basa en un conjunto de 12 variables económicas, ambientales y sociales (como por ejemplo de áreas protegidas, la población urbana bajo línea pobreza, el gasto social, las exportaciones de productos primarios, o la balanza de pagos como porcentaje del Producto Interno Bruto). El indicador compara un país contra otro y no ofrece una medida absoluta. El índice fue confeccionado por un equipo de Claes D3E con la participación de Dense Gorfinkiel, Gerardo Evia y Eduardo Gudynas.
Las economías más pequeñas, como las naciones centroamericanas, junto a países andinos, enfrentan los mayores riesgos económicos, sociales y ambientales en las negociaciones del ALCA. Sin embargo, el actual borrador del acuerdo no ofrece mecanismos de amortiguación y compensación antes estos riesgos. Para complicar aún más las cosas, entre los cinco países con el mayor riesgo, cuatro de ellos están negociando separadamente otros acuerdos de libre comercio con los Estados Unidos, o la harán en el futuro próximo (Nicaragua, Honduras y Guatemala lo hacen en el CAFTA, mientras que se acaban de anunciar futuras negociaciones con Ecuador).
Si bien el nuevo índice de vulnerabilidad ofrece una evaluación frente a una apertura comercial desregulada en la línea de la planteada por el ALCA, es importante tener presente que la misma dirección aparece en otras iniciativas de "libre comercio", como el acuerdo centroamericano con Estados Unidos (CAFTA) o los tratados de libre comercio bilaterales (por ejemplo, Chile-EE UU).
Este tipo de informaciones demuestra que los defensores gubernamentales y empresariales que en Miami insisten una y otra vez en los potenciales beneficios de un área de libre comercio continental, poco han avanzado en atender los riesgos potenciales de esta propuesta. Es obvio que las asimetrías entre las diferentes naciones que negocian el ALCA hacen indispensable que, en lugar de una visión dogmática basada en los potenciales beneficios del comercio, se deben generar medidas concretas para evitar los efectos negativos. Casi nada se ha avanzado en ese sentido, y varias secciones de la propuesta actual del ALCA impiden esas medidas en tanto serán interpretadas como "barreras al libre comercio". Pero esa son las tareas esenciales que se deben encarar.
(*) Eduardo Gudynas es analista de información de D3E (Desarrollo, Economía, Ecología, Equidad - América Latina).