[Date Prev][Date Next][Thread Prev][Thread Next][Date Index][Thread Index]
Brasil: : Entrevista con Roberto Amaral
- Subject: Brasil: : Entrevista con Roberto Amaral
- From: "Nello Margiotta" <animarg@tin.it>
- Date: Fri, 9 May 2003 00:36:16 +0200
Hacemos las reformas que prometió Cardoso»
http://www.lainsignia.org/2003/mayo/ibe_035.htm
J.M. Martí Font Página/12. Argentina, mayo del 2003.
(Artículo aparecido el 7 de mayo en el periódico Página/12, de Argentina. La
redacción de este diario recuerda a sus lectores que en nuestras páginas
sólo tienen cabida los textos externos que cuenten con los debidos permisos
de reproducción de autores y/o publicaciones. Cualquier excepción, como la
actual, se hace siempre en virtud del carácter no lucrativo de La Insignia,
ante situaciones de evidente interés informativo o social y a condición de
no provocar perjuicio alguno a la fuente de origen.)
El ministro de Ciencia y Tecnología de Brasil, Roberto Amaral (nacido en
Fortaleza, 1940), es un viejo luchador. Militó en la izquierda comunista
durante el régimen militar y en 1985 fue uno de los refundadores del Partido
Socialista Brasileño (PSB), del cual es vicepresidente. Es abogado, profesor
universitario, periodista y escritor (autor de una novela y varios libros de
cuentos).
-¿Cómo está afrontando el gobierno brasileño la rebelión interna por la
reforma de las pensiones?
-No hay ninguna rebelión interna. No se puede llamar rebelión a que cuatro
de los 91 diputados del Partido de los Trabajadores hayan mostrado
resistencias. Esta reforma la reclaman todos los sectores. Ha sido
postergada por la derecha. De hecho, estamos haciendo las reformas que el
gobierno de Cardoso anunció para 1995. Somos un gobierno de izquierda, con
un compromiso democrático y de lucha contra la exclusión social. Para poder
sacar adelante nuestro proyecto tenemos que luchar contra intereses
encastillados y enfrentarnos a muchas presiones. Lo primero que tenemos que
hacer es arreglar la casa, y la reforma de las pensiones es uno de los
requisitos básicos para que en el 2004 podamos empezar a aplicar las
reformas. Llevamos sólo cuatro meses en el gobierno y estamos concluyendo la
implantación en el aparato del Estado.
-¿Cuáles son las prioridades?
-La primera reforma es la seguridad, después la fiscalidad para disminuir la
presión sobre la producción y el tercer gran objetivo es reequilibrar las
desigualdades regionales, que son muy profundas.
-En las últimas décadas, Brasil ha acumulado una gran parte del aparato
productivo de Sudamérica, especialmente el sector del automóvil. ¿No teme
que pueda emigrar a otros países?
-Para nosotros, lo más importante es la construcción de un gran mercado
interno, lo que reduce enormemente la posibilidad de migraciones
industriales. Además, el Estado no renuncia a su papel de inductor de la
economía. Nuestra industria está diversificada, no sólo depende del sector
del automóvil. Tenemos un potente sector aeroespacial; nos hemos
especializado en nanotecnología; el sector textil se ha reformado y además
el peso del capital nacional es muy grande. Nuestra prioridad pasa por el
fortalecimiento del Mercosur, la recuperación de la Argentina y del mercado
sudamericano.
-¿Cuál es la principal política de su ministerio?
-Desconcentración. Tenemos que romper el modelo de que todo, no sólo la
población, se concentre en las áreas más ricas, básicamente San Pablo y Río.
La investigación se realiza casi exclusivamente con dinero público, no hay
una conexión entre la universidad y la empresa, existen recelos entre unos y
otros. Nuestro programa pretende que esta investigación se emplee en el
mercado por parte de la empresa privada.
-¿Cuál es su relación con Estados Unidos?
-La política internacional de Brasil tiene como intereses preferenciales los
de nuestro pueblo y la paz. Tenemos una tradición, que este gobierno
fortalece, de compromiso con los organismos internacionales y de solución
pacífica, a través del diálogo, de los conflictos. Nuestra segunda prioridad
es el continente sudamericano, su unidad y democratización. El Mercosur es
un instrumento fundamental para nuestras economías. Vamos a dar continuidad
a las relaciones tradicionales de Brasil con Estados Unidos y con Europa,
pero vamos a abrir nuevos caminos con países como China, India, Rusia o
Ucrania, países emergentes que se encuentran en estados de desarrollo más o
menos similares al nuestro, lo que nos permite condiciones de acción
comunes.
(*)