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Alca: mentre gli USA accellerano il Venezuela chiede di rallentare



EEUU pisa el acelerador del ALCA

Emad Mekay

WASHINGTON, 30 oct (IPS) - Estados Unidos prepara una serie de armas
persuasivas para derribar los obstáculos al Area de Libre Comercio de las
Américas (ALCA) que le presentarán los restantes 33 gobiernos del continente
en la reunión ministerial de este viernes en Quito.

Washington procurará convencer a los desconfiados ministros latinoamericanos
de que el ALCA será la salvación para sus economías, y con ese fin pondrá
como ejemplo el avance de México desde su integración en el Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN).

El representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Zoellick, mencionó en
reiteradas oportunidades a México como país que logró cosechar los frutos
del libre comercio tras aliarse con Canadá y con Estados Unidos en el TLCAN.

Funcionarios de Washington atribuyen al TLCAN el hecho de que México pudiera
obtener créditos en los mercados financieros internacionales apenas siete
meses después de la crisis financiera de diciembre de 1994, cuando tardó
siete años para recuperarse de la devaluación de 1982.

Más de la mitad de los 3,5 millones de empleos creados en México desde 1995
se deben al TLCAN, según las propias autoridades mexicanas, que describen el
acuerdo comercial como la locomotora del actual proceso de modernización del
país.

"No debemos descansar hasta que la población (latinoamericana), de Bogotá a
Buenos Aires y a Managua, hayan experimentado las mismas oportunidades que
los ciudadanos de Miami disfrutan hoy", dijo Zoellick el día 14 en esa
ciudad estadounidense.

Zoellick viajará a Quito armado con la autoridad de promoción comercial,
también conocida como vía rápida (fast track), conferida por el Poder
Legislativo estadounidense al Ejecutivo para negociar acuerdos comerciales
que el Congreso deberá aprobar o rechazar en bloque, sin posibilidad de
enmiendas.

La vía rápida da oxígeno al objetivo de Estados Unidos de completar para
2005 las negociaciones del ALCA y la actual ronda de negociaciones
multilaterales convocadas el año pasado por la Organización Mundial de
Comercio (OMC).

Los países latinoamericanos también han recibido una andanada de
recomendaciones para abrir su economía a la agricultura, los productos
manufacturados y los servicios, presentadas por el Fondo Monetario
Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el
gobierno estadounidense.

La producción latinoamericana deberá "afrontar una mayor competencia
 mundial" tras el ingreso de China, cuarta potencia comercial mundial, a la
OMC, lo cual debería obligar a la región a aliarse con Estados Unidos,
advirtió Washington.

Además, para evitar críticas sobre la protección de que goza la agricultura
estadounidense --uno de los principales escollos en las negociaciones del
ALCA--, Washington propone eliminar los subsidios y reducir 75 por ciento
los aranceles del sector, pero sólo si Japón y la Unión Europea hacen lo
mismo.

Con tantos trucos debajo de la manga, Zoellick se mostró "confiado" en que
la conferencia en Quito concluirá con "el establecimiento de un calendario
firme para la negociación hacia la apertura de mercados en cada uno de los
34" países participantes "en los próximos meses, no años".

Washington confía en que en Quito se constituyan los nueve grupos de
negociación y los tres comités previstos para la próxima etapa del diálogo,
y propondrá, además, que la próxima reunión ministerial anual se realice en
Estados Unidos.

El gobierno de George W. Bush pretende que las negociaciones del ALCA
concluyan sin dilaciones en el plazo establecido por los 34 países, para
enero de 2005, a pesar de la oposición de organizaciones de la sociedad
civil, economistas y algunos gobiernos.

Al reducir las barreras comerciales persistentes en América, el ALCA
ofrecería un crecimiento sustancial para el mercado de los bienes y
servicios de Estados Unidos. Con más de 800 millones de habitantes, sería el
mayor área de libre comercio del mundo.

Las exportaciones estadounidenses a América Latina crecieron en los años 90
más rápido que las dirigidas a ninguna otra región, según estadísticas
oficiales.

Los mayores obstáculos se realacionan con el malestar en América Latina por
el proteccionismo estadounidense a su producción agropecuaria.

Por otra parte, Brasil, la principal economía de América del Sur, acaba de
elegir un presidente izquierdista, Luiz Inácio Lula da Silva. Las
exportaciones brasileñas fueron particularmente golpeadas por los subsidios
agrícolas estadounidenses y por las barreras arancelarias impuestas por
Washington al acero.

Lula describió antes de la campaña electoral el ALCA como una "anexión" de
las economías latinoamericanas a Estados Unidos. Pero el lunes afirmó como
presidente electo que continuaría participando en la negociación, aunque
fortaleciendo al Mercosur, bloque comercial que integra con Argentina,
Paraguay y Uruguay.

"A Estados Unidos no le faltan países que quieran tener libre comercio con
él", advirtió Zoellick en referencia a Brasil.

Mientras, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha cuestionado los
beneficios que el ALCA supondría para América Latina

Venezuela pide postergar cinco años el ALCA

Kintto Lucas

QUITO, 30 oct (IPS) - El gobierno de Venezuela planteó este miércoles
postergar de 2005 a 2010 la entrada en vigor del Area de Libre Comercio de
las Américas (ALCA), para evitar perjuicios económicos y en materia de
soberanía a países participantes del proyecto.

La propuesta está contenida en una carta del presidente venezolano Hugo
Chávez al Comité de Negociaciones Comerciales (CNC) del ALCA, integrado por
los viceministros de Comercio Exterior de 34 países de América, que realizó
el martes y este miércoles en Quito su XII Reunión.

Participan en las negociaciones del ALCA todos los países americanos salvo
Cuba.

El CNC se reunió para elaborar una propuesta conjunta que será debatida en
la VII Reunión Ministerial de Comercio del ALCA, que se llevará a cabo este
viernes en la capital ecuatoriana.

Chávez afirmó en su carta que el ALCA implica un nuevo tipo de normativa
supranacional que afectará la soberanía, y señaló que esa situación "según
la nueva Constitución bolivariana (de Venezuela) requiere de un plebiscito".

Caracas propuso además hacer públicos los actuales borradores de las
negociaciones.

La iniciativa venezolana "tiene fuertes implicaciones porque es la posición
formal más dura" de un gobierno ante la propuesta estadounidense de abreviar
la agenda de negociaciones, comentó el ambientalista uruguayo Eduardo
Gudynas.

"Brasil y otros países han dejado en claro sus disconformidades, pero nunca
hicieron un planteo de este tipo. Han jugado a enlentecer las negociaciones,
pero nunca enviaron una nota" para pedir formalmente una postergación,
señaló.

Hace algunas semanas parecía que la reunión ministerial de este viernes iba
a tener un trámite sencillo, pero "se ha convertido en un escenario de
enorme complejidad", opinó Gudynas, quiene es también especialista es
cuestiones de integración económica.

"Hay que ver cómo reaccionan los gobiernos y la forma en que la sociedad
civil aprovecha estas nuevas circunstancias", añadió.

Esta semana se realizan en Quito el VII Foro Empresarial de las Américas, al
cual asisten 800 personas de los países involucrados en el ALCA, el
Encuentro Parlamentario de las Américas y la Cumbre contra el ALCA convocada
por organizaciones indígenas, campesinas y ambientalistas, entre otras de la
sociedad civil.

El ALCA puede significar "la quiebra de los medianos y pequeños productores
de los países latinoamericanos, que no podrán competir ante la invasión de
productos estadounidenses", alegó el dirigente campesino boliviano Evo
Morales, defensor de los cultivadores de coca y ex candidato a la
presidencia de su país.

"No hay ALCA sin Brasil, por eso le tomamos la palabra a Lula (Luiz Inácio
Lula da Silva, presidente electo de Brasil), de que se opondrá a este
proyecto, que no significa la integración sino la quiebra de nuestros
 países", afirmó Morales.

El presidente electo brasileño mantiene una posición crítica sobre el ALCA,
y ha sostenido que implica "en la práctica una especie de anexión de las
economías latinoamericanas a la economía de Estados Unidos".

"El triunfo de Lula fortalece las posiciones que buscan reformar
profundamente el ALCA o incluso detenerlo, y da nuevo aliento a las
organizaciones sociales", arguyó Gudynas.

"Pero también es cierto que existe buena evidencia de que el nuevo gobierno
de Brasil no necesariamente tomará una actitud beligerante frente a Estados
Unidos", advirtió.

El presidente del Congreso Legislativo de Ecuador, José Cordero, expresó
preocupación por el "apuro estadounidense" para que entre en vigencia el
ALCA.

"Tenemos que ir despacio y con cuidado, para que nuestras economías no
sufran consecuencias negativas", opinó.

El presidente de la Cámara de Industrias de Quito, Mauricio Pinto, sostuvo
que la entrada en vigor del ALCA es irreversible y será positiva, si se
toman precauciones y se tienen en cuenta las desigualdades económicas entre
los países.

El proyecto puede ser la oportunidad para que países como Ecuador amplíen
sus fronteras comerciales, explicó.

Las reuniones de esta semana del CNC y de los ministros de Comercio son
consideradas cruciales en el proceso del ALCA, porque fueron convocadas para
analizar sus avances y normas que faciliten su creación a partir de enero de
2005.

Esta semana, la presidencia rotativa del CNC será transferida por Ecuador a
Brasil y Estados Unidos, que estarán a cargo de coordinar el proceso en su
etapa final y decisiva.

Por primera vez, desde que empezaron las negociaciones en 1994, el ALCA
convocó en Quito a representantes de la sociedad civil para que expongan sus
propuestas, indicó el actual presidente del CNC, Roberto Betancourt.

"El ALCA sólo será posible si hay consenso entre todas las naciones" y se
establece "el principio de que nada está acordado hasta que todo esté
acordado", aseveró.

La negociación es difícil por los intereses en juego y las diferencias entre
países, y "Estados Unidos y Canadá lideran el proceso de integración
continental, frente a los países latinoamericanos que buscan una oportunidad
de progreso armónico en la región", comentó Bentancourt.

"Tenemos que ver cómo avanzar con propuestas imaginativas que permitan
acercar posiciones de las dos partes", agregó.

El CNC se reúne cuatro veces por año para avanzar en el análisis de 12
cuestiones que se consideran prioritarias para implementar un sistema de
libre comercio en el continente.

Las protestas de microempresarios y otros sectores sociales previstas para
este jueves y el viernes en Quito muestran que han sido excluidos de las
negociaciones, comentó Juan Alfredo Pinto, ex viceministro de Industrias de
Colombia.

Los manifestantes realizarán "una interpelación pública por no haber sido
incluidos en los debates", y en los procesos de integración es preciso tomar
en cuenta a todos los actores sociales, políticos y económicos, para
garantizar el crecimiento equitativo de una región, añadió.

La propuesta de Venezuela "es un nuevo ingrediente en estas negociaciones, y
no está muy lejana de la posición expresada por gran parte de los
legisladores presentes en la reunión de parlamentarios", aseguró la diputada
indígena ecuatoriana Nina Pacari

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Nello

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