Venezuela: Marcha y paro insurreccional: se prepara el escenario para un nuevo golpe de estado

["Nello Margiotta" <animarg@tin.it>]

http://www.rebelion.org/
A pesar de todas las fracturas y divisiones internas (evidenciadas en sus
últimas acciones y pronunciamientos públicos) la "Coordinadora Democrática",
que agrupa a todos los sectores de la oposición, ha centrado su esfuerzo y
expectativas en la realización de una gran marcha por la salida del
presidente Chávez, este jueves 10 de octubre.

Los sectores más moderados de la Coordinadora señalan que la marcha será
únicamente una demostración de fuerza para presionar al gobierno del
presidente Chávez (el cual ha ganado 5 consultas electorales en 4 años) a
que realice nuevas elecciones que lo relegitimen. Mientras que los grupos
más radicales han afirmado que marcharan y se quedarán en la calle hasta que
el presidente decida abandonar el palacio de Miraflores. Militares activos
implicados en el Golpe anterior, ya han anunciado públicamente que para ese
día "hay que estar preparado para algo nunca visto que obligará a la salida
del presidente" Según versiones extraoficiales, la oposición podría estar
preparando un escenario de confrontación con la Guardia Nacional (encargada,
entre otras fuerzas, de custodiar la marcha) o con sectores civiles, que
provoquen el caos y motiven un nuevo pronunciamiento militar, bajo la excusa
de reestablecer el orden.

Otras fuentes aluden a una estrategia de asesinatos selectivos y
sistemáticos de líderes de ambos bandos, que desencadene una confrontación.

Para cualquiera que sea medianamente sensato podría parecer poco hábil que
se intente repetir (y que tenga éxito) el mismo esquema, exactamente con los
mismos pasos, que se llevó a cabo el 11 de abril pasado y que culminó con el
secuestro del presidente Chávez y la implantación de una breve pero feroz
dictadura. A pesar de que a mediados de agosto 11 jueces del Tribunal
Supremo de Justicia se atrevieron a dictaminar que en Venezuela no hubo
rebelión militar ni golpe de Estado, para la comunidad internacional y la
mayoría de la población venezolana es evidente que lo que ocurrió fue una
ruptura del hilo constitucional, provocada y gestada durante meses por
militares y civiles.

Si había alguna duda, el video trasmitido recientemente por la televisora
estatal, en el cual Otto Neustald (para entonces corresponsal de CNN)
confiesa haber sido informado un día antes del desenlace sangriento que
tendría la marcha de la oposición (el 11 de abril) y reconoce haber
presenciado la grabación del pronunciamiento de los militares golpistas (en
el que se habla de 6 fallecidos) horas antes de que hubiera ocurrido alguna
muerte en las calles de la ciudad, terminó por aclararla.

Sin embargo, hasta el momento la oposición no se ha caracterizado ni por su
sensatez, ni por su capacidad para actuar razonadamente, sin poder dejar de
lado la desesperación y el odio visceral que profesan contra el presidente
Chávez y el proceso que lidera. Por lo tanto, habrá que estar atentos.

Anuncian paro sindical-patronal

Desde hace meses, tanto las cúpulas sindicales representadas por la CTV como
la patronal FEDECAMARAS han amenazado con la realización de un paro nacional
para exigir la salida del Presidente, el cual ha sido postergando
sistemáticamente ante la escasa adhesión que han recibido de sus afiliados.
Según un estudio de la encuestadora privada "Consultores 21", el 60% de los
venezolanos rechaza el paro impulsado por la oposición.

Los sindicatos petroleros, del transporte, del metro, eléctricos, de
empleados públicos, siderúrgicos, educativos, de la salud y más de 300
provenientes del sector privado, entre otros, han anunciado ya su negativa a
participar en un paro de orientación golpista. Del mismo modo algunos
representantes de sectores económicos, especialmente de la pequeña y mediana
industria, se han mostrado renuentes a participar en una nueva paralización
de actividades.

Sin embargo, el calentamiento del clima político y la desesperación de las
sectores más radicales de la oposición, ayudados por una tendencia mediática
abiertamente golpista y por los militares imputados por los sucesos de
abril, han inducido a las élites empresariales y sindicales a aventurarse en
un nuevo paro de carácter insurreccional. Según estos, será en el contexto
de la marcha del jueves en el que se anunciará la fecha definitiva de inicio
del paro nacional que puede ser decretado como indefinido.

Nuevamente, la debilidad en la capacidad de convocatoria y representatividad
actual de dichas instancias nos hace predecir el relativo fracaso de esta
paralización, que sí recibirá el apoyo del sector comercio y del gran
empresariado. Pero, del mismo modo, el hecho de que se embarquen en esta
nueva aventura, más que hacernos creer que se trata de un mal cálculo
político, nos conduce a pensar en la posibilidad de que estos (junto a
aliados civiles y militares) estén manejando una agenda oculta que apunte a
una nueva ruptura del orden constitucional.

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Nello

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