BRASIL:Narcotráfico paraliza Río de Janeiro

["Nello Margiotta" <animarg@tin.it>]

Mario Osava

RIO DE JANEIRO, 30 sep (IPS) - El crimen organizado en torno del tráfico de
drogas paralizó este lunes gran parte del comercio, de las escuelas y del
transporte de la ciudad brasileña de Río de Janeiro y sus alrededores, en
una prueba de fuerza sin precedentes.

El centro y gran cantidad de barrios de Río de Janeiro vivieron un feriado
de hecho, con escasas personas y autobuses circulando por las calles, en
notorio contraste con el congestionamiento usual de los días de plena
actividad.

Llamadas telefónicas y carteles con la advertencia "mantenga las puertas
cerradas o habrá represalias" llevaron a interrumpir las actividades
comerciales en varias zonas de la ciudad, en gasolineras, bancos, escuelas e
incluso centros de salud de Río de Janeiro y por lo menos en las vecinas
Niteroi y Sao Gonçalo.

Las amenazas fueron firmadas por el Comando Vermelho (CV, Comando Rojo) y el
PCC (Primer Comando de la Capital), un grupo organizado que tuvo su origen
en Sao Paulo, en un intento conjunto por unificar la jefatura del
narcotráfico en todo el país.

La manifestación, que provocó el pánico en casi toda la ciudad, fue una
respuesta a las restricciones impuestas por las autoridades al líder del CV,
Luiz Fernando da Costa, apodado Fernandinho Beira-Mar, encarcelado en la
sede de un batallón local de la Policía Militar.

Beira-Mar, detenido el año pasado en Colombia, encabezó el 11 de septiembre
una rebelión en el presidio donde había sido alojado, supuestamente para
promover el asesinato de cuatro líderes de la banda adversaria, el Tercer
Comando.

Luego se descubrió que seguía comandando las actividades del CV desde su
celda, donde disponía de teléfonos celulares y comodidades. Fue entonces
transferido al batallón de la Policía Militar, aislado y mantenido sin
ningún privilegio.

El gobierno del estado de Río de Janeiro, responsable de la seguridad
pública, admitió la detención de actividades en el comercio de 22 barrios,
lo cual fue atribuido principalmente a los rumores diseminados con fines
políticos.

En tanto, la gobernadora Benedita da Silva, atribuyó la paralización a
"maniobras" de candidatos a sucederla en el cargo, que competirán en los
comicios del próximo domingo, cuando 115 millones de brasileños habilitados
voten para presidente, vicepresidente, 27 gobernadores y parlamentarios
nacionales y estaduales.

Silva evitó nombrar a sus adversarios políticos, pero sus declaraciones
apuntan a Solange Amaral, candidata de una coalición apoyada por el gobierno
nacional de Fernando Henrique Cardoso y por el alcalde de la ciudad de Río
de Janeiro, Cesar Maia.

"Es extraño" que muchas escuelas municipales suspendieron sus clases a las 7
de la mañana hora local, antes de que empezaran a llegar las amenazas de los
narcotraficantes, manifestó la gobernadora.

La ciudad vivió un día de miedo por la posibilidad, real o no, de sufrir las
represalias. Fue la primera vez que las tiendas de barrios ricos y
turísticos, como Ipanema y Leblon, permanecieron con sus puertas cerradas
por temor al crimen organizado.

Amenazas similares habían sido hechas un mes atrás contra comercios y
tiendas de 10 barrios de Río de Janeiro por un grupo criminal, en respuesta
a la muerte de su líder. Pero en esa ocasión sólo fueron afectadas zonas
pobres o de capas medias vecinas a las "favelas" (barrios hacinados)
dominadas por esa banda.

Otra prueba del poder del crimen organizado ocurrió en febrero de 2001,
cuando el PCC sorprendió a Brasil con una rebelión coordinada en 29 cárceles
de 19 ciudades del estado de Sao Paulo, manteniendo algunos de esos centros
de reclusión bajo su control por más de 24 horas.

La acción de este lunes fue una represalia contra "la eficacia con que el
gobierno estadual y la policía pasaron a reprimir el crimen organizado",
opinó el presidente de la Federación del Comercio del Estado de Río de
Janeiro, Orlando Diniz.

El empresario calculó en 130 millones de reales (35 millones de dólares) las
pérdidas del sector por el cierre de los comercios, sólo en la mañana.

Diniz anunció la disposición de su institución y de otras asociaciones
empresariales de unirse en la lucha contra el avance de la criminalidad. "No
podemos dejar que se intensifique la sensación de que el crimen triunfa, la
ciudadanía no puede quedar pasiva", afirmó.

La paralización de la ciudad no se pudo evitar pese al despliegue de 13.000
policías militares y civiles y las "garantías" de protección ofrecidas por
las autoridades contra eventuales acciones de los narcotraficantes en
tiendas, escuelas o bancos.

La gobernadora Silva y sus partidarios precisaron que un clima de tensión
similar fue creado en 1992, en vísperas de elecciones municipales,
provocando incluso la movilización de efectivos de las fuerzas armadas para
asegurar la tranquilidad en la ciudad.

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Nello

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