Discrepancias en oposición venezolana sobre llamado a paro nacional

["Nello Margiotta" <animarg@tin.it>]

Caracas, 30 sep (PL) Mientras sus sectores más intransigentes se disponen a
llamar a un paro nacional, surgen algunas discrepancias al respecto en el
seno de la oposición venezolana.
Los principales abanderados de la medida de fuerza son la patronal
Federación de Cámaras de Comercio (Fedecámaras) y la impugnada directiva de
la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV).
Ellos harán sus anuncios oficiales de convocatoria a la huelga en reuniones
anunciadas para las próximas horas, y se espera sean secundados por los
partidos políticos tradicionales y organizaciones desprendidas de ellos.
La idea pública es respaldar una marcha nacional destinada a "tomar Caracas"
el jueves 10 de octubre y declarar el inicio del paro a partir del día
siguiente, aprovechando que es viernes y podría dar inicio a un fin de
semana largo.
Pero el objetivo oculto, según denuncias difundidas aquí, es medir la
posibilidad de extender la paralización en forma indefinida mientras se
exhorta a las fuerzas armadas a intervenir contra el presidente Hugo Chávez.
Es precisamente en este punto donde surgen las diferencias de los factores
anteriormente mencionados con las llamadas organizaciones civiles o no
gubernamentales integradas al esfuerzo opositor.
Aunque coinciden en la demanda de la salida de Chávez del poder, estos
últimos grupos se oponen a intentar un paro indefinido alegando las pocas
posibilidades de éxito o expresando temores por una supuesta acción
castrense.
Ellos abogan por concentrar los esfuerzos en lograr un adelanto de las
elecciones generales mediante una modificación constitucional, medirse con
Chávez en las urnas y evitar un choque violento.
Sin embargo, resultan minoritarios en el concierto de voces opositoras, y
los medios de difusión privados, también enfrentados al mandatario, conceden
prioridad a las posiciones más radicales.
Otro factor a tomar en cuenta es que resultan evidentes las dificultades
para la organización del paro y el rechazo alcanzado entre los trabajadores
petroleros, eléctricos, de administración pública, transporte e industrias
básicas, entre otros.
Por su parte, el gobierno advirtió, en reiteradas ocasiones, que se pretende
reeditar el fallido golpe de Estado del pasado 11 de abril, plan en el cual
jugaron papel importante Fedecámaras y CTV.
Ante esa realidad, se incrementa el número de grupos sindicales y populares
que plantean la decisión de los trabajadores de mantener abiertas las
empresas y asumir su operación si los patronos pretenden cerrarlas.

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Nello

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