ARGENTINA:Otra vez el caceroleo y los disturbios

["Nello Margiotta" <animarg@tin.it>]

Marcela Valente

BUENOS AIRES, 11 ene (IPS) - Saqueos y el apedreo de bancos y comercios
coronaron este viernes en el centro de la capital argentina una nueva
protesta callejera, protagonizada por miles de personas que a golpes de
cacerola exigieron al gobierno la devolución de los retenidos depósitos
bancarios.

Bancos, restaurantes, cabinas telefónicas y refugios en las paradas de
autobuses fueron destrozados e incluso incendiados en la madrugada por un
puñado de manifestantes, luego de que más de 6.000 personas se agolparan
para protestar en la Plaza de Mayo, frente a la casa de gobierno.

El mercado cambiario volvió a operar este viernes, cinco días después de la
devaluación del peso y tras permanecer cerrado desde el 21 de diciembre. Los
bancos también reanudaron la totalidad de sus operaciones, en un ambiente de
fuerte malestar de los clientes, que sufrieron largas demoras en los últimos
días.

Mientras los jubilados intentaban cobrar en los bancos sus haberes y otros
usuarios pretendían pagar facturas atrasadas, el dólar de cambio libre se
cotizó entre 1,45 y 1,70 pesos.

El tipo oficial para la mayoría de las operaciones de comercio exterior y
para operaciones financieras fue fijado el domingo en 1,40 pesos, lo que
implicó una devaluación de 28,6 por ciento ciento tras más de 10 años de
estabilidad.

"Ladrones!", "que se vayan!", y "yo no lo voté", fueran las consignas más
repetidas por los manifestantes en Plaza de Mayo.

También abundaron los insultos para el ex presidente Carlos Menem
(1989-1999), contra su sucesor, el renunciante Fernando de la Rúa, y para el
ex ministro de Economía Domingo Cavallo y el actual presidente, Eduardo
Duhalde, designado el 1 de este mes por la Asamblea Legislativa (reunión de
las dos cámaras del Congreso).

Los "cacerolazos" comenzaron a hacerse oír en la víspera de la dimisión de
De la Rúa, concretada el 20 de diciembre. El estallido social forzó la
renuncia de Cavallo y luego la de De la Rúa. Ocho días después, otro
caceroleo puso contra las cuerdas al presidente interino Adolfo Rodríguez
Saá, que renunció el 30 del mes pasado.

Duhalde, del Partido Justicialista (peronista) debe completar el periodo
constitucional de gobierno que vence en diciembre de 2003. La protesta
comenzada el jueves de noche fue la primera contra su administración y,
aunque los manifestantes fueron menos que en las ocasiones anteriores, creó
preocupación entre sus colaboradores.

El portavoz presidencial Eduardo Amadeo aseguró que el gabinete "comparte el
dolor, la bronca (ira) y la necesidad" de quienes se manifestaron en las
calles, pero exhortó a la opinión pública a apartarse de "los violentos" que
provocaron los disturbios.

"Son vándalos", advirtió Amadeo, refiriéndose a los manifestantes jóvenes
que protagonizaron los hechos de violencia y fueron reprimidos con gases
lacrimógenos y balas de goma por las fuerzas de seguridad.

Los agresores rompieron parte del mobiliario y computadoras de algunos
bancos, tras destrozar los cristales, y pusieron fuego a una sucursal en la
capital del Banco de la Provincia de Buenos Aires, pero las llamas fueron
controladas por los bomberos. Así mismo, fueron saqueadas farmacias,
jugueterías, un supermercado y otro comercio.

Los disturbios, que finalizaron con cuatro detenidos -uno de ellos herido-,
comenzaron luego de que miles de personas se reunieron en unos 50 barrios de
la capital, según información de la Policía Federal, para golpear sus
cacerolas y encender hogueras en protesta contra el gobierno y contra el
llamado "corralito" financiero.

El "corralito" son las restricciones al movimiento de dinero efectivo
depositado en los bancos, que regía desde el 3 de diciembre y desde este
jueves se incrementó.

Ahora, los titulares de depósitos en moneda nacional sólo podrán recobrar su
dinero en cuotas, a partir de marzo, y los que tienen colocaciones en
dólares deberán esperar al año próximo.

Sólo en 2003 se comenzará a devolver en cuotas los depósitos a plazo fijo en
la moneda estadounidense. Para los que tienen depósitos menores a 5.000
dólares, la devolución gradual empezará en enero de ese año. Pero quienes
tienen en su cuenta más de 30.000 dólares, deberán aguardar siete meses más,
para terminar de recuperar su dinero en 2005.

Las decisiones obligan a crear nuevas herramientas de pago para las
operaciones comerciales con esos depósitos. Se trata de algún tipo de
certificado que, se descuenta, sufrirá una reducción en los casos de
devolución programados entre 2003 y 2005.

Los depósitos atrapados en los bancos suman 65.000 millones de dólares y el
gobierno entiende que su liberación significaría la quiebra de las
instituciones financieras, que colocaron gran parte de esa masa en los ahora
desvalorizados bonos del Estado.

Las medidas restrictivas impuestas permiten prever que seguirá la
astringencia en la plaza financiera y aumentará la recesión. "¿Quién volverá
a colocar dinero en un banco después de esto?", se preguntaba un ahorrista
tras los anuncios.

A pedido de los bancos, la Corte Suprema de Justicia -también blanco de las
críticas de los manifestantes, que exigieron la renuncia de sus miembros-
suspendió el jueves todas las medidas cautelares dispuestas por la justicia
ordinaria para defender la libre disposición de los depósitos.

El alto tribunal no se pronunció ante la cuestión de fondo, sino que
simplemente frenó la ejecución de los recursos de amparo presentados ante
los tribunales para obligar a las entidades bancarias a devolver los ahorros
a los clientes que así lo solicitaran.

El portavoz presidencial dijo que Argentina es como un país "en parto" y
admitió que probablemente habrá nuevos golpes de cacerolas. "Un día habrá
5.000 personas y otro día habrá 300" en las manifestaciones, comentó, para
pronosticar la pérdida de vigor de las protestas.

Los manifestantes contrarios al "corralito" se hicieron sentir no sólo en la
capital, sino también en las cercanas localidades de Avellaneda, Ramos
Mejía, Olivos y San Isidro, y también en la ciudad de Rosario, de la vecina
provincia de Santa Fe, donde unas 2.000 personas se concentraron junto al
Monumento a la Bandera.


Nello

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